La
Librería de Cazarabet Indignado
Cazarabet conversa con... Juan Álvarez Cobelas, autor de “África
saqueada. La occidentalización y sus trampas” (Queimada)
Un libro contundente y muy serio de
Queimada con la reflexión atinadísima de Juan Álvarez Cobelas.
Si pones en Google “África saqueada”,
sin comillas te encuentras con un universo de opiniones, artículos de reflexión
y demás la mar de interesantes:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=192346
http://www.nodo50.org/ekintza/spip.php?article502
http://www.esglobal.org/las-elites-rapaces-estan-saqueando-africa/
http://anncol.eu/mundo/politica-economia/item/331-crimen-de-lesa-humanidad
https://www.google.es/.....w&dpr=1
Lo que nos dice Queimada Editorial:
Un título contundente para analizar
un problema tan actual y que nos afecta tan directamente en estos momentos,
como la evolución de los llamados Estados fallidos subsaharianos.
Y ¿por qué muchos de esos Estados que
tienen su asiento en Naciones Unidas no dejan de existir, dado que nada parece
legitimarles para seguir siéndolo?
Fundamentalmente por la connivencia
entre un pequeño grupo de individuos que se imponen por la fuerza para
apropiarse de las vidas y bienes de sus pueblos, con algunos Estados
del Norte, que, pese a ello, presumen de desarrollo y democracia y de
respeto a los Derechos Humanos.
Tampoco se olvida el análisis del
papel contradictorio de muchas ONG’s, pese a sus
indudables buenas intenciones.
Este libro nos ayuda a plantearnos
diferentes cuestiones a cerca del Estado: ¿En nombre de qué y de quienes se
constituye? ¿Cómo domina y se perpetúa? ¿Cómo, además, puede pervivir un capitalismo
de rapiña con un Estado prácticamente inexistente en amplias zonas del globo?
El autor, Juan Álvavez
Cobelas:
Juan R. Álvarez Cobelas, licenciado
en derecho por la Universidad de Alcalá de Henares (1985) y
Doctor cum laude por la UNED con la tesis El
concepto de Estado fallido en el África subsahariana (2006), es
desde el año 1997 miembro del Grupo de Estudios Africanos de la
Universidad Autónoma de Madrid.
Ha participado en los Congresos
de Africanistas Ibéricos de Gran Canaria, Lisboa, Madrid, y Coimbra. Y ha realizado conferencias en
la Universidad Federal de Uberlandia, Estado
de Minas Gerais, Brasil. Entre sus principales trabajos
de investigación podemos destacar: Privatización de la violencia y
mercenarios, La economía informal en el área del Gran Dakar,
Constituciones africanas y autodeterminación y su último
trabajo ha sido Arquitectura de paz y seguridad de la Unión
Africana, de la Unión Europea y el papel distorsionador de Francia en
el arco del Sahel .
Actualmente
está trabajando en Las raíces ideológicas del Imperio
portugués en África y su contrapartida en Amílcar Cabral, y
prepara un estudio sobre el Africa subsahariana
y la globalización.
De 1993 a
1995 trabajó en el International Human Rights
Law Institute, DePaul Scholl of Law, Chicago, como research
fellow.
A modo de introducción:
La
Occidentalización y sus trampas
A modo
de introducción diremos que este libro no es fruto de la última actualidad, sino
de una reposada reflexión que ha durado ocho años y que tiene su origen en una
tesis doctoral defendida en marzo del 2006 en la Universidad Nacional de
Educación a Distancia. He tratado de despojarla de su sesgo académico aunque no
sé si lo he logrado, sobre todo en su aspecto jurídico, puesto que
inevitablemente los dos objetos principales del libro: el Estado africano y las
operaciones de mantenimiento de la paz, son construcciones jurídicas (además de
otras muchas cosas). Que el lector no se asuste por la” sopa de letras” que
encontrará; forma parte de la 'jerga' de Naciones Unidas y de las
organizaciones internacionales (hay un glosario de abreviaturas al inicio de la
obra).
La
llegada de pateras por parte de nuestros vecinos del sur ha llevado, de
repente, a darnos cuenta de que España también, y sobre todo, tiene fronteras
con África, además de ser un país africano (archipiélago canario, Ceuta y
Melilla). Este hecho nos ha llevado a preguntarnos por las razones por las
cuales los africanos subsaharianos emigran hacia Europa, en otras palabras,
acerca de las causas que motivan el fracaso del África subsahariana en salir de
su 'subdesarrollo político–económico'. Todas las respuestas están muy lejos de
poder ser contestada por el autor de este libro (respuestas que, quizás, estén
en manos de economistas o antropólogos), pero una de las causas más evidentes
radica en el fracaso o incapacidad de los dirigentes africanos, tanto de los
padres de la independencia como de sus sucesores, de construir Estados–Nación
que hicieran la vida más soportable a sus habitantes y que no empujaran a éstos
a la incierta aventura de subirse a un cayuco, o cruzar un desierto.
Este libro
trata de eso, de averiguar cómo se llega al fracaso de un Estado (fenómeno no
exclusivo del África subsahariana, basta con ver en qué ha devenido la mayoría
de las repúblicas ex–soviéticas) y qué remedios o no, ha puesto la Comunidad
Internacional para arreglar o aliviar tal tipo de situaciones. El lector notará
la ausencia en el tratamiento de Guinea Ecuatorial. Se trata de un olvido
consciente. Por haber sido nuestra única colonia subsahariana, merecería una
aproximación y estudio propio que el que esto escribe se ve incapaz de
realizar, además de necesitar un libro por sí mismo.
Comenzaremos,
como lo hacen todos los libros, por una introducción. El fin de la Guerra Fría
ha originado la aparición de una nueva realidad, el Estado "fallido"
desconocido hasta entonces por la Comunidad y el Derecho internacionales.
Tal realidad ha supuesto una quiebra del principio clásico de soberanía, a la
vez que su remedio ha planteado nuevos desafíos a tales enfoques y disciplinas.
