La Librería de El Sueño Igualitario


aguirre (1).jpgCazarabet conversa con...   Jesús Vicente Aguirre González, autor de "Al fin de la batalla, y muerto el combatiente... La Rioja 1936-1939" (Santos Ochoa)

 

Otra aportación de Jesús Vicente Aguirre González a la Memoria Histórica.

Sus anteriores aportaciones al mundo de la Memoria Histórica: AQUÍ NUNCA PASÓ NADA 1 y 2

http://www.represionrioja.com/publicaciones/publi-aquinunca.htm

17-18 de julio de 1936. Una parte del ejército español se subleva contra la República. El golpe de estado no logra imponerse en Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia. Su fracaso originará una tremenda y larga guerra civil que asolará los campos de España durante tres años. La muerte no sólo impondrá su guadaña en los campos de batalla, sino también en las retaguardias.

El 19 de julio el ejército sublevado se hace con el control de la ciudad de Logroño. Dos días más tarde, con el refuerzo de las tropas y requetés llegadas de Navarra, toda la región está en manos de los golpistas.

La provincia de Logroño quedará desde entonces en plena retaguardia. Aquí no hay frente de batalla, sin embargo...

Sin embargo casi 2000 personas van a ser asesinadas entre los meses de julio y diciembre de 1936.

Esta es la historia que se cuenta en este libro. A través del conocimiento, primero, de la vida social y política de cada pueblo durante los años de la República. Del seguimiento diario, después, de la vida, y sobre todo de la muerte, en los mismos pueblos a partir del 18 de julio. Para, finalmente, encontrar los datos y cuando es posible la foto, de los 2000 asesinados.

 

image003.jpgAQUÍ NUNCA PASÓ NADA 1

Un libro sobre los 2.000 asesinados en La Rioja (“sin frentes, sin trincheras, sin juicio, sin remisión”). Un libro para conocerles a todos ellos, contextualizar sus historias y sumergirnos en la sociedad en la que vivieron y por la que murieron. Un libro que trata de devolverles su humanidad pisoteada, de mirarles a los ojos…

 

AQUÍ NUNCA PASÓ NADA 2

El autor confiesa: “Han pasado ya tres años desde que apareció el primer tomo de Aquí nunca pasó nada. Más allá del esfuerzo y de la colaboración de tanta gente, lo que sigo preguntándome es cómo pudo ocurrir todo esto”…

Y Paul Preston escribe en el prólogo de este segundo libro: “Ninguna de las investigaciones realizadas con anterioridad por distintos especialistas en la materia nos había preparado para el impresionante trabajo de Jesús Vicente Aguirre González, Aquí nunca pasó nada. La Rioja 1936… el autor ha creado en muchos sentidos el auténtico modelo al que deberían aspirar los estudios provinciales sobre la represión… ha continuado trabajando y ha escrito un volumen suplementario que añade gran valor al texto original. Además de corregir algunos errores de la primera edición, ha añadido más de trescientas nuevas fotografías y documentos. Una fascinante segunda parte del nuevo libro, bajo el título ‘El libro ha salido ya’, informa sobre lo que sucedió tras la publicación de la primera edición del libro y cómo fue acogido en La Rioja. Resume las presentaciones y la correspondencia recibida, así como los nuevos testimonios orales que suscitó. Contiene también un índice detallado de los nombres de las más de 2.000 víctimas mortales de la represión en La Rioja. En este sentido, proporciona un inestimable complemento al primer volumen. Ese primer volumen era un modelo de cómo desarrollar una investigación sobre la represión. Juntos, los dos volúmenes son absolutamente indispensables”.

 

image004.jpgCon añadidos (incorporación de nombres, nuevas historias) y correcciones al libro anterior.

Con el índice onomástico con los dos mil protagonistas (asesinados o muertos a causa de la represión) de los dos libros.

