La
Librería de Cazarabet
Cazarabet conversa con... Javier
Fernández López, autor de “La amante
del general” (Doce Robles)
Una
novela directa y sin concesiones de Javier Fernández.
La edita
la Editorial Doce Robles.
Aquello que
nos dice la editorial del libro:
Zaragoza, años 80. Un matrimonio de militantes comunistas,
abrumado por la muerte de su hija, que causó el hijo drogadicto de un militar.
Una profesora de instituto que oculta su peculiar relación amorosa. Un joven
con peligrosas amistades en el ambiente fascista de la ciudad. Dos estudiantes,
fascinadas con una democracia que se abre camino a trompicones. Un capitán
general que coquetea con la amenaza de la trama golpista. Una ciudad que vive
bajo la amenaza del golpe de Estado militar. La amante del general, la primera
novela del escritor, militar y profesor Javier Fernández, compone un
apasionante fresco sobre los delicados momentos que se vivieron en la última
etapa de la Transición española. Personajes reales y ficticios conviven en una
etapa de fuertes tensiones militares, políticas y sociales que convergen en el
fatídico 23 de febrero.
Enlaces que te pueden ir bien:
Sobre el 23-F:
https://es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_en_Espa%C3%B1a_de_1981
http://www.lasexta.com/especiales/operacion-palace-23f/
El autor,
Javier Fernández López en wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Javier_Fern%C3%A1ndez_L%C3%B3pez_(pol%C3%ADtico)
Cazarabet
conversa con Javier Fernández López:
-Javier,
¿cómo te sientes como narrador desde el género de la novela?; Con respecto a
muchas otras aportaciones, dentro del género de ensayo, te sientes, seguramente
diferente. Cuéntanos. ¿Te diviertes más con la novela?
- Yo
llevo escribiendo toda mi vida. De niño gané algunos concursos y tal vez eso
incrementó mi afición. Publicar solo lo he hecho recientemente, a raíz de mi
tesis doctoral, y siempre, hasta ahora, han sido libros de investigación,
ensayos, y en todo caso con una misma temática: historia, derecho, militares,
España siglos XIX y XX. Ficción he escrito pero sin la intención de publicar,
para matar el gusanillo, y la decisión de escribir, y publicar, una novela ha
venido de un impulso ajeno. La sensación de escribir novela es muy distinta a
la de escribir ensayo. Con el ensayo estoy tranquilo: estudio, escribo,
publico. Con la novela ha sido muy distinto, un vértigo muy peculiar ya que la
creación de personajes y de situaciones no es tan cómoda como estudiar. El
escribirla ha sido sencillo, tengo costumbre, pero hilar la historia hasta
poder plasmarla en papel, eso, eso…, es otro cantar. Y los gusanillos en el
estómago están presentes.
A mi escribir me gusta, por lo que me divierto
en todo caso, tal vez un poco más con la novela, posiblemente sea también por
la edad y la experiencia acumulada. Sobrepasar los sesenta años no es ninguna
broma.
-Estamos
ante una novela de un tiempo en cuanto a que hace memoria de un acontecimiento
histórico muy señalado….es una novela histórica, pero en el que tienen mucho peso las personas, es y tiene
también mucho de novela coral, ¿no?
-Dices
que es una novela coral y me parece un calificativo muy afortunado. No hay un
protagonista, lo que he querido contar no es la vida de una persona. El 23-F
nos afectó a muchos y he pretendido relatar cómo se vivieron esas horas en muy
diferentes ambientes: estudiantes, comunistas, militares, ultraderechistas,
profesores, etc. Supongo que una novela, en este contexto, con un marcado
protagonismo individual sería posible, pero no es lo que he pretendido.
-Pero
les das una vuelta de tuerca porque utilizas como protagonistas muchos nombres
propios de aquella época en tu trama….¿cómo ha sido el
dibujar, retratar o pensar una trama de esa manera con los nombres que hicieron
historia…? ¿Has tenido que hacer como ejercicios de equilibrista durante la
trama?
- Este es
uno de los asuntos que tuve que resolver, entre muchas dudas. Podía haber
inventado un país, Españistán, y una región, Oregón,
con personajes ficticios, pero hubiese sonado a broma, y el 23-F fue algo muy
serio. Decidí utilizar los nombres reales en medio de una trama inventada, con
personajes ficticios (pero muy creíbles), y aportando datos exactos, jugando un
poco con anacronismos para darle continuidad al relato y buscando siempre la
verosimilitud en lo narrado.