Es por ello que a lo largo del libro intentaremos clarificar qué es un Estado y
cuando entra en colapso o fracasa. La segunda parte estará dedicada a los
esfuerzos doctrinales llevados a cabo por la Comunidad Internacional, a través
de sus organizaciones internacionales para evitar o reparar ese fracaso o
colapso. En la tercera parte estudiaremos los supuestos sobre los cuales la Comunidad
Internacional ha intentado poner remedio, así como el éxito o fracaso que ha
tenido en la implementación de ese esfuerzo teórico sobre el terreno.
En
cuanto al concepto de Estado, en primer lugar aportaremos una definición
'legal' sobre lo que Naciones Unidas entiende por 'entidad territorial
autónoma' (Estado) diferente de otras; evidentemente los textos en los que la
Organización la definía se situaban en un contexto de descolonización...
Así las
resoluciones 648 (VII) de 1952 y 742 (VIII) de 1953, nos remitirán a criterios
voluntaristas o subjetivos, que casan difícilmente con la realidad africana: El
hecho de contar con un progreso político suficiente para decidir por si mismos, o que la población pueda expresar libremente sus
opiniones políticas, o bien que el territorio esté dotado de una jurisdicción
propia, o siguiendo la segunda de las resoluciones, que el territorio del
Estado cuente con un derecho soberano a la defensa, con la libertad para
escoger la forma de gobierno bajo el cual quieran sus habitantes conducirse
políticamente, que goce de una libertad de interferencia externa y que cuente
con capacidad para cumplir sus obligaciones internacionales, son criterios que
claramente no podrían predicarse de algunos de los Estados que estudiaremos
(por ejemplo Somalia, Sierra Leona, Liberia o República Democrática del Congo y
los del arco del Sahel); Estados éstos a los que el
Derecho Internacional, sin embargo, atribuye juridicidad y reconoce su
soberanía.
Veremos a
continuación las diferentes definiciones doctrinales acerca del colapso o los
diferentes tipos de fracaso en los que puede caer un Estado:
Para algunos
autores un Estado entrará en colapso cuando su situación interna es susceptible
de poner en peligro la paz y seguridad de los Estados vecinos (Helman G. y Ratner S.), o cuando
las autoridades políticas (o lo que quede de ellas) de su Estado son incapaces
o carecen de la voluntad necesaria para hacer cumplir el contrato social entre
gobernantes y gobernados (Gros J.).
Para alguno
más, el Estado se colapsa cuando éste deja de proporcionar las funciones
básicas (fisco, infraestructuras, sanidad, autoridad política para mantener la
ley y orden) que toda comunidad política requiere y que debe ser proporcionada
por sus dirigentes (Ali A. Mazrui);
mientras que otros someten al Estado africano a un triple análisis: Análisis
político, análisis histórico y análisis sociológico–weberiano,
que no es otro que la pérdida del monopolio de la fuerza (Thürer,
D.). En la doctrina española el profesor Remiro Brotons
hace un examen descriptivo, mientras que el Comité Internacional de la Cruz
Roja, valiéndose de la Convención de Montevideo, concluye que el Estado se
convierte en "desintegrado" cuando pierde su tercer elemento
constitutivo, que no es otro que el Gobierno.
El problema
de estos análisis radica en que el éxito o fracaso, de un Estado se ha de
evaluar mediante elementos todos inaprensibles (es decir, no susceptibles de
medición cuantitativa), como serían, por ejemplo, la porción de territorio nacional
que queda fuera del control del gobierno central (¿el 51 por ciento?), o
cuántos ministerios han dejado de funcionar (¿la mitad más uno del Gabinete?),
o cuántas corporaciones locales han pasado al enemigo; o, puestos en
situaciones menos dramáticas pero más indicativas, qué grado de cumplimiento
tiene la ley por parte de la población de ese Estado, o con qué grado de
efectividad ese Estado ejerce su coacción (legítima o ilegítima) sobre sus
ciudadanos, o hasta qué punto se cumplen las previsiones económicas de una
cierta política presupuestaria, etc.
Cazarabet conversa con Juan Álvarez Cobelas:
-Juan, ¿qué te hace escribir un libro sobre África?; te
hubieses podido acercar a muchas cosas,
teniendo como protagonista a África, pero lo haces como analizando y denunciando, hasta cómo
advirtiéndonos, de los Derechos Humanos que en este continente, se vulneran
desde hace siglos por la injerencia de los países que practicaron, y de alguna
manera practican el colonialismo.
Nunca tuve una especial
curiosidad intelectual por África (pero
sí por la construcción del Estado-nación como producto de un devenir histórico
que solo se dio en Occidente), es más,
la curiosidad por aquel continente se reducía a los tópicos que todos los
europeos tenemos sobre él: documentales de la TV sobre una naturaleza exuberante, gente que todavía vivía en la
edad de piedra y viajes de los exploradores occidentales en el s. XIX. Por
tanto, aquél interés fue fruto de una
casualidad: cuando vivía en los EE.UU. se produjo la hambruna de Somalia (1993) y la consiguiente operación
“Restaurar la Esperanza”, con el conocido desembarco de los Marines en la
playas de Mogadiscio (luego reflejado en la película de Ridley
Scott “Blackhawk derribado”). En aquel entonces Madelaine Albreight, Secretaria de Estado de la Presidencia de
Clinton, tuvo una intervención ante el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas empleando por vez primera la expresión
“Estado Fallido” al describir la situación que se estaba dando en aquel momento
Somalia. Yo me quedé con la cita de ella y cuando regresé a España , propuse a
mi Directora de tesis el estudio de los Estados fallidos bajo el punto de vista
del Derecho internacional, y como en aquel momento Somalia era el ejemplo
perfecto, pues ella estuvo de acuerdo y de ese modo África entró en mis
modestas preocupaciones intelectuales.
Ello me llevo a comenzar por la definición y categorización del Estado,
historia de la descolonización, papel de Naciones Unidas en la misma, teoría
jurídica del Estado-nación, idea de soberanía, etc.
Posteriormente entré en el Grupo de Estudios Africanos -GEA de la Universidad
Autónoma de Madrid (1998), lo que me permitió conocer y aprovecharme de los
conocimientos (y más tarde modestamente aportar), del entonces único thing tank que había en Madrid
sobre el África Subsahariana-AS y, así hasta ahora.