La segunda parte de esta adenda, “El libro ha salido ya”, cuenta cómo fue ese momento de su aparición, las más de 60 presentaciones del libro en pueblos de La Rioja y en otros lugares, las reacciones que suscitó y recoge muchas de las reflexiones que le llegaron al autor a través de cartas y correos electrónicos, así como algunas colaboraciones especiales de historiadores, con el título de “El libro ha salido ya”. (Conviene indicar que del primer libro se han vendido más de 5.700 libros, lo que constituye –según han manifestado los propios libreros y los medios de comunicación riojanos- la cifra más alta alcanzada en La Rioja por un libro con temática riojana. Un libro que, por otra parte, tenía casi mil páginas y pesaba 3 kilos…)

 

Jesús Vicente Aguirre González (Logroño, La Rioja, 1948). En los años 70, junto con su mujer Carmen Medrano, formó parte de algunos grupos de la llamada entonces canción social o de protesta. Al final de la década, y ya como Carmen, Jesús e Iñaki, pusieron la música de fondo a la transición riojana que, al igual que en el resto de España, reclamaba democracia, libertad y autonomía. Posteriormente ha trabajado también otros campos de la comunicación (radio, prensa e imagen). Ha publicado libros de ensayo y poesía. En el año 2000 aparece su trabajo sobre el proceso autonómico riojano La Rioja empieza a caminar.

En diciembre de 2007 publicó en esta misma editorial, la historia de la represión franquista en La Rioja, Aquí nunca pasó nada. La Rioja 1936. Un libro que en sus casi 1.000 páginas encerraba 5 años de trabajo, más de 1.500 fotos y documentos, cientos de kilómetros, vivencias y visitas (a pueblos, familias, archivos…). Una historia de alcance universal, aunque la acción (“en extremo violenta”) transcurriera en una de las regiones más pequeñas del planeta, La Rioja.

Tres años después apareció una adenda con añadidos y correcciones. El título era, de nuevo, Aquí nunca pasó nada. Con el número 2 detrás.



Ahora, firma un nuevo trabajo que recoge nombres y circunstancias de los riojanos que murieron combatiendo en la Guerra Civil. Naturalmente fuera de La Rioja, porque en esta tierra no hubo frentes ni trincheras… La inmensa mayoría, encuadrados en el ejército franquista, como correspondía a una región que, en su totalidad, estuvo en manos de los sublevados desde el 22 de julio del año 1936. Un ejército que formaron, como puede verse en el libro, voluntarios falangistas, requetés e izquierdistas (que buscaban su salvación personal o familiar) y, sobre todo, soldados de reemplazo. 
Conoceremos también a los riojanos asesinados en la retaguardia republicana, igualmente fuera de La Rioja.
Y, finalmente, revisaremos, con añadidos y correcciones, la lista de los represaliados y asesinados por el franquismo.
Pero más allá de los protagonistas y de las historias que se cuentan, el libro analiza la época en que vivieron y murieron. Y reflexiona sobre cuestiones importantes y muchas veces controvertidas: la guerra, la muerte, la violencia, la memoria, el pasado y el futuro…
Todo ello, con un título que repite un verso de César Vallejo que el autor de este libro siempre ha utilizado en sus últimas publicaciones: Al fin de la batalla, y muerto el combatiente… (vino hacia él un hombre y le dijo: ¡no mueras, te amo tanto!…).

Son 400 páginas, siempre con fotos y documentos y un CD en el que se pueden ver:
1) Las listas onomásticas de los riojanos asesinados en la retaguardia franquista (2.000, fundamentalmente en La Rioja), en la retaguardia republicana (96, casi todos ellos en otros lugares), los riojanos que murieron luchando con el ejército franquista (más de 1.600, la mayor parte de ellos soldados de cuota; con un número importante de voluntarios falangistas, requetés y también izquierdistas tratando de encontrar su salvación), y finalmente los 25 riojanos que mueren en el frente con el uniforme del ejército republicano.
2) Todas las esquelas que publican los periódicos La Rioja y El Diario de la Rioja (que acabarían fundidos como Nueva Rioja) desde julio de 1936 hasta 1940.
3) Todas las fotografías y documentos que aparecen generalmente en tamaño reducido en el libro. Aquí pueden verse mejor.

