Cazarabet conversa con... Asunción
Esteban, Dunia Etura i Matteo
Tomasoni, coordinadores de “La alargada sombra del
franquismo. Naturaleza, mecanismos de pervivencia y huellas de la dictadura” (Comares)
Asunción Esteban, Dunia Etura
i Matteo Tomasoni coordinan
esta obra escrita por plumas que analizan, reflexionan, investigan y estudian
la naturaleza, mecanismos de pervivencia y las huellas de la dictadura.
El libro lo edita Comares.
El franquismo viene siendo un asunto
recurrente en la historiografía española y posiblemente uno de los principales
temas de debate en la historia de España. No obstante, consideramos que aún
quedan cuestiones pendientes de estudio como su naturaleza, los motivos de su
larga duración o las huellas que ha dejado en la sociedad actual. Con un
enfoque multidisciplinar, reconocidos expertos en la materia abordan en este
libro estas preguntas desde diferentes perspectivas, que van desde el análisis
histórico, sociológico, o educativo al de género. El resultado es una ponderada
y extendida reflexión que afronta cuestiones esenciales como las raíces
ideológicas, la construcción y consolidación del sistema, los instrumentos de
dominación y legitimación del régimen; el control y el papel desempeñado por
los medios de comunicación en la configuración de la mentalidad, y la herencia
político-institucional y sociológica del franquismo. Es hora ya de cerrar tan
negro capítulo de nuestra historia reciente para lo que resulta imprescindible,
como defienden los especialistas en los archivos, conservar las pruebas
escritas de las violaciones de los derechos humanos. Hoy más que nunca,
consideramos que el planteamiento aquí propuesto contribuye a aportar nuevos
enfoques con el fin de ampliar y enriquecer el debate sobre el franquismo. Por
ello, nuestro objetivo es demostrar que solo a través del estudio crítico del
pasado puede entenderse el presente y, a la vez, recuperar una memoria que nos
pertenece a todos.
Los coordinadores y escritores de este libro:
Asunción Esteban, es doctora y profesora
Titular de Historia Medieval en la Universidad de Valladolid. Sus líneas de
investigación se han articulado en torno a la Historia Social (Conflictos
sociales urbanos en la Baja Edad Media) y la Historia de Genero (mujer y
herejía). Asimismo ha desarrollado una intensa actividad de gestión como
organizadora de jornadas y debates sobre temas de Memoria Histórica, dirigidos
tanto a la comunidad universitaria como a la ciudadanía. Dentro de, este ámbito
de trabajo ha coordinado las publicaciones: La memoria de los olvidados (Ámbito
Ediciones, 2004), Memoria de la Transición (Universidad de Valladolid, 2010);
La revolución educativa en la Segunda República y la represión franquista
(Universidad de Valladolid, 2014) y ¿Fachadolid?
Jornadas ciudadanas sobre el franquismo en Valladolid (Editorial Fuente de la
Fama, 2018).
Dunia Etura, es
doctora y profesora del área de Periodismo de la Universidad de Valladolid.
Además, imparte docencia en el Máster en Investigación de la Comunicación como
Agente Histórico y Social y en el posgrado Especialista en Estudios de Género y
Gestión de Políticas de Igualdad de la misma universidad. Ha realizado
investigaciones sobre igualdad y violencia de género, la inclusión del
feminismo en la televisión en España y sobre las mujeres en el franquismo y la
transición democrática. Ha coordinado la publicación La comunicación en clave
de igualdad de género publicado por Fragua (2016) y es autora del libro Textos
periodísticos españoles para la Historia (1661-2016) de la editorial Cátedra
(en prensa). Ha dirigido la campaña “IgualesUVa” de
la Universidad de Valladolid y es autora de la instalación itinerante “La
violencia de género no es un cuento”.
Matteo Tomalson,
es Doctor en Historia por la Universidad de Valladolid. Su ámbito de
investigación se centra en el estudio de la historia política del periodo de
entreguerras y del fascismo transnacional. Es miembro de la redacción de las
revistas Diacronie – Studi
di Storia Contemporanea y Zibaldone, Estudios italianos. Entre sus publicaciones más
recientes recordamos: El Caudillo olvidado. Vida, obra y pensamiento de Onésimo
Redondo (Comares, 2017), “El apóstol del
irredentismo. Damiano Chiesa entre historia y
memoria” (revista Zibaldone, 2018), “Fra tradizione e rivoluzione. Onésimo Redondo e la percezione
della ‘Nuova Spagna’ (1931-1936)” (revista Spagna
Contemporanea, 2015).