-Porque hay muchas maneras de
practicar el colonialismo…tal como lo conocimos se manejaba en el siglo XVIII y
XIX y tal como se ha ido manejando, después para acá…
Normalmente para el AS el hecho
colonial se divide en dos periodos históricos cada uno con sus características
propias: 1º
colonialismo comercial (ss XV-XVIII) y 2º
colonialismo imperial (s. XIX hasta
década 60s del siglo XX)
Iº Colonialismo comercial. Una serie
de adelantos científico-políticos permitió a las nacientes Naciones europeas
(s. XV) iniciar este colonialismo, estos
fueron: una unificación religiosa en un
espacio político con dios monoteísta,
nacimiento del Estado-nación, proto-capitalismo con
fin del oro como medio de pago , letra
de cambio, y creación de las sociedad
de comercio por acciones como la
“Eastern Indian Company Trade”, nuevas tecnologías navales (nao
portuguesa, artillería embarcada,
descubrimiento de la ingesta de productos frescos para curar el escorbuto y el descubrimiento de la
llamada “simetría de los Dioses”, esto es, que los vientos
que en el hemisferio norte
permitieron a Colón navegar en otoño hacia el oeste y regresar en
primavera hacia el este, en su primer viaje
a América, la Naturaleza forzosamente
tenía que reproducír en el hemisferio sur este mismo
fenómeno atmosférico, solo que en
las estaciones temporalmente opuestas,
de modo que para llegar a la India los
portugueses desde las costas de Angola tenían que navegar en la primavera austral hacia el oeste hasta casi tocar las costas de Brasil, y luego dando un giro los mismo vientos
alisios empujaban sus naos hacia el Cabo
de Hornos (África Austral) y ya en el Indico por el Canal de Mozambique
llegaban a Goa. Para el “torna viaje”
(regreso a Portugal) tenían que esperar a los vientos de los monzones de
repetir en sentido contrario la misma
derrota. Y lo más importante
creación del bien “comercializable” lo cual implicó: 1º que éste tenía un valor de cambio; 2º necesitaba unos insumos para su creación (que podían ser otros bienes o fuerza laboral
compuesta por trabajadores libros y/o esclavos); 3º la creación de lugares de intercambio: de
aquí nace el concepto de núcleo comercial y el de las periferias comerciales.
Naciones que en aquel momento
histórico estuvieron a la vanguardia: Portugal, Reino Unido y Provincias Unidas
de los Países Bajos, las cuales: 1º solo fundaban puestos comerciales de
intercambio en la costa y no penetraban más de 20 km hacia el
interior ( por inferior tecnología de guerra respecto de los nativos); 2º
fundación también de factorías para el comercio de esclavos en asociación con
jefaturas locales o Reinos del interior, en golfo de Guinea , en Ríos de Aceite
de Palma (Oil Rivers),
es decir que el tráfico comercial de este aceite se hacía por medio de estos ríos, Costa de Oro (Gold Coast) y
fachada meridional atlántica: puertos de Luanda y Benguela
(feiras y pombeiros);
3º esto significó la casi desaparición del comercio de esclavos transahariano –
Sahel llevado a cabo por los egipcios que colonizaban
el Sudan y Chad.
IIª Colonialismo Imperial,
características: 1º fin de las guerras
napoleónicas (gran cantidad de violencia
puesta a disposición del “consumidor”: Estados, actores comerciales privados), 2º nuevas
tecnologías: fusil de anima rayada, ametralladoras, buques a vapor; 3º
farmacopea tropical (síntesis de la quinina); 4º nuevas teorías raciales “la pesada
carga del hombre blanco” , la doctrina del “hinterland” y de la posesión de
facto; 5ª rivalidades de las naciones europeas: III ª República francesa,
II º Reich alemán, rivalidad Reino Unido Francia y “lugar al sol” que
exigía Italia tras su unificación.
Consecuencias de este IIº periodo: 1º nuevo modelo
político de Estado = el “Estado colonial”, que lastrará las post
independencias; 2º manipulación de las jefaturas tradicionales mediante el indirect rule o decentrelized
depotism; 3º codificación del derecho
consuetudinario sobre todo en lo relativo a insumos agrícolas, propiedad de la
tierra, ganado y derechos hereditarios; 4º exacerbación de las etnias reales o
inventadas. Este último apartado implicó: 4.1. justificar la superioridad cultural del colonizador
sobre los africanos; 4.2. fragmentación/aislamiento de las sociedades africanas; 4.3. imposición del modo de producción capitalista con nacimiento
de la dualidad campo/ciudad; 4.4. inhibición de la conciencia de clase y de pertenencia a una nación en los pueblos
colonizados.
En este punto me acojo a las
explicaciones que Aimé Césaire en su libro
“Discurso sobre el colonialismo” visiona la perspectiva del colonizador : la
colonización no fue ni evangelización, ni empresa filantrópica, ni extensión del Dios monoteísta cristiano (los africanos ya
tenían suficientes), ni el derecho a ocupar una terra
nullius, ni voluntad de hacer retroceder las tinieblas de la ignorancia que
presidía/ahogaba a los pueblos ignorantes de otros hemisferios, sino
que se fue un acto que se produjo cuando
una civilización (la occidental), en un momento histórico dado se sintio endógenamente compelida a proyectar su economía a
escala global: la revolución capitalista europea consistio
en introducir en todos aquellos lugares
que ha colonizado su sistema económico y social
suprimiendo todo aquello que
pudiera lastra la consecución del lucro del colonizador ˃ de ahí que para Cesairé no existiera una “colonización mala” y otra
buena o “ilustrada” que integrara armoniosamente a colonizadores y colonizados
para que después de un esfuerzo de síntesis diera lugar a una “Nueva inglaterra” (EE:UU.), “Nueva francia”
(Quebec) o “Nueva españa” (Méjico), sino que ambas
colonizaciones , la ilustrada y la de
agresión-expolio eran dos caras de la misma moneda.