Enlaces de interés:

http://jesus-vicente.blogspot.com.es/

http://www.represionrioja.com/

http://stopaccidentes.org/articulos/dos-articulos-de-jesus-vicente-aguirre/gmx-niv95-con187.htm

Jesús Vicente Aguirre:

http://es.wikipedia.org/wiki/Jes%C3%BAs_Vicente_Aguirre

 

Cazarabet conversa con Jesús Vicente Aguirre González:

aguirre-(2).jpg-Jesús, vamos a retrotraernos bastante en  tus estudios e investigaciones en torno a la memoria Histórica: -¿Qué nos puedes recordar de aquello que te empujó a escribir el Aquí nunca pasó nada, La Rioja 1936…? ¿Y a continuar tres años después con el Aquí nunca pasó nada 2...?

- “Aquí nunca pasó nada” aparece el año 2007, pero además de los cinco años que necesité para escribirlo, desde mucho antes me había preocupado el tema de la represión en La Rioja. Prácticamente desde el mismo momento en que fui consciente de que vivíamos en una dictadura. Yo venía de una familia sin muertos y sin represaliados, de “un tiempo y de un país” en el que, nos decían, “aquí no había pasado nada”, con unos padres, católicos a machamartillo y más papistas que el Papa, que nunca supieron que a pesar de ganar la cruzada, también habían perdido la guerra. Tendría 18 años cuando alguien me dijo, “¿conoces la Barranca?” Aquel viaje iniciático, en lo personal, en lo político y en lo social, marcó mi vida, mis canciones y mis libros. Con el paso del tiempo pensé que debía investigar y contar lo que realmente sí había pasado en La Rioja, el lugar donde vivía y donde podía hacerlo. Se lo debía a mucha gente, a varias generaciones, entre ellas la mía, a todos aquellos que sí sabían, tristemente, lo que había ocurrido y a quienes se educaron en el “aquí nunca pasó nada”. Ese era el libro, el recuento largo del 36 en La Rioja. Lo publicado tres años después, fue una simple adenda con añadidos y correcciones (y donde contaba las reacciones ante la salida, recibimiento y presentaciones en casi 100 pueblos y ciudades del libro anterior).

-¿Cómo fue el proceso de documentación para aquel libro…en una tierra que, sí, tuvo algún pequeño conato de resistencia, pero que apenas conoció la Guerra como tal…me refiero a como en otros sitios  en que parece que se vivió más directamente? ; En estas circunstancias el proceso de documentación debe ser muy costoso…

- Fue largo, difícil a veces y entrañable siempre. “Aquí nunca pasó nada” se escribe con más de 600 entrevistas a personas y familiares de los represaliados. Con cientos de llamadas y correos que me facilitan datos o citas. Además fue muy importante la consulta, y la extraordinaria acogida que recibí para ello, en el Archivo Histórico Provincial de La Rioja, el Archivo Municipal de Logroño y el Archivo del Centro Penitenciario. Consulté los periódicos locales desde 1931 hasta 1940 y especialmente, entre otros muchos títulos, la bibliografía existente sobre temas relacionados con la Guerra Civil y La Rioja. Me llegaron muchos de los expedientes solicitados a otros archivos regionales y nacionales y sólo me cerraron el paso en uno de los registros municipales (que sí pude consultar para la adenda).

jesus-vicente-aguirre--490x798.jpg-¿Qué diferencias has encontrado en cuanto al trabajo que nos presentas ahora, “Al fin de la batalla, y muerto el combatiente. La Rioja, 1936-1939”? ¿en los dos libros has ido siguiendo la misma metodología de trabajo? Si has ido variando algo tu forma de trabajo, dinos en qué.

