La
Librería de El Sueño Igualitario
Carlos Salinas nos
retrata, desde publicaciones de la Universitat d´ Alacant, cómo fue la vida en
la retaguardia en esta ciudad del sur del País Valencià.
Lo que nos dice Publicacions de la Universitat d´ Alacant sobre este libro:
Alicante fue el escenario último de la Guerra Civil. Este libro intenta
explicar cómo transcurrieron los tres años de conflicto para los habitantes de
la ciudad, el día a día de miles de personas que sufrieron la guerra a cientos
de kilómetros del frente de batalla, entregados a la producción de suministros
para el frente y a sus actividades diarias: las más básicas, como trabajar,
dormir, atender a la familia... pero también hacer la compra, cocinar, pasear,
ir al cine... en definitiva, vivir.
No se trata, por tanto, de una obra centrada en el desarrollo del conflicto
bélico, sino en la vida de las gentes en una época incierta y convulsa marcada
por la carestía y por los crueles bombardeos casi diarios sobre la población
civil.
Por su especial relevancia y especificidad, también se describen los casos
de Alcoi y Elche.
El autor, Carlos Salinas
La edición, que incorpora una importante elección fotográfica, se
complementa con una colección de fragmentos de los diarios de Eliseo Gómez
Serrano y Ángel Pérez Devesa que sin duda facilitarán
al lector el acercamiento a la realidad de un período tan difícil.
Cazarabet conversa con Carlos Salinas:
-Carlos,
amigo, ¿qué es lo que te ha llevado a escribir este libro sobre Alicante en
guerra?
-Publicaciones de la Universidad de Alicante me
encargó coordinar la edición de un libro sobre la guerra civil en Alicante
dentro de la colección L´Ordit. Las características
de esta línea editorial son las que consideré que debían estar presentes en un
libro con vocación de llegar a un gran público no especialista. Está escrito
por un grupo de investigadores que han realizado una divulgación con rigor para
ofrecer claves de compresión, no un examen largo del periodo, desde una perspectiva local pero
no localista. El objetivo último es proporcionar conocimiento para la
compresión de nuestro medio e incorporar la memoria histórica de aquel periodo
al desarrollo de proyectos democráticos compartidos.
-En términos generales y brevemente,
¿cómo fue la Guerra Civil en Alicante?
-En Alicante la Guerra de España no mostró el aspecto
del frente de batalla, pero a partir del mismo 18 de julio se hizo presente en la vida diaria de todas
las personas. La provincia de Alicante aportó a la defensa combatientes,
municiones, víveres, ropa, hospitales y colonia infantiles, además de la
solidaridad y los recursos de sus pueblos y ciudades bombardeados por la
aviación fascista italiana.
-Una guerra, la que tuvo lugar en
Alicante, caracterizada por los bombarderos. Explícanos cómo fue la defensa de
la población civil hacia este hostigamientos?
-El primer ataque aéreo se produjo el 5 de noviembre
del 36, vísperas de la ofensiva franquista sobre Madrid; a partir de aquel día
Defensa Pasiva organizó una red de escuchas y comenzó la construcción de
refugios. Para su distribución se tuvo en cuenta la densidad de población de
los barrios, empezando desde el centro cercano al puerto hacia la periferia. En
el verano de 1937 la ciudad ya contaba con 42 refugios con capacidad para 20000
personas. Y al finalizar la guerra se disponía de casi un centenar.
-Antiaéreos,
defensas en la costa y refugios. Háblanos de cómo fue la disposición de estos
antiaéreos, de estas defensas colocadas en la costa y, sobretodo, nos interesa
ese mapa de los refugios…
-Hay inventariadas 28 estructuras defensivas en la
costa y 18 junto a las vías de acceso desde Madrid y Murcia. Las encontramos en
la playa del Tamarit (Santa Pola),
el puerto de Santa Pola, el Clot
de Galvany (Elche) y en Alicante (playa del Baver, Serra Grossa y Cap de l´Horta). .Algunos
refugios han sido rehabilitados y son visitables: Cervantes (Alcoi), el Fondó (Monovar), el de Onil, Santa Justa
en Orihuela y el de la plaza Séneca en Alicante.
-¿Cómo eran los refugios?
-Variaban en función del lugar y el aforo previsto.
Solían ser largas galerías subterráneas, recubiertas de hormigón, con dos o más
entradas, dotadas de conductos de ventilación, teléfono y botiquín. El
Cervantes (Alcoi), por ejemplo, tenía una superficie
de 292 m2 y capacidad para
1166 personas.
-¿Qué ciudad e ciudades de Alicante se
encontraban no sé como más en el “ojo del huracán”… en ese transcurrir del día
a día? –
-Especialmente aquellas con instalaciones portuarias por
donde entraban suministros y disponían de embarcaciones (Torrevieja,
Santa Pola, la Vila Joiosa,
Xàbia y Dénia). Además
Alicante, que contaba con los depósitos de combustible de CAMPSA, y Alcoi, la ciudad transformada en fábrica de producción de
material bélico. Las dos ciudades sufrieron constantes bombardeos durante el
conflicto, destacando por su impacto psicológico y los 300 muertos el ataque
planificado sobre el Mercado alicantino.