Para explicar los resultados de esta
colonización Casairé acude al antropólogo Malinowski con su “teoría del don”: 1º el “don europeo” es
profundamente selectivo: nunca a los pueblos colonizados se les ha otorgado
elementos útiles de nuestra cultura política (por ejemplo teorías de
representatividad y responsabilidad políticas) , al revés se les ha mantenido
conscientemente en la ignorancia; 2º nada de darles instrumentos de poder político: la soberanía
siempre a Estado en la Corona británica , en la República
francesa etc, ; 3º nada de capitalismo social, sino
de rapiña: bajos salarios, esclavitud, saqueo de productos naturales (sobre
todo en regímenes de explotación indirecta
como el colonialismo británico o en la I ª República portuguesa con su companhias majestáticas);
4º en ningún caso a los colonizados se les otorgó la igualdad política , ni la
social , ni la religiosa: solamente en los Dominios británicos (territorios de
colonización europea), se produjo esta transferencia de “dones” = la consecuencia
de todo esto ha sido el Estado africano post-colonial.
Un ejemplo de este hecho fue que casi
sin excepción los regímenes que surgieron de las independencias adoptaron
el sistema de partido único, incluso aquellos Padres de la Patria que
gozaban de un gran prestigio intelectual y político en sus propias
ex-metrópolis. El ejemplo perfecto sería
el de Leopold Senghor:
proclamada la independencia en abril de
1960 en marzo de 1963, modificó la
Constitución para convertir su cargo de Presidente de la República, en jefe del
ejecutivo. En 1970, mediante la Ley 70-15, otra reforma constitucional le permitió
(limitar fue su treta) gobernar dos quinquenios seguidos más. Su
sucesor Abdou Diouf (1983-2000), del mismo partido, reformó de nuevo la
Constitución para ampliar el mandato
presidencial de 5 a 7 años. De 1960 hasta 1973 solo existió un partido en
Senegal el Partido Progresista
Senegalés” de Leopold Senghor
que aducía que crear más partidos solo obedecería a particularismos
étnicos y a desestabilizar el interior del país
Otros autores han dado otras
explicaciones (escoge la que quieras). La siguiente podría ser la
representativa de otra forma de contemplar el hecho colonial más benévola con
el colonizador, por ejemplo Bertrand Batie: “L´Etat importé: l´occidentalisation
de l´ordre politique (1992)”:
1º la exportación de un modelo
político no es una práctica consciente y menos una maniobra de Occidente, sino
algo inconsciente que de este modo provoca
una dinámica de dependencia y de identidad universal que se refuerzan
mutuamente, ayudando a los Estados de Occidente a dotarse a cada Estado-nación
de una gramática política y unidad
analítica propias.
Francia: administración directa de
sus colonias: reflejo de una cultura político-administrativa fuerte
Reino Unido: colonización mediante el
“indirect rule”: sistema anglosajón de
estatalidad muy débil, pero muy útil para relacionarse con las jefaturas
locales. Sin embargo lo que Badié no advierte es que
esto ha conducido a una construcción neo-patrimonial del poder; la estrategia
del Príncipe consiste en apropiarse del espacio político y a partir de aquí de
los recursos que tiene el espacio privado.
En el Estado occidental esto no
funciona así: el Estado cumple una función de extracción fiscal, que puede ser
respondida por los ciudadanos por el
contra poder del mecanismo de votación de impuestos, pero en los Estados
del Sur la fiscalidad es una parte menor de sus ingresos (el Estado se nutre de
las transferencias exteriores) y, por tanto la sociedad civil carece de medios de control/presión
sobre el poder político.
De
este modo en la construcción de Batié, la
ecuación que daría lugar al surgimiento de un EF sería la siguiente: Etats-patrons = états clients: échange de faveurs: la majorité des pays d´Afrique francophone ont adopté le mimetisme constitutionelle française + forum internationales oú les relations sont de vérticalité :
ex-metropoli/État africaine.
Siempre ha habido una controversia
entre si las independencias de las naciones del AS fue un acto otorgado
graciosamente por las metrópolis o fueron los pueblos africanos quienes
arrancaron tales independencias: hay argumentos a favor de ambas tesis, pero la
historia reciente de las metrópolis (sobre todo su comportamiento durante la II ª Guerra Mundial) condicionó en gran medida
sus procesos descolonizadores.
Descolonización británica: no tenía
necesidad de exorcizar su pasado: el Imperio británico fue uno de los
vencedores de la II ª GM por tanto ya durante la guerra dieron pasos
encaminados a transformar su Imperio en “otra cosa”: “Colonial Development and Welfare Act” (1940): Give and keep.
Informe Harold McMillan (1957): e
Imperio es sustituido por la Commonwealth ( área de la libra esterlina);
primeros movimientos sindicales (1948-51) estibadores portuarios en Costa de
Oro y mineros del Cinturón del Cobre; “a igual trabajo igual salario”; fracaso de las independencias federales
blancas (Federación del África Central-1960) y de independencias unilaterales blancas (Rhodesia del Norte ,
Rhodesia del Sur y Kenia) el resultado
fueron las Conferencias Constitucionales de independencia.
Descolonización francesa: trauma post
-II ª Guerra Mundial; Hitos: 1ª “Conferencia de Bámako”:
“Ressemblement Démocratique
Africaine-RDA apoyaba una solución federal para la AOF y AEF; 2º “Loi Cadre” de la Asamblea Nacional francesa (1956):
independencias individuales; 3º Comunidad francesa” que sustituye a la Unión
Francesa (1946): V ª República, arts 78 y 86 de su
Constitución: se sustituía el principio de “territorialización” por el de “federalismo” lo que dio lugar a
unas federaciones de estados efímeras y por tanto su fracaso a la balcanización del África
francesa con los Estados actuales. Dos excepciones: 1º Madagascar (1947);
Camerún – Unión de los Pueblos de Camerún (año 1960): en ambos situaciones de
genocidio y crímenes de guerra.
Descolonización de Portugal: la ya
conocida Revolución de los Claveles (1974) que permitió a Portugal salir de una
situación que no hacía sino hundirla más en el abismo, e integrarse en el
espacio europeo de desarrollo que era la entonces CEE.
En cuanto a Bélgica su pequeñez como
Estado y su deseo de convertirse en la capital de la nueva Comunidad Europea, le empujo a una salida precipitada de su
inmensa colonia, con la tragedia que ha vivido aquel país desde entonces.