-Bueno
creo que partes con cierta ventaja por tu carrera como militar y conocedor de
las instituciones del Estado, no olvidemos que fuiste durante 8 años Delegado
del Gobierno en Aragón… ¿te habrá ayudado todo bastante en la construcción de
la trama?
- Aludes
a mis antecedentes, militar, Delegado del Gobierno, y sospechas que me habrán
venido muy bien para lo que cuento. Sin duda, todo escritor introduce elementos
biográficos en sus narraciones y yo no voy a ser la excepción. Mi conocimiento
del ejército y de la administración me ha permitido situar más exactamente a
todos los protagonistas de la novela. Hay extremos en los que he tenido que
investigar pero otros los conozco de sobra.
-También te habrá ayudado mucho el ser
profesor de Derecho Constitucional para construir la trama o ir revistiéndola,
así como a algunos de los personajes…están los profesores de Derecho Político,
las dos alumnas que se sumergen en el estudio y que se fascinan por la
democracia….
- Mi
experiencia como profesor de Derecho Constitucional también es importante,
claro. He querido situar a varios protagonistas en la Facultad de Derecho,
mezclando realidad y ficción pero con un resultado bastante creíble, así me lo
han corroborado compañeros que la han leído. Hay alguna referencia poco amable
hacia varios profesores y otras positivas, pero es que en todo colectivo hay
variedad, buenos y malos.
-Pero
si la trama me ha “enganchado”…casi lo han hecho más los personajes y su evolución….todo
parte de ser, seguramente, un buen observador, pero hay algo más….Algo que solo
una persona con ciertos conocimientos y “cierta posición” puede describir.
-Ya he
dicho antes que en toda novela hay partes autobiográficas y esta no es una excepción.
El cuartel de la Guardia Civil (hoy desaparecido tras un atentado de ETA en
1987) es el lugar en el que yo pasé parte de mi infancia y juventud, de tal
manera que algunos protagonistas tienen parte de mí mismo. Lo mismo ocurre con
la asistencia a clase en la facultad o las reuniones en la HOAC, o en bares de
la ciudad. Y la Academia General, donde he pasado tantos años, de alumno y de
profesor. A ello hay que añadir que he estudiado mucho estos hechos, y estos
años, lo que ha ido formando en mi subconsciente una amalgama de personas y de
situaciones que me han ido saliendo conforme escribía esta historia.
-¿Cuánto
hay en “La amante del general” de verídico?
-Si
hubiese querido contar “solo la verdad” no me habría puesto a escribir una
novela; todo lo que sé del 23-F ya lo he publicado. La ficción te permite
incrustar realidad y fantasía y el resultado debe ser creíble, y todo lo
verídico que es posible cuando tienes que transcribir una conversación en la
que tú no has estado presente.
-Eres
un narrador me atrevería a decir “de escuela”, como muy clásico….vas
presentando situaciones, vas deslizando los diálogos… sin complejidades, sin
experimentos, vas muy al grano… diría que eres muy aragonés escribiendo. ¿Te
sale esta manera de narrar de manera natural, es fruto de lecturas tuyas que
has ido atesorando, de algún escritor que te ha ido acompañando….?
-Si
escribo de forma tan clásica es porque yo soy así. Debes tener en cuenta que es
la primera novela y los experimentos se hacen más adelante, tal vez en la
octava o en la novena. Sin duda mis lecturas están en este libro, Galdós por
encima de los demás.
-¿Cómo vivió Javier Fernández el intento
de golpe de Estado del 23F?