- Ciertamente, en cuanto a la metodología, hay algo que se repite en “Aquí nunca pasó nada” y “Al fin de la batalla…” Es la importancia que le doy no a los nombres, sino a las personas que son los auténticos protagonistas del trabajo. Como habéis visto en los dos casos (sobre todo, hay que decirlo, en el primero) no se trata de aportar un simple listado con los nombres o una base de datos con una línea por persona, sino de intentar saber quiénes eran, cómo era su familia, qué hacían en la vida y cómo les llegó la muerte. Incluso, cuando ha sido posible y hemos contado con su foto, ver su mirada… En los dos libros se presenta primero el contexto social y político correspondiente a los años de la República. En “Aquí nunca pasó nada”, eso se repetía en cada pueblo de La Rioja y acabábamos con un extenso capítulo dedicado a temas más transversales, entre otros, la represión de los ayuntamientos o de los maestros, los fusilamientos de aragoneses, navarros y riojanos pertenecientes al Tercio Sanjurjo en Zaragoza,  las exhumaciones de 1979 y 1980, los expedientes de Responsabilidades Políticas, los problemas con la Iglesia, algunas reflexiones sobre la violencia, etc. En “Al fin de la batalla”, el trabajo oral ha sido mucho menos importantes que el documental. Y aquí las reflexiones van desde los clarines que llaman a la guerra, a la violencia que va a generar, en toda España, en los frentes y en las retaguardias, la sublevación militar. Tratando de saber, también, quiénes eran aquéllos jóvenes riojanos que desde la obligación de cumplir su servicio militar (la mayoría), o desde el voluntariado múltiple (requetés, falangistas y no pocos izquierdistas buscando su salvación), alcanzaron algunos la “gloria” y todos la muerte.  Repasando también el contexto de esta historia: lo que sucedía en la retaguardia riojana, un ejemplo más del estado campamental y nacional-católico que impusieron los sublevados, o la vida y muerte en las trincheras, que nos cuentan algunos supervivientes.

 

-En los lugares en los que se dice, casi se afirma o se grita…”…aquí nunca pasó nada…” es en los lugares en los que, malogradamente, más pasa porque lo que pasa se tapa, se camufla, se calla y se silencia y eso hace que dure y dure hasta perdurar en la memoria de los tiempos…En realidad, sí que pasó ¿verdad?

- Mola, Director del “Movimiento”, ya anunciaba en sus instrucciones anteriores a la sublevación que “la represión ha de ser en extremo violenta”. Y así lo fue en todas partes. Ciertamente es más cruel, si cabe, el que se ejerciera de una forma tan notoria en provincias que formaron parte del mapa sublevado desde los primeros días, donde, además, no hubo frente ni trincheras. En La Rioja ese “no pasar nada” que luego intentaron colar, se tradujo en el asesinato de 2.000 personas, aproximadamente un 1% de los habitantes de la entonces provincia de Logroño.

-¿Cómo y de qué manera vivió los primeros días de la Guerra Civil, La Rioja…?. ¿Cómo fue que en esta parte de la geografía enseguida se vio engullida por los sublevados…?

- En Logroño, como en otras ciudades, sindicatos y partidos políticos republicanos o de izquierdas trataron de conseguir armas para enfrentarse a la sublevación en marcha, pero el gobernador civil  no estuvo por la labor. (Es posible que en otro caso tampoco hubieran aparecido muchas armas para repartir). Por otra parte, aunque muchos temían que se produjera un golpe contra la República, nadie preparó los medios para defenderla en la ciudad o en la provincia. Así que tras la sublevación militar del día 19 y con la entrada en la madrugada del día 20 de las tropas de García Escámez procedentes de Pamplona, se acabaron los pequeños conatos de resistencia en el casco antiguo o en la Tabacalera. Poco mayor fue esa resistencia en Alfaro y Cervera, que militares y requetés redujeron los días 21 y 22 de julio. Ahora toda la provincia estaba bajo control de los militares sublevados.

Vicente.jpg-Se debió pasar enseguida  a la acción con las represalias hacia las personas de izquierdas, vinculadas a sindicatos, colectivos muy sensibilizados…explícanos un poco…

- La represión (recordemos, “que ha de ser en extremo violenta”), comenzó esos mismos días en que se efectuaba el golpe de estado. Sólo en la zona de Logroño y de los pueblos cercanos se asesinó entre el 20 de julio y el 10 de septiembre a cuatrocientas personas, que recogidas cada madrugada por la Cruz Roja, acababan enterradas en el cementerio de Logroño. De tal manera que no había más sitio. Y por eso se buscó La Barranca, en Lardero, donde sus tres enormes fosas recogieron a otros 400 cadáveres entre el 11 de septiembre y el 15 de diciembre de 1936. En toda La Rioja, y en ese año 1936, hubo alcaldes y concejales asesinados (más de 100), maestros (más de 30), sindicalistas de la CNT y de la UGT, socialistas, comunistas, republicanos… Como ya hemos dicho antes, 2.000 asesinados.

