La Librería de El Sueño Igualitario

Sin título-1.jpgCazarabet conversa con...   Angel Smith, coeditor de "La agonía del liberalismo español. De la revolución a la dictadura (1913-1923)" (Comares)

 

Un libro que nos acerca a una etapa fascinante de la historia contemporánea, la que va de la revolución a la Dictadura, 1913-1923.

Esta publicación de Comares nos viene desde el trabajo de edición, de investigación y reflexión que coordinan  Francisco J Romero y Angel Smith.

Francisco J Romero y Ángel Smith han rediseñado y recopilatorio de textos, artículos y reflexiones sobre cómo y de qué manera se fue “gestando” y se fue desvaneciendo el liberalismo español….en unos diez años, los precedentes hasta la llegada al poder del dictador Primo de Rivera.

El liberalismo español del XIX dejó mucho de especial….tanto que no es explicable casi ningún acontecimiento o, mejor dicho, ninguna mirada sobre los acontecimientos históricos del XX sin tener en cuenta al liberalismo que se derramó y se desparramó del XIX…pero aquel espíritu se perdió, se zanjó porque las bases, sobretodo en el mundo de la educación, eran de barro o de hielo cuando ya se aproxima el deshielo. Tendremos que tener en cuenta o, al menos esto nos ronda todo el rato por la cabeza que el liberalismo volvió a entrar en escena, con la llegada de la II República……..pero, cabe recordar, que ellos los “padrinos” de esta segunda aventura republicana eran herederos de ese liberalismo del que les hablamos…Aunque, amigos, todo esto lo sabrán reconocer ustedes mucho mejor desde la lectura de este libro que nos llega gracias al acierto de Comares. Lo dicho: leer, para aprender y combatir la ignorancia…algo que acariciaba el liberalismo y algo que nos han usurpado , no pocas veces los dictadores vestidos de dictadores y los demócratas que tratan al pueblo como ovejas.

Lo que nos dice Comares sobre el libro:

Este libro analiza la crisis orgánica del régimen liberal español que culminó en el establecimiento de la dictadura del general Primo de Rivera en septiembre de 1923. En él, se aborda la decadencia de la política liberal en España como la variante local de la crisis general que experimentaron la mayoría de los regímenes liberales decimonónicos tras la Primera Guerra Mundial. La raíz de dicha crisis radicaba en la reticencia de dichos regímenes a asumir un proceso de democratización. Antes de 1914, todos los estados, incluida la autocracia rusa, habían introducido un mínimo de libertades civiles, adoptado un sistema parlamentario y sustituido el orden feudal por formas de producción capitalista. En algunos países, se habían llevado a cabo elecciones relativamente libres, y los ministros eran responsables, en buena medida, ante el parlamento. Sin embargo, la política europea todavía estaba impregnada de elementos del ancien régime. Los Jefes de Estado, en su mayoría monarcas, seguían poseyendo grandes prerrogativas ejecutivas y legislativas. Los ejércitos eran más la guardia pretoriana del soberano que instituciones nacionales. Los senados eran baluartes del pasado y, a su vez, las cámaras bajas tenían su poder muy condicionado por, entre otros factores, la limitación del sufragio, el peso desproporcionado concedido a las zonas rurales o los fraudes electorales, que se producían sobre todo en los países del Sur de Europa. Todo esto alentaba la agitación popular y los movimientos de protesta. 
El estallido de la Primera Guerra Mundial fue un momento decisivo; sus terribles consecuencias, tanto socioeconómicas como humanas, anunciaron la llegada de la política de masas, así como el desmoronamiento de los regímenes cuya existencia se debía en gran medida al amiguismo y el clientelismo. La firma del armisticio en noviembre de 1918 supuso el final del conflicto armado, pero dio paso a un periodo de conflictos sociales y radicalismo político que une umbilicalmente las dos guerras mundiales, calificado por algunos autores de «la Guerra de los Treinta Años del siglo XX»; una guerra civil europea que vio la eclosión del fascismo y del comunismo y cuya última batalla, la más encarnizada antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, fue el conflicto fratricida que estalló en España en julio de 1936. 
El aumento de la polarización social y política se vio acompañado de una gran agitación revolucionaria, que concluiría con la caída y sustitución de muchos regímenes liberales y constitucionales europeos por diferentes tipos de dictaduras. En 1920, 26 de los 28 estados existentes en Europa eran regímenes liberales parlamentarios; en 1938, 16 de ellos eran dictaduras; y sólo 4 regímenes liberales sobrevivían en 1940. 