Cazarabet
conversa con Asunción Esteban, Dunia Etura y Matteo Tomasoni:
-Amigas Asunción,
Dunia y amigo Matteo qué es lo que os llevó a
coordinar este libro ,La alargada sombra del franquismo que edita Comares, reuniendo todo este “elenco” de firmas muy, muy
especializadas y que cada una aporta esa especialidad bien investigada,
estudiada y reflexionada…?; ¿qué finalidad o
finalidades esperabais asumir?
(Asunción/Dunia) Lo que nos movió a organizar el
Congreso fue la convicción de que el debate seguía vivo. Estamos convencidos de
que no hemos hecho el ejercicio imprescindible de conocer y afrontar nuestro
pasado de 40 años de franquismo. No solo porque durante esos años el régimen se
encargó de adoctrinar a la población mediante el eficaz sistema de controlar la
educación, sino porque la condición para recuperar la democracia que nos habían
robado fue el olvido de:
la democracia que perdimos;
las víctimas que se cobró la imposición
del nuevo régimen dictatorial;
no haber hecho justicia. En la
transición y como parte de la reconciliación se nos impuso una amnesia
colectiva que supuso no solo el olvido de las víctimas sino también la
impunidad de sus responsables
Esta es la causa de que en el debate
pretendiéramos no solo conocer el significado del franquismo y su larga
duración, sino también las huellas que ha dejado en nuestra sociedad actual. Contra la
evidencia socialmente compartida de que el fascismo fue derrotado en los campos
de batalla, somos conscientes de que sigue activo, aunque mostrarlo no sea
fácil porque existe una malla ideológica que impide ver la realidad. Por esta
razón es imprescindible que hagamos un ejercicio permanente de memoria. Como
advirtió Walter Benjamin, un filósofo que murió hace
casi ochenta años acorralado por el fascismo europeo en Portbou:
“ni
siquiera los muertos estarán seguros si el enemigo vence. Y ese enemigo no ha
cesado de vencer”.
-¿Qué “huecos”
dentro de la investigación, estudio y reflexión de la historiografía en torno
al franquismo venía a cubrir este libro?
(Matteo)
-No consideramos que se trate de rellenar unos “huecos”, de la forma
propiamente dicha, sino más bien plantear algunas cuestiones que siguen siendo imprescindibles
para afrontar en el debate. Sobre todo, nos hemos movido con la intención de
reunir a un conjunto de especialistas y profesionales de distintas áreas que
pudieran proporcionar un análisis mucho más completo y sobre todo atento a las
exigencias de un público más o menos especializado. Consideramos que un punto
fuerte de este libro es el haber planteado un diálogo abierto, pero sobre todo
transversal en cuanto al surgimiento, consolidación y herencia que nos ha
dejado el franquismo; todo ello, observado desde el punto de vista
interdisciplinar gracias a la aportación de historiadores, sociólogos,
periodistas, etc.
-¿Por qué se
construye de manera tan firme como para durar, como régimen fascista, 40 largos
años y “evitar” el resultado de una II Guerra Mundial que derrocó al fascismo
de Mussolini y al nazismo de Hitler?
(Matteo)
-Una de nuestras principales preocupaciones ha sido ahondar en la pervivencia
del franquismo durante cuarenta largos años. En la primera parte del libro, se
analizan las raíces ideológicas que fueron fundamentales no sólo para dar un corpus doctrinal al régimen, sino
también para consolidar el poder adquirido por Franco. Creo que no podrían
entenderse esos pilares ideológicos sin centrar nuestra atención en la
participación activa de dos agentes con gran capacidad de movilización
política: el fascismo y el catolicismo. En cuanto al primero, como subraya uno
de los máximos especialistas sobre el fascismo español, Ferran
Gallego, fue determinante a través del movimiento falangista para alimentar un
proyecto político marcadamente nacional y revolucionario – en línea con los
fascismos europeos – y que vio en el 18 de julio de 1936, la oportunidad tan
esperada para crear un nuevo Estado. Por otro lado, el franquismo encontró en la
Iglesia una institución que le dio legitimidad y apoyo para volver a imponer
los preceptos católicos (pensemos en la recuperación de la histórica misión
evangelizadora de España) o establecer el mito de la Cruzada. Este proceso fue
a la base de un proyecto político que se benefició del apoyo intelectual, creó
una nueva clase dirigente y asesoró a las decisiones tomadas por el Caudillo
sin perder de vista el objetivo – especialmente desde 1945 en adelante – de la
supervivencia. Un proyecto que, lógicamente, excluía directamente a los
vencidos y ponía en duda la existencia de cualquier forma de oposición a través
de la omnipresente represión. Para que esto tuviera además un papel pedagógico,
el franquismo no tardó en desmantelar – como afirma Carme Molinero – todo tipo
de “espacios y formas de sociabilidad republicanos”, reemplazados por una
estructura apática, jerarquizada y piramidal. No cabe duda de que el
adoctrinamiento y el estricto orden impuesto por la autoridad franquista,
fueron la clave del éxito social de un régimen que supo adaptarse a las nuevas
formas políticas y abandonar (oficialmente) ipso
facto, su oscuro pasado fascista.