-Jesús Vicente: la represión más o menos violenta...más o menos activa debió dejar  paso al miedo y al escarmiento ¿cómo lo ves desde tu faceta de investigador en La Rioja?

- Es evidente que lo que se busca con la represión es, primero y naturalmente, deshacerse de todas esas personas que decíamos antes, y luego y por supuesto, amedrentar, aterrorizar mejor, a todas las demás. A personas y familias republicanas, sindicalistas o izquierdistas primero, pero también y de paso, al resto de la población. El Nuevo Estado que los sublevados están construyendo necesita el sometimiento de todos, de propios y extraños. Ahí el miedo, el terror y el escarmiento.

-Veo por tu trayectoria y porque te he leído alguna cosilla que eres poeta, cantautor que te aferras a tu tierra, muy particular y entrañable…¿es tu poesía, son las letras de tus canciones homenajes constantes a tu tierra, sus aires, sus colores(tan presentes como convertidos en una acuarela) y, también, a sus gentes a esas gentes de La Rioja….las que han trabajado sus surcos, han mirado los cielos para demandar agua o un poco de sosiego con los fríos…son toda la conjugación de estos elementos lo que te ha hecho escritor de poemas…?

- Lógicamente, La Rioja, como espacio y como paisaje ha sido muy importante en mi vida. En ella nací, a ella he vuelto siempre, en ella resido y sobre ella escribo, porque uno tiene que limitar sus objetivos, incluso geográfica o archivísticamente hablando. En el año 2000 escribí “La Rioja empieza a caminar”, sobre nuestra transición que, luchando por la libertad y la democracia, encontró también una salida autonómica. Luego han sido los libros sobre los riojanos asesinados, primero, y muertos en el frente después, en la Guerra Civil. Pero dicho lo anterior, conviene recordar que al mismo tiempo que escribía, en 1976, una canción que todavía se canta por aquí: “La Rioja existe pero no es, si nos unimos la hemos de hacer”, yo siempre decía que de haber nacido en Katmandú, la canción hubiera sido, aún sonando más raro, “el Katmandú existe pero no es…”.  Naturalmente en aquella época que recorríamos España y Europa con las guitarras al hombro, a veces con nuestros primos, o el abuelo, de Aragón, cantábamos sobre los problemas de la gente que conocíamos más de cerca, que muchas veces eran los de todas las gentes, de España o de cualquier otro lugar. O parecidos. Y aplicamos siempre aquella vieja máxima de “escribe de tu tierra y serás universal”. Así que asumo mi ascendencia riojana, española, europea y universal, y me considero ciudadano del mundo, dispuesto siempre a luchar por las ideas, jamás por las banderas. Por eso, aunque en mi poesía aparecen, como es lógico, personajes y paisajes de La Rioja, su tema es el hombre y su realidad, personal o colectiva, siempre universal, desde el amor y el desamor, la guerra y la paz, el tiempo que nos toca vivir, la vida, por cierto, y la muerte también…

-Lo de investigador de hechos tristes, trágicos y que cubrieron de sangre, miedo y escarmiento tu tierra…vino después o al menos empezaste a reflejarlo después… ¿cómo fue el viaje?

- Como os contaba antes, el cambio de rumbo se produce al descubrir la realidad que nos rodeaba, o sea, que nos ahogaba. Eran los primeros 70 del siglo pasado, por situarnos en el tiempo. Desde entonces combiné la preocupación, y en momentos la ocupación, entre la palabra escrita, la imagen y la música. Yo tenía alguna formación musical clásica que trasladé a lo que entonces llamábamos canción protesta. El primer grupo donde nos integramos mi mujer Carmen y yo, se llamó “Rebaño Feliz”. Luego, ya los dos solos, vivimos y cantamos en Francia en 1974 y 1975. Después grabamos nuestros LP’s, como Carmen, Jesús e Iñaki, en 1976 y 1978. (El grupo desapareció con la muerte de Carmen en 1979). Y en 1981 estrenaba un documental que trataba sobre el lugar señalado por su título: “La Barranca”. Para entonces ya había hablado del tema con mucha gente y me había preocupado de leer y estudiar sobre la Guerra Civil. Después, fui dedicando más tiempo a escribir e investigar.