        1.        LA AGONÍA DEL LIBERALISMO ESPAÑOL Y LOS ORÍGENES DE LA DICTADURA DENTRO DEL CONTEXTO EUROPEO, Francisco J. Romero Salvadó y Angel Smith
        2.        LOS PARTIDOS GUBERNAMENTALES Y EL REY, 1913-1923, Javier Moreno Luzón
        3.        LA CRISIS REVOLUCIONARIA ESPAÑOLA DE 1917: UNA APUESTA TEMERARIA, Francisco J. Romero Salvadó
        4.        UNA UNIDAD IMPOSIBLE: REVOLUCIÓN, REFORMA Y CONTRARREVOLUCIÓN EN LA IZQUIERDA ESPAÑOLA, 1917-1923, Chris Ealham
        5.        «LA AURORA ROJA» DEL CAMPO ANDALUZ. AGITACIÓN SOCIAL Y LUCHAS CAMPESINAS DURANTE EL «TRIENIO BOLCHEVIQUE», 1918-1920, Francisco Cobo Romero
        6.        LA LLIGA REGIONALISTA, LA DERECHA CATALANA Y EL NACIMIENTO DE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA, 1916-1923, Angel Smith
        7.        «SI VIS PACEM PARA BELLUM». LA GUERRA SUCIA DE LOS PATRONOS CATALANES, 1919-1923, Francisco J. Romero Salvadó
        8.        NACIÓN Y REACCIÓN. EL NACIONALISMO CONSERVADOR ESPAÑOL Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN, Alejandro Quiroga
        9.        EL ATOLLADERO DE MARRUECOS Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN, 1917-1923, Pablo La Porte
        10.        LA CONFORMACIÓN DE UN EJÉRCITO INTERVENCIONISTA (1898-1923), Sebastian Balfour

 

Los autores:

Francisco J. Romero Salvadó

Es Reader en Historia Contemporánea en la Universidad de Bristol, Reino Unido. Ha publicado numerosos trabajos sobre temas sobre la transición de la política de élites a las masas i Guerra Mundial y la Guerra Civil Española. Entre sus libros más recientes , destacan: España 1914-1918:Entre la guerra y la Revolución; Foundations of the Civil War .Revolution, Social Conflict and Reaction in Spain, 1916-1923; La larga Guerra Civil Española y A Historical Dictionary of the Spanish Civil War

Angel Smith

Es Reader en Historia Contemporánea de España en la Universidad de Leeds—Reino Unido--. Ha centrado su investigación en temas como la historia social , laboral y como el nacionalismo y la identidad nacional en la España contemporánea. En los últimos años, también ha dedicado una atención especial a la crisis del régimen canovista en Cataluña. Tiene entre sus libros: The Origins os Catalan Nacionalism 1770-1898; Historical Dictionary of Spain y Anarchism, Revolution and Reaction. Catalan Labour and the Crisis of the Spanish State ,1898-1923

 

Cazarabet conversa con Angel Smith:

IMG_3626_1.jpg-¿Podemos afirmar con rotundidad que tal como fue “muriendo” el liberalismo…aquel “heredado” del siglo XIX  fueron cimentándose las causas que después estallaron en la Guerra Civil?

- La guerra civil no fue inevitable, pero en los años 1913-1923 hay dos procesos paralelos. Por una parte va muriendo el liberalismo que algunos contemporáneos llamaban “respectable”, es decir el liberalismo de elites, que había montado el sistema caciquil y el turno pacífico, base de la Restauración Monárquica. Por otra parte crecen las izquierdas (republicanos y sobre todo los partidos y sindicatos obreros) y una derecha que se alejaba del liberalismo. Estas dos últimas corrientes  – aunque en el caso de la izquierda sobre todo muy plural, con importantes divisiones –  se enfrentarían durante la Segunda República.