-Los nombres de
los que se rodea el franquismo, su Corte, es fundamental o debe serlo para que
perdure tantos años…
(Matteo)
-Ciertamente, lo fue la Corte como lo fueron sus incondicionales. El franquismo
no fue sólo la figura de Francisco Franco, sino un conjunto de fuerzas que
trabajó al servicio exclusivo del Caudillo.
Gracias a la posición adquirida durante la fase de consolidación del régimen,
Franco pudo “atar” a una sociedad que fue largamente sometida a la voluntad de
ese caudillaje. Eso no hubiera sido posible sin la complicidad y actuación de
los principales dirigentes del Movimiento, cuyo principal fin, además de la
supervivencia del régimen, radicaba en ese incuestionable afán por el poder y
el mando entre las más altas esferas del Estado.
-Se
movía el régimen en una constante ósmosis?...lo que
quiero decir es que Franco facilitaba a cambio de que el poder que se construía
a su alrededor le cubriese las espaldas…
(Matteo)
-Como afirman en sus respectivos apartados, Ismael Saz y Enrique Moradiellos, siendo además estos últimos entre los
principales expertos en cuanto a la figura de Franco y el ‘mito del
caudillaje’, hubo en efecto una estrategia “homogeneizante”
que permitió al dictador disfrutar de un poder autoritario. Esto se llevó a
cabo gracias al control de los tres poderes fundamentales del nuevo régimen
(militar, religioso y político), favorecido por el oportunismo muy frecuente en
las cadenas de mando, así como en la estructura piramidal propia del régimen.
-De todas formas,
el propio Franco y sus más allegados, sacan réditos de todas estas operaciones…él
repartía y dejaba hacer, pero se quedaba siempre con un buen pedazo, de manera
más o menos directa…
(Matteo)
-Tal y cómo hemos comentado con antelación, el poder de Franco estaba
representado por sus más estrechos colaboradores, hasta tal punto que el
control era absoluto. Nadie podía permitirse ostentar un mando sin tener el
permiso del Caudillo, así como vemos bien reflejado en multitud de casos. Más
allá de lo que fue un sistema basado en el personalismo político y la obsesión
por el control social, está claro que el régimen y – in primis – su cúpula dirigente, miraron
con atención hacia los más desfavorecidos, los vencidos, quienes humillados y
maltratados, fueron además despojados de sus bienes materiales. Está comprobado
que muchas fortunas surgidas durante el régimen, incluyendo la de la familia
Franco, fue en efecto llevada a cabo bajo amenaza y el uso sistemático de la
fuerza y la represión.
-¿Cómo logra
esquivar todo lo que se deriva de lo acontecido en la II Guerra Mundial?. –¿Podríamos decir que sale
“hasta bien parado” de este conflicto o de los efectos colaterales del mismo?
(Matteo)
-Como ha subrayado en sus investigaciones el ya citado Profesor Enrique Moradiellos, es cierto que a raíz de la victoria en abril
de 1939 el régimen se caracterizó por una rápida fascistización
condicionada por la presencia de los aliados ideológicos en los campos de
batalla. No obstante, la situación en la que se encontraba el país tras una
devastadora guerra civil, condicionó la neutralidad de España ante los hechos
de la Segunda Guerra Mundial. Esto no quiere decir que Franco no fuera
partidario del Eje, así como se demostró por una identificación – me atrevería
a decir casi total en sus comienzos – del régimen con sus aliados, siendo en
este sentido funcional el envío de un cuerpo de voluntarios al frente ruso bajo
el nombre de División Azul. Pero otra cosa bien distinta fue la necesidad de
compaginar esta relación ‘preferencial’ con, desde el año 1942, las potencias
aliadas. Estas últimas no sólo controlaban el espacio marítimo, sino también
acabaron por condicionar los suministros y la misma existencia del régimen
franquista, por lo que fue a partir de este momento cuando la “supervivencia”
se interpuso a la ideología. Está claro que el final de la guerra en 1945, no
libró al franquismo de su culpabilidad, pero si permitió a Franco elaborar una
nueva estrategia que, años más tarde, le dio la tan anhelada estabilidad.