b520_jpg [640x480].jpg-Vemos que el prólogo de “Antes de que suene el primer vals” (título precioso y muy elocuente) te lo hizo José Antonio Labordeta…ese poeta, cuentista, cantautor, hombre de Aragón…preñado de ideas que recogen anhelos, pensamientos, durezas y trabajos de horas largas y que se estiran… ¿Qué supuso para ti, desde la perspectiva que nos da el recorrido por el camino de la vida, el poder recoger el prólogo del “abuelo” de Aragón…? La figura de Labordeta, en conjunto, como hombre, profesor, poeta, artista y político… ¿qué crees supuso y qué aportó a su tierra y más allá?

- Hablar de José Antonio, el abuelo, o Labordeta –qué tres nombres tan entrañables- daría para muchos cuadernos. Para mí fue inspirador y compañero siempre; y creo que puedo decir que para mucha otra gente también, además de ser un ejemplo por su forma de hacer las cosas, en el terreno de la canción, en medio de la montaña, o en medio de la nada que a veces fue y sigue siendo la vida política en este país. Su prólogo para “Antes de que suene el primer vals” fue seguramente uno de sus últimos trabajos, mientras estaba y finalizaba “Regular, gracias a Dios”. Creo que su figura, cimentada y cincelada en Aragón, sobrepasa cualquier marco geográfico y temporal. Cuando presenté “Aquí nunca pasó nada” en Zaragoza, con la ayuda de Julián Casanova, estaban allí mis colegas de siempre, Joaquín Carbonell y Labordeta. En un momento tras el acto, salí a la calle con José Antonio y mis dos hijos, estudiantes entonces en Zaragoza, y les dije: respirar fuerte y recordarlo siempre, esta noche SOMOS y estamos con Labordeta… 

-No eres de Aragón, pero sí de una tierra que poco se menciona….un rincón chiquitico de mucho carácter, de mucha valía, pero que, a menudo, pasa como desapercibido…Aragón es muy grande…se ve enseguida en el mapa, pero como que también pasa como desapercibido…Para ti, ¿qué han supuesto las figuras de gentes como Labordeta en estos parajes...Desde estos parajes levantando voces y palabras para ser escuchados…?

- También en La Rioja se oyeron muchas voces, gritos y canciones. Claro que Aragón era más grande, tenía más habitantes, pueblos y remolques a los que subirse para cantar. Y en algunos cuantos estuvimos. Con Labordeta, Carbonell, Tomás Bosque o La Bullonera. Un cartel que continuaba en las plazas y remolques de La Rioja, para acabar muchas veces cenando con los amigos y organizadores en la bodega. Fue bonito compartir aquel tiempo difícil, pero solidario con tanta y tan buena gente. Nunca olvidaré la presencia de Labordeta y de Javier y Eduardo, La Bullonera, en la despedida enorme a Carmen Medrano en la plaza de toros de Logroño en 1979.

-Jesús, cuando se pasa como desapercibido, hay que darle como una fuerza especial a nuestros mensajes, voces y demás... ¿estamos, querido amigo los aragoneses y riojanos (por poner dos ejemplos) preparados para ello?

- Bueno, lo importante es tener voz y algo que decir. Y es cierto que luego está lo relativo. Por mucho que te escuchen, si te escuchan, en una región como La Rioja, estás llegando a doscientas cincuenta mil personas. De “Aquí nunca pasó nada” se han vendido más de 7.000 ejemplares (recuerdo que son 1.000 páginas y costaba 35€), lo que supone seguramente el record de ventas en nuestra región de un libro sobre temática riojana (y conviene recordarlo también, sobre la represión franquista en la Guerra Civil). Pero eso no te abre muchos caminos hacia Madrid, ni hacia las editoriales nacionales ni, tampoco, en general, te facilita la entrada en las aulas de Historia Contemporánea. Y supongo que, aparte del reconocimiento de unas cuantas personas por el trabajo realizado y el que presentamos ahora, las cosas van a seguir así. Pero… siempre nos quedará la palabra. Todo es relativo.