-¿Qué factores fueron los que más influyeron en esa agonía?

- El gran problema que tiene el liberalismo “respetable” es que no se adapta a una sociedad  politizada de masas. Durante la Restauración Monárquica las elecciones se deciden en el despacho del ministerio de Gobernación y en las negociaciones entre el gobernador civil y las élites locales. Para los prohombres de la Restauración es impensable tener que salir a la calle y movilizar el electorado. Con esta mentalidad es difícil capear los desafíos a los que se enfrenta la Restauración.

-¿Fue una agonía, tal como es entendida, o hubo, también, una especie de “plan planificado” para acabar con aquel liberalismo y empezara sembrar las semillas de las posiciones tan lejanas como irreconciliables…?

- A partir de 1919 sobre todo los sectores más conservadores de la sociedad española comienzan a dudar de si la Restauración es capaz de defender sus intereses con efectividad. El auge de la conflictividad social aterroriza a industriales y terratenientes (junto a sectores más amplios de la clase media), sobre todo porque parece un reflejo español de la revolución rusa. El ejército teme que esté en peligro el orden y la estabilidad, reacciona con dureza ante la radicalización del catalanismo, y  para colmo cree que el régimen quiere echarle la culpa por el debacle de Annual. El rey teme por su corona después de que las protestas que acompañan el final de la Primera Guerra Mundial acaban con varias monarcas. Y en estas circunstancias el argumento de la base antiliberal de la iglesia católica, que el liberalismo lleva inevitablemente a la anarquía y el caos cobra mayor verosimilidad. Durante 1922 y 1923 en círculos derechistas suena cada vez más el nombre de Benito Mussolini. Miguel Primo de Rivera (no nos olvidemos, capitán general de Barcelona, baluarte de la CNT y el mayor foco de la agitación social en la postguerra) es perfectamente consciente de que las bases sociales e institucionales del régimen se han debilitado muchísimo.

Sin embargo, a diferencia del caso italiano no se puede hablar de un movimiento con unos objetivos bien definidos, de hecho el lenguaje de Primo de Rivera es ambiguo, habla de una “breve paréntesis” militar, durante la cual se limpiaría el sistema de la vieja casta política, pero detrás del golpe de setiembre de 1923 hay una gran carga autoritaria. Con esto quiero decir que la gente que apoya el golpe en general recela del liberalismo y la democracia y así se entiende que en poco tiempo de la paréntesis se pasa a la institucionalización de un régimen autoritario.

-¿Ni el diálogo pudo en algún momento tener alguna oportunidad?

- Probablemente para sobrevivir – aunque sea a corto plazo – los prohombres de la Restauración hubieran tenido que acercarse más a la derecha autoritaria o democratizar el sistema y acercarse a la izquierda republicana. Creo que a la altura de 1919 la primera opción es la más verosímil. De hecho el entre noviembre de 1920 y la primavera de 1922 el partido conservador hasta cierto punto opta por la primera vía, manteniendo las garantías constitucionales suspendidas en toda España y permitiendo que el General Severiano Martínez mantenga una dictadura de hecho en Cataluña. Sin embargo a partir de esta última fecha el también conservador, José Sánchez Guerra, adopta una posición más centrista y acorde con una política liberal. Por otra parte la coalición liberal de Manuel García Prieto se abre a la izquierda moderada desde finales de 1922, integrando el Partido Reformista de Melquíades Álvarez en el gobierno. Sin embargo esta apertura hacia la izquierda es demasiado poco, demasiado tarde. Ello lo indica el hecho de que en círculos izquierdistas no haya apenas contestación al golpe. A los liberales “respectables” Primo de Rivera les saca la alfombra por debajo de los pies y no hay nadie para detener su caída.

Megarden2014 010.JPG-¿Qué nombres vivieron y convivieron con esa agonía y cuáles quisieron parar la sangría del liberalismo español….ese que se escapó , como agua que quieres detener entre manos, entre 1913-1923?