-Franco y el
franquismo construyen una propia cultura recogiendo, quizás---estoy preguntando---ciertas
formas o maneras que vienen de otras dictaduras y que se sustentan dando poder
a la Iglesia y embriagando la educación….
(Matteo)-
Sin duda hay una tendencia del franquismo, por lo menos en sus inicios, a la
imitación. El ejemplo del modelo ideológico representado por el fascismo es
ejemplar en este sentido: valdría con recordar, incluida entre las leyes
fundamentales, el caso del “Fuero del Trabajo” (1938) basado en la Carta del Lavoro
del fascismo italiano, pero también las creación de un sistema de
organizaciones como fue el caso del Auxilio de Invierno (luego Auxilio Social),
emulando la Winterhilfe
de la Alemania nazi. La Iglesia tuvo la oportunidad de beneficiarse enormemente
de esa condición y trabajó al lado del régimen para reestablecer
su posición perdida durante la etapa republicana. Y efectivamente, entre otros
aspectos de la vida cotidiana, fue sobre todo en la educación donde el
ministerio eclesiástico pudo ejercer su autoridad, formando a las nuevas
generaciones en el acatamiento a la ideología y la fe.
-¿Cómo gestionó a
los medios de comunicación durante este tiempo dictatorial para que hubiesen
tan pocos “escapes”?
(Dunia) -Como argumenta el
catedrático Ricardo Martín de la Guarda la
diferencia entre propaganda e información no existía para los golpistas, por
este motivo antes
incluso de que acabase la guerra, en 1938, se aprueba la Ley de Prensa,
conocida como Ley Suñer y que aunque es aprobada en un momento excepcional,
estará casi tres décadas vigente. Esta Ley de Prensa se caracterizaba por su
extraordinario poder coercitivo. A través de sus veintitrés artículos, la
dictadura se aseguraba la organización, vigilancia y control de la institución
nacional de la Prensa periódica. El Estado tenía la potestad de cerrar y abrir
medios, designar a sus directores, vigilar la actividad de la prensa, así como
llevar a cabo la censura previa. Además se creó un Registro Oficial de
Periodistas para llevar a cabo una depuración de la profesión. De las 4.000
solicitudes presentadas, solo 1.800 obtuvieron
el carnet que les permitía ejercer la profesión. Además en 1941 se creó la
Escuela Oficial de Periodistas por la que tenían que pasar todos aquellos que
quisieran ejercer la profesión, de este modo la dictadura se cercioraba que
todos los profesionales del periodismo recibían una formación acorde con sus
expectativas. En 1966 se aprueba una nueva Ley de Prensa que será conocida como
Ley Fraga que prometerá mayor libertad y aperturismo, si bien es verdad que
habrá cambios como el fin de la censura previa, el régimen mantendrá inamovible
su postura hacia los medios con el fin de seguir controlándolos y
amordazándolos, lo que le llevará, para imposibilitar que las ideas
críticas tengan cabida en las informaciones, a establecer un duro sistema de
multas.
-¿Cómo “callaba”
a los pocos o pocas que intentaban acariciar la libertad dentro de esta
dictadura?
(Matteo/Asunción)
-Como sabemos, el régimen no tuvo excesivos problemas en mantener “callados” a
los opositores. Lo hizo desde sus inicios de la forma más violenta y con el uso
de la coacción, aunque a lo largo de toda la dictadura la presencia de la
represión política fue constante. Un caso sin duda emblemático de oposición
también desde el interior fue el llamado “Contubernio de Múnich” (oficialmente:
IV Congreso del Movimiento Europeo, desarrollado entre el 5 y 8 de junio de
1962) que reunió en la ciudad bávara a un nutrido grupo de opositores entre los
cuales se manifestaron, por primera vez, grupos que provenían desde ‘dentro’.