206718_jesusvicenteaguirre.jpg-En el año 2000 publicabas La Rioja empieza a caminar… libro que, al cabo de tres año, tuvo que volver a reeditarse. ¿Desde entonces cómo ha sido el camino de esta tierra fértil…rica en caldos, sendas tranquilas, sosiego y sus contrastes que van de los fríos soles de invierno a los soles caídos a plomo del verano…? ¿Cómo han ido depositando los pasos sus gentes?

- Yo siempre he creído que acercar “el poder al pueblo”, reconozco que suena muy rimbombante, es positivo. Eso vale para cualquier gobierno, sea de un estado, nación, región o ayuntamiento. Y, por supuesto, defiendo que no basta con depositar un voto en las urnas cada cuatro años. Pero… algo se nos ha ido de las manos. Y no hablo aquí de la corrupción generalizada que con mayor o menor fuerza descubrimos en tantos asuntos y lugares. Me refiero también a ese transcurrir diario en el que vemos cómo los dirigentes políticos de nuestros ayuntamientos y comunidades se han convertido en mandarines, los consejeros autonómicos en ministros, o ministrillos, los presidentes de comunidades en señores del bien y del mal, rodeados siempre de cohortes de prohombres, politiquillos de segundo orden y autoridades de tercero, en busca de su oportunidad, de alguna subvención que a su vez les hará montarse en el burro de una nueva ola que irá repartiendo la calderilla sobrante a sus gentes, votantes afectísimos y humildísimos siempre, dispuestos a dar parabienes y brindarles actos de adhesión y rellenarles placas donde sus nombres brillarán por toda la eternidad. Asesores, coches oficiales, despilfarro generalizado, una pasada, “una mierda”, como dijo, mejor gritó, un amigo aragonés… Un senado que no es Cámara de las Regiones, o sea, que no es nada... Y la gente anda y salta alrededor, sorteando baches y problemas. A veces preocupados, pero muy pocas veces ocupados en estos asuntos… Y algunos recordamos aquello de “no era això, companys, no era això”… 

 -La última cuestión la dedicamos a tu último libro, el de Al fin de la batalla, y muerto el combatiente… La Rioja 1936-1939. Un libro rehecho sobre la memoria histórica muy personalizada que retrata, momento a momento, a sus gentes ante el drama, la represión, el miedo y el escarmiento… son el latido del libro, los auténticos protagonistas… en realidad como todas estas aportaciones tuyas a la Memoria Histórica. ¿Por qué te fijas tanto en las personas, en los personajes de la historia más que en los hechos históricos? Coméntanos.

- Bueno, como decía antes, hay muchas páginas de texto y de estudio sobre las cuestiones que rodean a la represión en la retaguardia o la muerte en los frentes durante la Guerra Civil. Pero también es cierto que a mí siempre me interesó conocer y dar a conocer, además, a las personas que morían asesinadas o reventaron en la batalla, sobre todo y primero a los asesinados, quede dicho, o repetido seguramente. Y claro, esa dedicación, o ese contar nombres-personas es muy abultado porque en “Aquí nunca pasó nada” eran 2.000 los protagonistas, y en “Al final de la batalla” son casi 1.800, en las otras listas. Y como ya comenté no se trataba de ofrecer una simple base de datos. Así que son muchas páginas… Pero quiero insistir en que además de esa intención y dedicación, en los dos libros se pueden encontrar otros muchos temas que tienen que ver con el contexto social y político de aquellos años, especialmente en lo relativo a la represión y la violencia, o a la propia esencia y realidad de lo que fue la guerra en los frentes. Desde el “caso”, que suele decirse académicamente, riojano. Que cualquiera podría leer en clave más universal.