Papel de Naciones Unidas: 1º
Conferencia de Bandung (1955) como sustrato ideológico-teórico del movimiento
descolonizador. Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas 1514
(XV_1960)”Declaración de Concesión de Independencia a Pueblos y Países
Colonizados”; Res. 1810 (XVII- 1963) AG: Comité de Descolonización de los XXIV; Res. 2625 (XXV) AG: reconoce la
condición jurídica distinta de la metrópoli de una colonia o territorio no
autónomo respecto del Estado que lo
administra y su derecho a la autodeterminación.
CONSECUENCIAS de este movimiento
descolonizador: Creación de la Organización para la Unidad Africana-OUA con sus
CARENCIAS: 1º Desde un principio reflejó el mundo bipolar de la Guerra Fría:
bloque pro occidental (Monrovia), y bloque pro soviético (Casablanca); 2º
respeto a las fronteras heredadas de la colonización “uti
possidetis iuris”; 3º respeto a la soberanía interna
de los Estados = no injerencia en asuntos internes de otros Estados; 4º
carencia de una arquitectura/mecanismos de paz y seguridad africanas para prevenir/solucionar crisis; 5º
lucha casi obsesiva contra el apartheid
y por la autodeterminación de aquellos pueblos todavía sometidos al
yugo colonial, olvidándose de otras necesidades del Continente = en resumen fue
más una reunión intergubernamental entre Jefes de Estado y de Gobierno , que
una institución de unidad y construcción de panafricanismo
-Enlazo con la pregunta anterior….cuando la “crisis” de la
piratería en el Índico y en la Costa Oriental Africana estaba en su auge lo
seguí bastante y procuré leer más allá de la prensa convencional, trataba de
buscar respuestas a mis humildes preguntas y poco más… Llegué
a la conclusión de que aquello duraría poco o sería contenido según la
conveniencia de los poderosos. Mira es lugar de paso, de ruta, de buena parte
de todo tipo de mercancías y, además países como China, con todos sus
contaminantes metidos en bidones, bien tenían que buscar y encontrar su lugar
en el mundo y allí estaba África con, por ejemplo Somalia…Y nosotros,
cómodamente solo pensando en los secuestros de los piratas…
La piratería no debemos verla sino lo
que es una actividad económica en la cual los clanes de Puntlandia
(región autónoma de Somalia), los llamados
así mismos “marinos somalíes” o “guardacostas”, entrenados por la marina eritrea y los tigres tamiles de
Sri Lanka ejercen un oficio con sus consiguientes riesgos y sus inmensos beneficios.
El primer problema que se nos
plantea, es el de cuál es el derecho aplicable a tal tipo de situaciones,
puesto que de no hacerlo así esto se convertiría en la ley de la jungla (en
este caso de alta mar). Por un lado tendríamos
una interpretación extensiva del art . 51 de la
Carta de las Naciones Unidas o derecho a emprender medidas de interdicción
de buques sospechosos de transportar ADM
o autodefensa preventiva dentro de la doctrina G. Bush Jr. “Proliferation
Security Initiative”, que Aznar cuando era
Presidente de Gobierno acogió con entusiasmo y, que fue el pretexto que Israel
adujo en el abordaje en aguas
internacionales del buque turco que con ayuda humanitaria navegaba hacia las costas de Gaza, en conjunción con el art. 110 de la
UNCLOS (Convención de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar), esto es del
derecho de abordaje a un navío
sospechoso de actos de piratería o de
tráfico de esclavos.
Por otro y como reacción, tendríamos
la reacción del Consejo de Seguridad de NU, mediante sus resoluciones 1814
(2004), que autorizaba el uso de la fuerza, la resolución 1838 (2004) que
también permitía la “preemtive
interdicction” o apresamiento preventivo, dejando
bien claro que esta autorización no suponía otorgar, o reconocer, un derecho
consuetudinario al libre abordaje. A esto habría que añadir dos resoluciones
complementarias, la 1846 y 1851 (2008), que permitían la entrada en aguas
territoriales y las operaciones en tierra sobre los santuarios de los
piratas.
El otro obstáculo a resolver es que
hacer con los piratas detenidos, puesto que ningún país de occidente quería
unos indeseables en sus cárceles; para ello se firmaron los “Convenios de
Recepción y Enjuiciamiento” entre la UE y Kenya e
Islas Seychelles. Problemas: 1º estos países carecen de recursos procesales y penitenciarios para punir tales
conductas, a pesar de las transferencias de dinero que les hizo la UE (se producían agravios comparativos con sus
presos nacionales, puesto que los piratas estaban en mejor tratados,
alimentados, vestidos e incluso tenían más garantías procesales que aquellos);
2º en este tipo de delitos y, como puso de manifiesto el Secretario General de
Naciones Unidas (Informe S/2010/394), era muy difícil reunir las pruebas y 3º y
último se dio un cierto cansancio político-jurídico por parte de los países
receptores de los piratas capturados puesto que en un momento el Tribunal
Supremo de Kenya y su Código Penal no permitieron el
enjuiciamiento de los piratas capturados
en aguas internacionales.
En mi opinión la solución ideal, pero
ahora mismo imposible, seria la adopción de las siguientes medidas, (medidas en
cuya implementación habría que ayudar al débil gobierno de Somalia, pero que
darían a este un plus de legitimidad ante su propia población): 1ª extensión de
la Zona Económica Exclusiva-ZEE somalí a más allá de las 200 millas náuticas, a
la vez que un tercer Estado africanos
del litoral Índico asumiera la protección y vigilancia de las pesquerías somalíes
según concepto de “Custodial management”, 2º
las Naciones Unidas deberían crear para el Indico occidental una suerte de
“North Atlantic Fisheries Organization-NAFO” , es decir una organización
internacional con capacidad ejecutiva y compuesta por todos los Estados
ribereños y terceros países que faenan en sus aguas (España, por ejemplo), que
regulara la explotación de capturas
pesqueras en el Indico
occidental, (la resolución 2246- de noviembre de 2015 del C. de S., a
instancias de España, ya reconoce los derechos soberanos de Somalia, según al Derecho internacional, a
sus recursos naturales incluidas sus pesquerías) y de vertido de basuras, y que tuviera su
propio derecho aplicable y sus tribunales de carácter sancionador. Y 3º y
último y más importante, estabilizar el Gobierno de Transición Somalia, algo que ya está
sucediendo mediante la AMISOM-UA y la
acción común de la Unión Europea “EU
Training Mission Somalia...” para colocar a Puntlandia bajo
la soberanía del gobierno de Mogadiscio.