Evidentemente el caso alimentó una durísima represión contra todos aquellos que
habían tomado parte al encuentro y que se llevó a cabo según regresaban a
España. No obstante, es importante recordar que la peor parte se la llevaron
los grupos, partidos o asociaciones que mantenían – en su casi totalidad en la
clandestinidad – una firme oposición al régimen y que hasta la misma muerte del
dictador, en noviembre de 1975, estuvieron ante la constante amenaza de la
persecución.
-La
estrategia del silencio, del castigo y del escarmiento desde la base de una
escuela que castigaba, desde el púlpito que gritaba y señalaba, desde los
poderes que se lucían en todas las procesiones del año… funcionó ¿por qué
tanto?
(Asunción) -No hay una sola respuesta. Creo
que el gran logro del franquismo fue normalizar el franquismo… Primero mata,
encarcela y expulsa a los que puedan representar un peligro y luego manipula
las mentes de los que quedan sobre la base del miedo. El control de la
educación y el púlpito permite un adoctrinamiento que solo al final del régimen
comienza a tener fisuras. La Iglesia ha tenido un poder en España superior al
que ejercía en otros países. Hay que tener en cuenta que aquí se identifica
desde la reconquista patria y religión. Ser español va indisolublemente unido a
ser católico y esa herencia la recoge muy bien el franquismo.
-Cuanto más
ignorante y “miedosa” es una ciudadanía más pronto y con más poco se conforma?
(Asunción) -Desde luego, por eso el control de
la educación siempre ha estado controlado por el poder. La ignorancia y la
falta de consciencia nos deja a merced de la ideología
establecida y vulnerables a la manipulación, sea del signo que sea.
-¿Todo esto se
fundamentó a “golpe duro físico y psíquico” durante la primera etapa del
franquismo? Supongo que luego solamente tienes que mantener el pie sobre el
acelerador y amenazar con volver a pisar para que todos y todas se pongan
firmes y con la mirada baja…?
(Asunción/Matteo/Dunia)
-Esa primera etapa fue fundamental porque es donde se inoculó el terror.
Pensar, diferir, opinar… comportaba un riesgo demasiado grande. Pero no es solo
cuestión de controlar la intensidad del acelerador, porque la sociedad a pesar
de todas las dificultades fue cambiando y la presión exterior se hizo sentir, a
pesar de la legitimación del régimen por parte de los países de Europa y por
Estados Unidos. La propia Iglesia modificó sus posiciones. Eso le exigió al
régimen introducir algunas mejoras aunque solo fueran una fachada.
-Pero estaría mal
que olvidásemos a todos y todas los que presentaron “resistencia”… la había y
no poco, aunque entre unos y otros también la tapaban para que no cundiese el
ejemplo….
(Asunción) -Sin la resistencia
nunca habría habido mejoras en la historia. El poder tiene que saber por lo
menos que hay límites a su dominación. Es importante recuperar la historia de
los y las que resistieron no solo porque es de justicia, sino porque sin
referentes es más difícil seguir la lucha de todos los que nos han precedido
por la libertad, la justicia y la igualdad.
-La mujer es pieza
fundamental en cualquier etapa histórica…¿cómo la
utilizó la maquinaria del franquismo para asentar la dictadura?, pero desde la
mujer también surgió la lucha contra el franquismo…
(Dunia/Asunción) -Aunque hay
etapas en las que es difícil comprobarlo, La mujer ha luchado históricamente
por su emancipación pero ha sido un proceso (lo sigue siendo) difícil porque la
sociedad patriarcal convierte a la mujer y a su papel como fundamento de la
familia en el soporte del sistema, de los sistemas tanto los que nos han
precedido (antigüedad y feudalismo) como en el actual. La burguesía cuando
parecía que iba a propiciar la promoción de la mujer la convirtió en la
perfecta casada y en el ángel del hogar. Hay que estar muy atentos y preservar
los logros porque la contrarrevolución siempre atenta contra la mujer y las
clases populares. Uno de los elementos fundamentales para la legitimación del
nuevo orden, fue el control de las mujeres como sujetos cardinales para el
establecimiento y la continuidad del mismo. Pero desde el momento mismo en que
el franquismo comenzó a diseñar el arquetipo de mujer ideal franquista hubo
mujeres que se rebelaron contra ese modelo, primero individualmente y luego
organizadas, esas organizaciones tuvieron su eclosión en 1975 con el estallido
del movimiento feminista español que confluyó con el Año Internacional de la
Mujer, no por casualidad. La lucha de todas esas mujeres que consiguieron
incluir en la agenda política, muy a pesar de los políticos tanto de la derecha
como de la izquierda que veían la urgencia en otros temas, cuestiones que
afectaban a la vida de las mujeres y hombres españoles como el uso de
anticonceptivos, la despenalización del adulterio, la patria potestad, el
divorcio, el aborto, entre otras muchas cuestiones, fue decisiva para alcanzar
muchos derechos que siguen vigentes hoy en día. Sin embargo, su inmensurable
función ha quedado borrada de la narrativa oficial de la transición
democrática.