- Las figuras claves del régimen son Eduardo Dato, El Conde de Romanones, José Sánchez Guerra, Joaquín Sánchez de Toca, Manuel García Prieto, y Antonio Maura. Los cuatro primeros creo que en buena medida les podríamos caracterizar como continuistas, como hombres que entre 1919 y 1923 tratan de recomponer el turno. En buena media lo mismo se puede decir de Sánchez de Toca, aunque busca una tímida apertura hacia la izquierda. Antonio Maura es una figura más interesante; es bien sabido que en la primera década del siglo habla de la necesidad de “descuajar el cacique” y basar la Restauración en la opinión pública (que para él sería conservadora). Pero Maura también le da miedo movilizar las masas; la juventud Mauristas se le escapa de las manos, no da apoyo al movimiento asambleario de 1917 y acaba intentando salvar la Restauración al liderar una serie de coaliciones entre 1918 y 1922. La figura más influyente de fuera del sistema es el líder catalanista de la Lliga Regionalista, Francesc Cambó. A diferencia de las otras figuras Cambó lidera un partido de masas, y en el verano de 1917 a través del movimiento asambleario trata de democratizar el régimen. Pero de hecho hasta cierto punto le sucede lo mismo que a Antonio Maura. Es más atrevido que Maura, pero también teme las movilizaciones que no es capaz de controlar así que da marcha atrás a partir de la huelga general de agosto de 1917. Cinco años más tarde bajo la presión de las capas conservadoras de la sociedad catalana acaba dando su apoyo tácito a golpe del ’23. Me remito, por tanto, a mi respuesta a la primera pregunta. Los hombres de la Restauración son hombres de un mundo en que las élites políticas hacían y deshacían. Cambó, al liderar un partido de masas da un paso adelante, pero incluso a él le da pánico la movilización descontrolada de las clases bajas. No son capaces ni de liderar un nuevo movimiento de derechas de corte populista ni de dar un paso decidido hacia de democratización de la Restauración.

-¿Cómo ha sido, para vosotros, encargarse de la edición de este libro, teniendo en cuenta que, en él, se suman excelentes plumas muy especializadas en el tema?

-Nos parecía que en la bibliografía hasta cierto punto había un hueco; no había ningún libro que analizara en detalla todos los aspectos de la crisis de la Restauración. Organizamos un congreso en la Universidad de Leeds y conseguimos dinero para traer a renombrados especialistas en el tema. La verdad es que tuvimos suerte, todos los que invitamos nos dijeron que sí. Al ser un tema bastante amplio no tuvimos problemas a la hora de encontrar un editor. En primer lugar publicamos el libro en inglés, con Palgrave Macmillan. Para la versión española hemos dado la oportunidad a los contribuyentes para que modifiquen sus capítulos para tener en cuenta la bibliografía más reciente.

La verdad es que dado la calidad de los contribuyentes no hemos tenido tanto trabajo. Para la versión inglesa trabajamos con los contribuyentes para que los lectores anglo hablantes poco conocedores del tema no tuvieran problemas a la hora de seguir. En la introducción nosotros también encuadramos la crisis del liberalismo español dentro de un contexto Europea más amplio. Creo que en la versión española esta voluntad de acercamiento a un público relativamente amplio también se notará.

-¿Cómo fueron los trabajos de coordinación de temas y la metodología de trabajo de unos y otros….?

-En cuanto a metodología cada contribuyente ha seguido su línea. Al tratarse de un período relativamente corto el componente de historia política es importante. De todos modos, los colaboradores también hemos analizado los condicionantes económicos, sociales y culturales de la crisis.