En cuanto a la costa del África
occidental y el delta del rio Níger, el otro área donde existe piratería (ya en retroceso), solo que esta
vez con motivaciones más políticas que económicas, las medidas adoptadas han
sido las siguientes: por los EE.UU. El “Gulf
of Guinee Guard Programme” que forma parte del más general “African Contingency Operations and
Training Assistance-ACOTA, que está bajo la
supervisión del AFRICOM y que cumple siete objetivos estratégicos: 1º vgiaancia control del Al-Qeda del
Magreb bajo el partenariado
“Trans-Sahara Counter
Terrorism Partnership-TSCPT
(que incluye los siguientes países del AS: Chad, Mali, Níger y Senegal) 2º
combatir las armas de destrucción masiva; 3º
reforma del sector de seguridad de los países ribereños, por medio del African Partneship Station de Senegal, de
Gabón y de Nigeria (para el delta del rio Níger) que actúan como
complementos del International Military , Education and
Training-IMET, o programas de asistencia
militar clásicos entre EE.UU. y sus aliados (por supuesto la relación es
asimétrica); 4º protección y evacuación de los nacionales (casi todos
trabajando en plataformas off-shore) en
casos de crisis, protección de materias primas sensibles para los EE.UU. , pues
el 25 % de las importaciones de crudo
vienen de esta costa atlántica africana y se calcula en 60 billones de barriles las reservas bajo
el mar., combatir, también la presencia de China en el golfo de Guinea y por
último protección del tráfico mercante por medio del “African
Coastal Security Programme/Gulf of Guinee que incluye el
empleo de instructores empleados por
contratistas privados de seguridad como
por ejemplo la Military Professional Ressources
Inc.
Conclusiones: 1ª la Comunidad
internacional gana batallas tácticas
(disminución de la piratería) pero está perdiendo la victoria estratégica (no
estabilización política de los Estados
del Sahel, del golfo de Guinea y del Cuerno de África
y extensión del terrorismo )., 2º tanta violencia importada no genera sino más
inestabilidad en la región por la astuta alianza de Al-Sahbab
y Al-Qeda con
los piratas/guardacostas somalíes; 3º las operaciones de paz de la Unión
Africana como AMISOM-UA, EUNAV (naval de la UE) y arriba mencionada de
EUTM-Somalia, forman parte de una solución militar para la región , pero
no sustituyen la necesaria solución
política que siempre tendrá que ser endógena ; 4º es muy difícil distinguir
entre piratería como actividad comercial ilícita, de la acción política (protección de la ZEE) y de sus conexiones con el crimen
organizado, como el tráfico de personas, armas y drogas; 5º tal cúmulo de
acciones de paz no hacen sino disimular/ocultar
la aplicación de una doctrina de
seguridad nacional norteamericana del Departamento de Defensa de los EE.UU. (
que después de la doctrina de la Global War Against Terrorims de Bush Jr.
tiene un ámbito planetario), bajo la
apariencia de la implementación de una
seguridad humana y de desarrollo
económico, según el clásico principio de “freedom
from fear, freedom from want”.
Como último apunte solo decir que la
Organización Marítima Internacional-OMI se está ocupando de la piratería en el
estrecho de Malacan mediante la “Malacca
Strait Sea Patrol- MSS” y la , “Regional Cooperation Agreement on Combating Piracy
and Armed Robbery againts Ships in Asia- RECAAP”.
-¿Todos los países, pasados por
el colonialismo, han resultado estados fallidos?
Como fenómeno social y no científico-experimental es muy
difícil de cuantificar los estados fallidos en su número. Desde 1990 año en que
Robert Jackson publico su famoso artículo sobre soberanía positiva/negativa, o
estatalidad empírica y estatalidad jurídica (“Soverignty
and underdevelopment : Juridical statehood
in the African crisis”
Jackson, R. y Rosberg, C. - 1986) , muchos otros académicos , agencias
gubernamentales para el desarrollo, instituciones financieras internacionales, ONGs, etc, han creado sus propias
definiciones de EF con sus atributos para su catalogación y acotamiento como
tales. Algunas de ellas las cito en el libro, a así tenemos a los profesores W.
Zartman con el “collapsed
state”, W. Reno con los “Weak
state”, Helman y Ratner con el “failed Nation-state”,
el Comité de la Ayuda al Desarrollo de la OCDE que habla de “Estados frágiles”
, el “International Crisis Group” con sus Annuals Regions Report,” la “Fund for Peace” con su “Failed State Index”
e incluso podríamos citar a la Comisión
de Consolidación de la Paz de las
Naciones Unidas que confecciona sus propios índices de EF para asignar recursos y programas del “Fondo de
Consolidación de la Paz”, pero con toda seguridad me dejo muchas en el tintero.
Aquí incluso cabría una maldad,
citando a Noam Chomsky que calificó a la
vez a los EE.UU. como failed state (por su
déficit democrático) y rogue state por su frecuente recurso al uso de la fuerza
en sus relaciones con terceros Estados.
Y así podríamos seguir hasta el
infinito.
En resumen y, a pesar de las palabras de Francis Fukuyama,
de su “fin de la historia” , esto es que después de la caída de la Unión
Soviética, la humanidad entraba en una “paz liberal” presidida por
una economía de mercado y unos sistemas parlamentarios más o menos
representativos, los atentados del 11 de septiembre del 2001 y la consiguientes
invasiones de Afganistán e Iraq llevaron
al propio Fukuyama a la conclusión contraria: que el
Estado-nación continuaba siendo
necesario para la paz y la estabilidad mundiales y que era por tanto era preciso montar operaciones de “state
building” para (re)construirlos, o lo que es lo
mismo crear nuevas instituciones gubernamentales y reforzar las ya existentes.
De eso trata las segunda y terceras partes del libro: de la construcción
teórico-dogmática-jurídica de las operaciones de state
building (se
llamen como se llamen: peace enforcement, state nation, post-war peace building, etc) y de las operaciones sobre el terreno que tanto de
Naciones Unidas como de otras organizaciones regionales llevan a cabo para su
remedio, aunque reconozco que es una parte bastante árida del libro.