-Y desde ahora, ¿qué?, porque entre nosotros….entre el día a día queda y no
poco de aquella convivencia en la dictadura franquista, ¿no?, ¿Somos como
herederas y herederos de esa dictadura y nuestro comportamiento sobre todo en
lo social y en lo político es parte de su sombra, de esta sobra alargada de la
que nos habláis, ¿qué nos podéis reflexionar?
(Asunción) -Queda mucho más de
lo que creemos. Lo que no somos capaces de ver demuestran esa expresión de E.
Silva de que “todos somos franquismo”.
Cuando iniciamos la organización del congreso muchos cuestionaban la
pervivencia del franquismo, hoy algo menos después de la aparición de Vox. La
extrema derecha, antes en el PP y callada, no tiene ningún perjuicio en
reivindicar los valores, símbolos y actuaciones del franquismo. Pero ha
herencia es muy sutil, 40 años de dictadura y la normalización del franquismo
del que hablaba antes nos ha condicionado de tal manera que solo desde una
consciencia activa podemos eludir su herencia.
-¿Desde la
educación; desde la pedagogía podemos y debemos sacar todos los instrumentos que
nos ayuden a leer qué fue realmente la dictadura y cómo debemos leerla,
asumirla y hasta “lucharla” desde la herencia?, porque me da que vivimos como
se había planeado desde la propia dictadura… esto del día a día político es a
lo que se refería con “atado y bien atado”?
(Asunción) -Por mi parte, yo
insistiría en la necesidad de la pedagogía de la memoria. Eso significa no solo
estudiar el pasado desde una perspectiva crítica sino además desarrollar
proyectos educativos tendentes al conocimiento y difusión del pasado para
intentar evitar que las tragedias del pasado se repitan en el futuro
-No tengo ni una
duda en tener claro que los archivos que puedan dar luz sobre el franquismo
deberían estar “más que abiertos”---supongo que se me entiende---; que tenemos
todo el derecho del mundo a saber ya “la verdad”, pero explicadnos, ¿es así?
(Matteo)
-Si miramos este aspecto desde un punto de vista más amplio, veremos que se han
producido significativos avances en este sentido. Nuevas generaciones de
historiadores están tomando poco a poco el relevo a las más experimentadas,
proporcionando nuevos enfoques y nuevas propuestas de análisis. No obstante,
seguimos chocando contra dificultades de todo tipo: desde el entramado
burocrático, a la restricción archivística, la dispersión documentaria o,
también, la autorización a la consulta. Es verdad que siguen existiendo ciertos
archivos llamados “problemáticos”, que no siempre están disponibles debido a su
particular condición de acceso. Me refiero, entre otros, al caso de la
Fundación Francisco Franco, o también a los fondos particulares. Pero
recordando lo que he comentado al principio, me parece oportuno subrayar los
avances de estos últimos años, con la apertura de fondos (desclasificados) del
Ministerio de Defensa o del Archivo Militar de Ávila. Son pequeños logros que
la comunidad profesional está celebrando, siendo por fin posible accede a una
documentación – como ha dicho el Prof. Gutmaro Gómez
Bravo – “que no es propaganda, sino
material de trabajo de aquel momento”. Algo que ha sido sin embargo
impensable en otros casos nacionales, como por ejemplo el Reino Unido, donde
los fondos son regulados por ley y no por el partidismo político.
-Se dan
facilidades para estudiar sobre esta dictadura porque para dignificar la memoria
se dan voces, pero a veces se carece de empatía, valentía…?-¿También
aquí el franquismo dejó la memoria versus los archivos y fondos, todo “bien
atado”?
-El franquismo tuvo presente
desde el primer momento que era imprescindible tener controlada a la población
y se esmeró en registrar los datos de sus enemigos reales o potenciales. Por
esa razón los archivos son pruebas contra la impunidad y medios para acceder a
la verdad.
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