 

 

 

 

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La agonía del liberalismo español. De la revolución a la dictadura (1913-1923). Francisco J. Romero Salvadó, Angel Smith (eds.)
288 páginas       17 x 24 cms.
23,00 euros
Comares



Este libro analiza la crisis orgánica del régimen liberal español que culminó en el establecimiento de la dictadura del general Primo de Rivera en septiembre de 1923. En él, se aborda la decadencia de la política liberal en España como la variante local de la crisis general que experimentaron la mayoría de los regímenes liberales decimonónicos tras la Primera Guerra Mundial. La raíz de dicha crisis radicaba en la reticencia de dichos regímenes a asumir un proceso de democratización. Antes de 1914, todos los estados, incluida la autocracia rusa, habían introducido un mínimo de libertades civiles, adoptado un sistema parlamentario y sustituido el orden feudal por formas de producción capitalista. En algunos países, se habían llevado a cabo elecciones relativamente libres, y los ministros eran responsables, en buena medida, ante el parlamento. Sin embargo, la política europea todavía estaba impregnada de elementos del ancien régime. Los Jefes de Estado, en su mayoría monarcas, seguían poseyendo grandes prerrogativas ejecutivas y legislativas. Los ejércitos eran más la guardia pretoriana del soberano que instituciones nacionales. Los senados eran baluartes del pasado y, a su vez, las cámaras bajas tenían su poder muy condicionado por, entre otros factores, la limitación del sufragio, el peso desproporcionado concedido a las zonas rurales o los fraudes electorales, que se producían sobre todo en los países del Sur de Europa. Todo esto alentaba la agitación popular y los movimientos de protesta.

El estallido de la Primera Guerra Mundial fue un momento decisivo; sus terribles consecuencias, tanto socioeconómicas como humanas, anunciaron la llegada de la política de masas, así como el desmoronamiento de los regímenes cuya existencia se debía en gran medida al amiguismo y el clientelismo. La firma del armisticio en noviembre de 1918 supuso el final del conflicto armado, pero dio paso a un periodo de conflictos sociales y radicalismo político que une umbilicalmente las dos guerras mundiales, calificado por algunos autores de «la Guerra de los Treinta Años del siglo XX»; una guerra civil europea que vio la eclosión del fascismo y del comunismo y cuya última batalla, la más encarnizada antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, fue el conflicto fratricida que estalló en España en julio de 1936.

El aumento de la polarización social y política se vio acompañado de una gran agitación revolucionaria, que concluiría con la caída y sustitución de muchos regímenes liberales y constitucionales europeos por diferentes tipos de dictaduras. En 1920, 26 de los 28 estados existentes en Europa eran regímenes liberales parlamentarios; en 1938, 16 de ellos eran dictaduras; y sólo 4 regímenes liberales sobrevivían en 1940.


1. LA AGONÍA DEL LIBERALISMO ESPAÑOL Y LOS ORÍGENES DE LA DICTADURA DENTRO DEL CONTEXTO EUROPEO, Francisco J. Romero Salvadó y Angel Smith
    2. LOS PARTIDOS GUBERNAMENTALES Y EL REY, 1913-1923, Javier Moreno Luzón
    3. LA CRISIS REVOLUCIONARIA ESPAÑOLA DE 1917: UNA APUESTA TEMERARIA, Francisco J. Romero Salvadó
    4. UNA UNIDAD IMPOSIBLE: REVOLUCIÓN, REFORMA Y CONTRARREVOLUCIÓN EN LA IZQUIERDA ESPAÑOLA, 1917-1923, Chris Ealham
    5. «LA AURORA ROJA» DEL CAMPO ANDALUZ. AGITACIÓN SOCIAL Y LUCHAS CAMPESINAS DURANTE EL «TRIENIO BOLCHEVIQUE», 1918-1920, Francisco Cobo Romero
    6. LA LLIGA REGIONALISTA, LA DERECHA CATALANA Y EL NACIMIENTO DE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA, 1916-1923, Angel Smith
    7. «SI VIS PACEM PARA BELLUM». LA GUERRA SUCIA DE LOS PATRONOS CATALANES, 1919-1923, Francisco J. Romero Salvadó
    8. NACIÓN Y REACCIÓN. EL NACIONALISMO CONSERVADOR ESPAÑOL Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN, Alejandro Quiroga
    9. EL ATOLLADERO DE MARRUECOS Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN, 1917-1923, Pablo La Porte
    10. LA CONFORMACIÓN DE UN EJÉRCITO INTERVENCIONISTA (1898-1923), Sebastian Balfour
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