Pero como dije anteriormente mi
pensamiento a mutado desde que comencé la tesis y por decirlo
de un modo elegante, me he vuelto menos eurocéntrico, es decir, menos culpar a los africanos de
ser los responsables de sus desgracias.
En este sentido me gustaría traer a
colación aquí la teoría del Fanga y el imperdonable daño que hizo occidente con la
esclavitud o solo en términos de genocidio
demográfico, sino en destrucción de la rica cultura política africana pre-colonial, que
primaba el consenso y la armonía social sobre el enfrentamiento. Me estoy
refiriendo a la “Teología de la Proximidad” del
keniano Ali Mazrui:
para este politólogo, el Soberano
africano bueno/sabio (el Rey negro) es el que solventa el mal físico y político
en su comunidad armonizando la
naturaleza con el espacio del hombre; percibe en su dermis todo lo que le rodea, lo que perturba al ser humano y lo que disgusta a la
naturaleza, disgusto que ha provocado por el ser humano, incluso el daño invisible; esta capacidad de
comprensión /armonización de lo real con lo inmaterial es lo que los
occidentales llamamos animismo. Para Mazrui las
diferencias entre una metafísica blanca y una negra arrancan en el neolítico,
cuando la polis griega expulsó a la naturaleza del espacio urbano (creó la
civilización en el espacio llamado cives = ciudad), y
volvió a ambos, naturaleza y ciudad, irreconciliables; de este modo el hombre
blanco hizo de la naturaleza un lugar distante que podía ser explotado (la
economía de acumulación o revolución neolítica de la agricultura) e investigada
(nacimiento del método científico). Para Mazrui, el
científico occidental (un aprendiz de brujo, presidido por su pesimismo
histórico) se ha burlado del brujo africano y de sus rituales, tendentes a
mantener la armonía entre el hombre y la
naturaleza: para el científico blanco la realidad se puede dividir y
diseccionar para ser estudiarla y, se
encuentra separada de la Divinidad (que por tanto no puede ser objeto de estudio científico).
Justamente fue un científico griego, Demócrito el primero que observó que la realidad no era sino una suma de
átomos divisibles. Yo me apunto a esta tesis.
-Pero, de momento y desde hace
muchísimos años nos encontramos con un continente roto y por dentro…hemos
explosionado a un continente al que, además, hemos saqueado y todavía lo
estamos haciendo…
En el planeta y después del fin de la
guerra fría hemos pasado de un sistema económico compartido
capitalista/socialista a un neoliberal globalizado. El capitalismo que tuvo su origen en el s. XIX en Europa
acabó abarcando todas las zonas del planeta, estableciendo como en el s.
XV los conceptos de centro y periferia, basándose en los
principios expansión/incorporación de
espacios, allí donde se obtenían las materias primas + donde estaban los yacimientos de mano de
obra incorporados al sistema mundo mediante la relación de tutela colonial; en
las áreas capitalistas centrales hubo un desarrollo de sistemas estatales
basados en la burocracia+ derecho +
territorio: a cambio se esperaba que los
ciudadanos fueses leales y se
adhiriesen a sus estructuras normativas
y a sus expectativas.
Pero el capitalismo actual ya no se actúa así, sino que se basa en los
principios de consolidación y exclusión; por ejemplo África solo cuenta,
para la extracción de materias primas y productos tropicales y para el turismo
aventura, mientras que por otro lado se produce un endurecimiento el régimen
migratorio hacia el Norte. La venganza del Sur es la expansión de actividades migratorias transnacionales informales de
organización no estatal, que han
suplantado y reconfigurado las redes de
Estado/Nación a Estado/Nación, creando un nuevo marco
de (in)seguridad y desarrollo que refleja toda la lógica del sistema mundo
actual. Y así tenemos 1º a las nuevas
guerras como eje de reordenación social + mecanismo de globalización de
relaciones económicas y políticas + como
instrumento para el desarrollo del nuevo
Estado-Nación; 2º las nuevas guerras que desregulan el mercado y el comercio
transfronterizo y han permitido la la formación de redes globales/ locales que llevan a la
reacción de economías sumergidas, por ejemplo el tráfico ilegal de
diamantes aluviales que ha financiado tantas guerras en África , como
Sierra Leona y Angola; 3º de estas
nuevas guerras nacen nuevas formas de autoridad y de gobernanza, alternativas a
las clásica de acumulación de capitales
por el Estado-Nación, sino por actores privados: los señores de la guerra (Las nuevas guerras en el mundo global”-
2004 de Mark Duffield ).
De modo que ahora mismo no estamos en
un sistema de seguridad colectiva globalizado, sino en un escenario de la
llamada (pseudo) paz liberal, que por su propia
lógica excluye una única institución global de gobierno, como por ejemplo
podría ser el Consejo de Seguridad de NN.UU., sino lo que hay es flujos y nodos de autoridad dentro de una soberanía liberal mundial formada por
múltiples actores estratégicos
(estatales y no estatales), estratégicos por que persiguen su propia
agenda radical, cada vez más militarizada y privatizada, constituyendo una red
de relaciones estratégicas ( en cuanto
mundiales) de gobiernos.
Para las Agencias de las NN.UU. es
necesaria una respuesta global cuando se da un escenario de: conflicto armado +
desastre humanitario +
desplazamiento poblacional (por ejemplo
el drama actual de Siria). Entonces en
este caso estaríamos ante una Emergencia Política Compleja. Esto es lo que los
autores de las relaciones internacionales han llamado “neobarbarismo”
o “neomedievalismo”: los señores de la guerra parcelan la autoridad política de
un Estado formalmente soberano y crean su propia soberanía (
p. ej. Holden Roberto del FNLA que monopolizó
el tráfico de diamantes o Charles Taylor del FPNL el de maderas tropicales y
con las plantaciones de caucho la “Firestone Tyre and Rubber Corporation” en Liberia).