 

 

aguirre (1).jpg18862
Al fin de la batalla, y muerto el combatiente... La Rioja 1936-1939. Jesús Vicente Aguirre González
400 páginas + CD            22,5 x 22,5 cms.
15,80 euros
Santos Ochoa



Jesús Vicente Aguirre González (Logroño, La Rioja, 1948). En los años 70, junto con su mujer Carmen Medrano, formó parte de algunos grupos de la llamada entonces canción social o de protesta. Al final de la década, y ya como Carmen, Jesús e Iñaki, pusieron la música de fondo a la transición riojana que, al igual que en el resto de España, reclamaba democracia, libertad y autonomía. Posteriormente ha trabajado también otros campos de la comunicación (radio, prensa e imagen). Ha publicado libros de ensayo y poesía. En el año 2000 aparece su trabajo sobre el proceso autonómico riojano La Rioja empieza a caminar.
En diciembre de 2007 publicó en esta misma editorial, la historia de la represión franquista en La Rioja, Aquí nunca pasó nada. La Rioja 1936. Un libro que en sus casi 1.000 páginas encerraba 5 años de trabajo, más de 1.500 fotos y documentos, cientos de kilómetros, vivencias y visitas (a pueblos, familias, archivos…). Una historia de alcance universal, aunque la acción (“en extremo violenta”) transcurriera en una de las regiones más pequeñas del planeta, La Rioja.
Tres años después apareció una adenda con añadidos y correcciones. El título era, de nuevo, Aquí nunca pasó nada. Con el número 2 detrás.

Ahora, firma un nuevo trabajo que recoge nombres y circunstancias de los riojanos que murieron combatiendo en la Guerra Civil. Naturalmente fuera de La Rioja, porque en esta tierra no hubo frentes ni trincheras… La inmensa mayoría, encuadrados en el ejército franquista, como correspondía a una región que, en su totalidad, estuvo en manos de los sublevados desde el 22 de julio del año 1936. Un ejército que formaron, como puede verse en el libro, voluntarios falangistas, requetés e izquierdistas (que buscaban su salvación personal o familiar) y, sobre todo, soldados de reemplazo. 
Conoceremos también a los riojanos asesinados en la retaguardia republicana, igualmente fuera de La Rioja.
Y, finalmente, revisaremos, con añadidos y correcciones, la lista de los represaliados y asesinados por el franquismo.
Pero más allá de los protagonistas y de las historias que se cuentan, el libro analiza la época en que vivieron y murieron. Y reflexiona sobre cuestiones importantes y muchas veces controvertidas: la guerra, la muerte, la violencia, la memoria, el pasado y el futuro…
Todo ello, con un título que repite un verso de César Vallejo que el autor de este libro siempre ha utilizado en sus últimas publicaciones: Al fin de la batalla, y muerto el combatiente… (vino hacia él un hombre y le dijo: ¡no mueras, te amo tanto!…).

Son 400 páginas, siempre con fotos y documentos y un CD en el que se pueden ver:
1) Las listas onomásticas de los riojanos asesinados en la retaguardia franquista (2.000, fundamentalmente en La Rioja), en la retaguardia republicana (96, casi todos ellos en otros lugares), los riojanos que murieron luchando con el ejército franquista (más de 1.600, la mayor parte de ellos soldados de cuota; con un número importante de voluntarios falangistas, requetés y también izquierdistas tratando de encontrar su salvación), y finalmente los 25 riojanos que mueren en el frente con el uniforme del ejército republicano.
2) Todas las esquelas que publican los periódicos La Rioja y El Diario de la Rioja (que acabarían fundidos como Nueva Rioja) desde julio de 1936 hasta 1940.
3) Todas las fotografías y documentos que aparecen generalmente en tamaño reducido en el libro. Aquí pueden verse mejor.


aguirre3.jpg

Los dos libros de "Aquí nunca pasó nada. La Rioja 1936"

   rioja1.jpg     image001.jpg

Cód.

Título

Autor

Pág.

Precio

Enlace

5871

Aquí nunca pasó nada 2. La Rioja 1936.

Jesús Vicente Aguirre González. Prólogo de Paul Preston

160

9.75

Jesús Vicente Aguirre González

1066

Aquí nunca pasó nada. La Rioja 1936

Jesús Vicente Aguirre González

978

29.50

Jesús Vicente Aguirre González

 

 

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