-Me da
cierto apuro contarlo, porque ya lo he hecho en alguno de mis libros sobre el
tema y porque en medio de una situación tan grave lo que yo viví no dejó de ser
algo anecdótico. Pero como me lo preguntas, te lo cuento. Era capitán,
destinado en la BRIDOT-VI, con sede en Vitoria y como jefe de transmisiones
tenía “radios” en todo el País Vasco. Cuando íbamos de maniobras venían todos,
así que éramos más de 150 personas y unos 30 vehículos, y yo el mando de todo
el despliegue. Esa semana, del 23 al 27 de febrero, teníamos maniobras,
programadas mucho antes, y la base era un pueblito riojano, Bañares de Rioja,
cerca de Haro y de Santo Domingo de la Calzada. Una
vez instalado el campamento todo el mundo salió hacia las prácticas preparadas,
ejercicios con radio y teléfonos, y el regreso no estaba previsto antes de las
siete. La noticia de lo que estaba pasando en Madrid nos la dio un sacerdote,
muy contento, que nos explicó que Tejero había entrado al Congreso y tenía
retenido al gobierno y al parlamento. Tomamos las primeras precauciones, ya que
al estar de maniobras todo el mundo iba municionado, con munición real, y
pusimos guardia reforzada en la tienda de armamento. Cuando por televisión
empezaron a emitir películas antiguas nos comenzamos a preocupar. Una vez todos
los soldados en el campamento les autoricé a ir a los teléfonos públicos del
pueblo a llamar a sus familias y yo hablé con mis mandos que, de momento, no me
dieron orden alguna de regresar. Sobre las diez de la noche me ordenaron
recoger y volver a Vitoria. Deshacer un campamento sin luz natural no es tarea
fácil por lo que tardamos un par de horas en poder emprender la marcha. La
entrada en Vitoria fue muy extraña, no había ni un coche en la calle, y yo
imaginaba a muchos mirando a través de las ventanas, pensando en que podíamos
ser una Unidad que iba a consolidar el golpe, ellos no sabían que íbamos a
nuestro cuartel.
Un
capitán amigo, en los cuarteles pequeños todos nos conocíamos, sabíamos bien de
qué pie cojeábamos cada uno, me advirtió de las botellas de alcohol consumidas
por los mandos y los cánticos legionarios que habían coreado varios de ellos,
que ya se encontraban, indispuestos, en sus camas. Tomé ciertas precauciones y
me acosté en un lugar discreto.
A primera hora del martes 24 nos reunieron en
el Cuartel General de la Brigada, y allí viví una de las reuniones más
surrealistas de mi vida. El general dijo algo así como que todos tranquilos que
estábamos esperando órdenes (el Congreso seguía aún secuestrado), y un coronel,
Lorenzo Roca, preguntó: pero órdenes, ¿de quién?, pregunta que quedó sin
respuesta.
En los
cuarteles había muchos mandos de cierta edad muy nostálgicos de Franco y del
franquismo, pero los jóvenes, en su mayoría, estábamos con la Constitución y la
democracia. Y una cosa es añorar a Franco y otra dar un golpe de Estado, tal
como quedó demostrado, nadie salió a la calle con sus tropas a secundar el
golpe.
Uno de
los recuerdos más bonitos que tengo de aquel día es una carta que, muchos años
después, me remitió una persona que como soldado estuvo a mis órdenes en toda
esta movida. Y me agradece el que les dejase llamar a sus casas, con sus padres
muy asustados, y la información que en todo momento les fui dando.
-El desasosiego, el recelo social entre
los ciudadanos o entre ciudadanos y militares debía ser bastante cortante,
cuéntanos…
-En
España el recuerdo de Franco estaba muy vivo, con todo lo que tenía de negativo
hacia el ejército. Pues a eso debes añadirle el enrarecimiento que en el País
Vasco incorporaba el terrorismo etarra, muy activo en esos años. Hay que
recordar (algo que hoy se ha olvidado) que a lo largo de 1980 Adolfo Suárez
pasó un profundo viacrucis, con otros partidos y, muy especialmente, con sus
“barones” de UCD. El ambiente, en general, era muy incómodo y los ruidos de
sables muy frecuentes. Dentro del ejército había mucho nostálgico del franquismo
pero, como acabo de decirte, también nos reconocíamos oficiales jóvenes
favorables a la democracia y a la Constitución.
-Conocemos
un poco más los recelos entre las diferentes tendencias que tiene la gente de a
pie( y que tenían en aquellos años)…pero se “nos
escapa un poco” lo que se vive dentro del “mundo castrense”¿Cómo eran en
aquellos días las convergencias, divergencias, y puestas en marcha de
posicionamientos entre los militares….?
-Los
demócratas éramos pocos y nos reconocíamos enseguida. Un simple periódico
servía para identificarnos, Diario16, el que mejor información castrense hacía
en la época (dirigido por Miguel Ángel Aguilar), y El Alcázar para los
franquistas. En la novela utilizo mucho algunos artículos de este periódico
ultra ya que se leía mucho en los cuarteles, se podría decir que era el medio
oficial de información política.