Por tanto el Derecho internacional se
encuentra con múltiples problemas en este solapamiento de jurisdicciones pseudoestatales
sobre un mismo territorio, como son: 1º dilucidar la identidad de los varios
actores políticos actuantes (p. ej. numerosas resoluciones del Consejo de
Seguridad impone sanciones a señores de
la guerra que no están identificados
nominalmente); 2º problemas sobre los estatutos legales de los mismos ante el Derecho
internacional ( ¿se les aplica el estatuto de combatientes según el DIH?), 3º dudas relativas a los derechos
de propiedad sobre recursos naturales, lo cual entra en conflicto con el
derecho a disfrutar de la riqueza por parte de las poblaciones locales la llamada “bush
economy”;
y 4º y último, estas inversiones/saqueos en industrias extractivas
locales ha llevado a muchas empresas a contratar protección militar privada y por tanto a sustraer a una parte del territorio
de la soberanía del Estado en cuestión: por ejemplo, Gurkha
Security Guards
y Executive Outcomes han
protegido los pozos de petroleo de Texaco en
Cabinda y Sierra Leona.
Este estado de cosas ha conducido a
las Agencias de las Naciones Unidas y a la UE
ha adoptar medidas de carácter
estructural para proteger los
recursos básicos: por ejemplo el Convenio Internacional de Maderas
Tropicales (2006) que es regido por la Organización Internacional
de Maderas Tropicales (miembros todos
los Estados africanos con bosques
tropicales y los 27 de la UE), organización inter gubernamental, con
personalidad jurídica propia y que vela por la sostenibilidad de los bosques tropicales y por tanto por su
explotación responsable y que cuenta con
un certificado de origen de que esas cargas de madera han sido legalmente
exportadas y comercializada, pero sin
capacidad ejecutiva ninguna para
sancionar las sacas ilegales de maderas tropicales, o el más conocido sistema de certificación de
diamantes de Kymberley.
Mi conclusión a la “obra” dejada por
los colonizadores, es que fundamentalmente son varios los mitos a destruir, que
nosotros mismos los occidentales, hemos construidos sobre aquel continente y
sus gentes: 1º la autocracia y el autoritarismo son el único modo de gobierno
post-independencia, que saben construir los africanos: falso, tenemos los
ejemplos de Botswana, Senegal, Sierra Leona, Cabo
Verde e incluso Sudáfrica que son un ejemplo de buen gobierno , y/o de justicia
reparadora y de reconciliación nacionales en aquellos procesos de paz
post-conflicto, que se están dando en Ruanda, Liberia y nuevamente en
Sudáfrica; 2ª hay una incapacidad
crónica por parte de los africanos para crear/gestionar una economía de
excedentes , o lo que es lo mismo, solo construyen economías de subsistencia de
modo que necesitan de la Ayuda Oficial al Desarrollo-AOD y de las ONGs para sobrevivir: falso ver como la economía informal o
del apaño /debrouille); 3º incapacidad de las
poblaciones africanas para integrarse el circuito económico mundial globalizado: falso los africanos tiene sus propia redes
internacionales de comercio, como son los marabúes de Senegal; 4º incapacidad
de las élites africanas para aprehender
y aplicar las ideologías
ilustradas occidentales, como la democracia representativa, el estado de
derecho, la responsabilidad y rendición de cuentas. FALSO, los exitosos casos
de transiciones democráticas, en supuestos especialmente dolorosos de salidas
de guerras civiles, Sierra Leona, Costa de Marfil o Liberia, contradicen esa idea común, además nosotros
los occidentales tampoco podemos dar muy buenos ejemplos en cuanto limpieza en
la gestión de la cosa pública y ausencia de corrupción.
Ergo, es necesario descolonizar la
mente de nosotros mismos y/o hacer nosotros una revisión crítica del
eurocentrismo, modo de pensar y visión del mundo que todavía rige nuestras relaciones con el
AS.
22552
África saqueada. La
occidentalización y sus trampas. Juan Álvarez Cobelas
576 páginas 17 x 24 cms.
25.00 euros
Queimada
Un título contundente para analizar
un problema tan actual y que nos afecta tan directamente en estos momentos,
como la evolución de los llamados Estados fallidos subsaharianos.
Y ¿por qué muchos de esos Estados que tienen su asiento en Naciones Unidas no
dejan de existir, dado que nada parece legitimarles para seguir siéndolo?
Fundamentalmente por la connivencia entre un pequeño grupo de individuos que se
imponen por la fuerza para apropiarse de las vidas y bienes de sus pueblos, con
algunos Estados del Norte, que, pese a ello, presumen de desarrollo y
democracia y de respeto a los Derechos Humanos.
Tampoco se olvida el análisis del papel contradictorio de muchas ONGs, pese a sus indudables buenas intenciones.
Este libro nos ayuda a plantearnos diferentes cuestiones a cerca del Estado:
¿En nombre de qué y de quienes se constituye? ¿Cómo domina y se perpetúa?
¿Cómo, además, puede pervivir un capitalismo de rapiña con un Estado
prácticamente inexistente en amplias zonas del globo?
Juan R. Álvarez Cobelas, licenciado en derecho
por la Universidad de Alcalá de Henares (1985) y Doctor cum laude por la UNED
con la tesis El concepto de Estado fallido en el África subsahariana (2006), es
desde el año 1997 miembro del Grupo de Estudios Africanos de la
Universidad Autónoma de Madrid.
Ha participado en los Congresos de Africanistas Ibéricos de Gran Canaria,
Lisboa, Madrid, y Coimbra. Y ha realizado
conferencias en la Universidad Federal de Uberlandia,
Estado de Minas Gerais, Brasil. Entre sus principales trabajos de investigación
podemos destacar: Privatización de la violencia y mercenarios, La economía
informal en el área del Gran Dakar, Constituciones africanas y
autodeterminación y su último trabajo ha sido Arquitectura de paz y
seguridad de la Unión Africana, de la Unión Europea y el papel distorsionador
de Francia en el arco del Sahel .
Actualmente está trabajando en Las raíces ideológicas del Imperio portugués en
África y su contrapartida en Amílcar Cabral, y prepara un estudio sobre el
África subsahariana y la globalización.
De 1993 a 1995 trabajó en el International
Human Rights Law Institute , DePaul Scholl of Law, Chicago, como
research fellow.
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