-Y esos
últimos días dramáticos que gentes afines y leales a la República acabaron
apiñándose en el puerto de Alicante en busca de embarcarse en un barco que les
llevase al exilio, como el último barco, el Stanbroock,
parte hacia Argelia bajo el mando del capitán galés Archivald Dickson.
-Cuando el 26 de marzo de 1939 se hizo evidente lo
ilusorio de una rendición digna acordada entre Franco y la Junta de Casado, la
gran esperanza era huir hacia Alicante
en buques protegidos que nunca llegaron. Dickson aceptó que subieran a bordo unas
3000 personas, sin distinciones ni pagos, sobrecargando al máximo de cabida. Al
día siguiente, el 29, zarpó el Maritime de mayor
tonelaje con solo una treintena de pasajeros. Los vencedores ni siquiera
aceptaron declarar zona neutral el puerto. Tanta frustración provocó decenas de
suicidios.
-Alicante
también era tierra de niños y niñas refugiados:¿cómo
les fue durante la contienda y qué fue de ellos en la posguerra?
-La lejanía del frente y la solidaridad de las
poblaciones en retaguardia explican que el Ministerio de Instrucción Pública organizara
numerosas colonias en la provincia de Alicante, y en otros territorios
republicanos y del extranjero, para alejar de los peligros del frente a los
menores de 16 años. Procedentes de Talavera, Madrid, Toledo y Málaga, fueron
alojados en fincas y palacetes requisados, manteniendo a los hermanos juntos.
Se les proporcionó cobijo, alimento, ropa y enseñanza reglada dentro del
proyecto pedagógico que consideraba a la colonia colectiva como un hogar
educador para los futuros ciudadanos de la república libre. Otro sistema
empleado fue confiarlos a familias de acogida voluntarias. A medida que la
guerra avanzaba crecieron las dificultades pero aquellos escolares recordaron
años después su infancia en paz en aquellos terribles años. Al terminar las
operaciones militares la Falange y Auxilio Social los entregaron a sus
familiares y los huérfanos a distintos orfelinatos.
-Y el abastecimiento de los productos
básicos y “ese cubrir” las necesidades básicas, ¿cómo fue?
-Muy difícil. La guerra provocó desbarajustes en la
producción y distribución de artículos básicos. Las dificultares se agudizaron
conforme se reducía el territorio republicano. Sobrecargados sus pueblos con
refugiados, las comisiones locales y provincial de abastos no fueron lo
suficientemente eficaces para solucionar la escasez, el alza de precios, las
colas diarias para todo, desmoralizadoras, el mercado negro y el uso del tabaco
como moneda de cambio.
-Amigo, ¿cómo ha sido el proceso de
documentación para la realización de este libro?
-La documentación no partía de cero puesto que los
autores de cada capítulo habían realizado investigaciones previas. No obstante,
fue necesario actualizar datos y añadir cartografía y fotografía actuales.
-Las fotografías, los dibujos
infantiles, los diferentes documentos que aquí acompañan tu libro, aportan algo
especial. Coméntanos.
-Son documentos primarios por lo que puedan ser
utilizados como recurso didáctico; también amplían la información a lectores
más avanzados y generan empatía histórica imprescindible en relatos sociales.
En este sentido, destaco la mirada de la infancia sobre la guerra a través de
sus propios dibujos; y los Diarios del médico Ángel Pascual Devesa
y del profesor y diputado Eliseo Gómez Serrano.
-Haces referencia en tu libro a la “huella
literaria de la Guerra Civil en Alicante”; ¿qué les puedes avanzar en lo
referente a esto a nuestros lectores?
-Es su autor, el catedrático de la Universidad de
Alicante Ríos Carratalá, quien nos dice que es una
literatura al servicio de la propaganda, poesía y prosa condicionados por las
circunstancias cuya huella se articula en torno al silencio, el dolor y la
derrota en escenarios que son ahora, en el ámbito literario, lugares de memoria necesarios para la
convivencia. Citemos dos nombres imprescindibles: Max Aub
y Miguel Hernández.
25672
Alicante en guerra.
La vida en la retaguardia (1936-1939). Carlos Salinas Salinas
(ed.)
100 páginas 20 x 14 cms.
12.00 euros
Universidad de Alicante
Alicante fue el escenario
último de la Guerra Civil. Este libro intenta explicar cómo transcurrieron los
tres años de conflicto para los habitantes de la ciudad, el día a día de miles
de personas que sufrieron la guerra a cientos de kilómetros del frente de
batalla, entregados a la producción de suministros para el frente y a sus
actividades diarias: las más básicas, como trabajar, dormir, atender a la
familia... pero también hacer la compra, cocinar, pasear, ir al cine... en
definitiva, vivir.
No se trata, por tanto, de una obra centrada en el desarrollo del conflicto
bélico, sino en la vida de las gentes en una época incierta y convulsa marcada
por la carestía y por los crueles bombardeos casi diarios sobre la población
civil.
Por su especial relevancia y especificidad, también se describen los casos de Alcoi y Elche.
La edición, que incorpora una importante elección fotográfica, se complementa
con una colección de fragmentos de los diarios de Eliseo Gómez Serrano y Ángel
Pérez Devesa que sin duda facilitarán al lector el
acercamiento a la realidad de un período tan difícil.
_____________________________________________________________________
Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069