-Nos
interesa mucho saber cómo ha sido el proceso de documentación para llevar a
cabo esta novela. ¿Y la metodología de trabajo?
-Documentación
y metodología. Estuve cinco años estudiando estos temas, para mi tesis
doctoral, así que documentación la tengo toda. Sí he consultado la hemeroteca,
por contrastar algunas cosas, poco más. Sobre la metodología, me decías antes
que soy “clásico” escribiendo, pues más lo soy preparando: utilizo los
cuadernos de toda la vida, y escribo con pluma. Voy anotando, mucho, y cuando
escribo en el ordenador pongo señales en lo que ya he utilizado. Preparo breves
biografías de los protagonistas, siempre en papel, y me hago cronologías. Y
escribo todos los días, unas tres horas, y cada cierto tiempo repaso, y borro,
bastante, y cuando ya está el “primer borrador”, lo dejo reposar un mes. Y lo
releo, y corrijo, y así…, hasta que creo que está finalizada. Y la doy a leer a
dos o tres personas, y me fio de su criterio, por lo que sigo corrigiendo.
Tardo aproximadamente un año, como en todos mis libros, desde que empiezo hasta
que acabo pasan unos doce meses.
-Amigo,
Javier, ¿en qué estás trabajando en estos momentos…nos puedes dar alguna pista?
-Pues sí,
y me agrada hacerlo. He decidido seguir escribiendo novelas (y ensayos, claro,
ahora estoy con un manual de Derecho Constitucional) y lo voy a hacer siguiendo
el modelo de la primera, con temas que conozco bien, históricos. Tengo ya
bastante avanzada la segunda, que será sobre la guerra civil en Aragón. Este
año se cumplen ochenta años desde el levantamiento militar que dio origen a la
guerra y Aragón fue la zona de España en la que más combates hubo, por lo que
estoy intentando llevar a algunos protagonistas ficticios por todo Aragón:
Barbastro, Zaragoza, Chimillas, Belchite, Bielsa, Teruel, Alcañiz, el Ebro, …., de tal manera que alguien que se
acerque a su lectura entienda que fue un conflicto nacional, en toda España,
pero que sea consciente de todos los escenarios aragoneses en el conflicto. Cabanellas, Franco, Durruti, Ascaso, Yagüe, García-Valiño,
Modesto, Líster, Walter, etc., se mezclan con
milicianos, maestros, sargentos, comandantes, y con sus esposas e hijos, con
periodistas, y asesinos, con paseadores.
Y te diré que ya tengo la idea de la tercera,
pero esa está solo en pinceladas dispersas, muy en mantillas. Una vez que he
empezado no pienso dejarlo. Espero que me entrevistes tras la publicación de
todas ellas.
22674
La amante del general. Javier Fernández López
230 páginas 16 x 23 cms.
15.00 euros
Doce Robles
Zaragoza, años 80. Un
matrimonio de militantes comunistas, abrumado por la muerte de su hija, que
causó el hijo drogadicto de un militar. Una profesora de instituto que oculta
su peculiar relación amorosa. Un joven con peligrosas amistades en el ambiente
fascista de la ciudad. Dos estudiantes, fascinadas con una democracia que se
abre camino a trompicones. Un capitán general que coquetea con la amenaza de la
trama golpista. Una ciudad que vive bajo la amenaza del golpe de Estado
militar. La amante del general, la primera novela del escritor, militar y
profesor Javier Fernández, compone un apasionante fresco sobre los delicados
momentos que se vivieron en la última etapa de la Transición española.
Personajes reales y ficticios conviven en una etapa de fuertes tensiones
militares, políticas y sociales que convergen en el fatídico 23 de febrero.
Javier Fernández López
es militar, abogado, profesor universitario, investigador, político y escritor.
Ex-Delegado del Gobierno en Aragón. Perteneció
a la Junta Directiva de la Fundación de Estudios Políticos y Constitucionales
“Lucas Mallada”, es presidente de la Fundación “María Domínguez”, dedicada al
pensamiento y la reflexión política, y vicepresidente de la Asociación
Aragonesa de Escritores.
Cuenta con
numerosas publicaciones ensayísticas en torno al Derecho y al Ejército.
Sobre Javier
Fernández López en wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Javier_Fern%C3%A1ndez_L%C3%B3pez_(pol%C3%ADtico)
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