La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Manuel García
Muñoz, autor de "Ochenta mujeres.
Las mujeres fusiladas en el Madrid de la posguerra" (La Librería)
EL LIBRO
DE EDICIONES LA LIBRERÍA DE MANUEL GARCÍA MUÑOZ NOS ACERCA A LAS MUJERES
PROCESADAS Y FUSILADAS EN LOS PRIMEROS AÑOS DE POSGUERRA…
Las mujeres
fueron un colectivo y lo somos, aún alguna manera, que debemos reivindicarnos
todavía en nuestro trabajo…más allá de cómo lo hagan los hombres…no vale con
hacer el mismo trabajo….hay que doblarse más para que te reconozcan, pero lo
del presente no es nada comparado con el pasado….cuando las mujeres, muchas de
ellas, estaban bajo las órdenes de los padres hasta que se casaban….allí,
pasaban a estar bajo las órdenes del marido y muchas de ellas se veían como
privadas o coaccionadas a desarrollarse como personas plenas, como trabajadoras
libres e iguales….cuando no estaban subyugadas a la Iglesia que ejercía en
ellas un lazo tan especial que era, más bien, un nudo del que, muy
inteligentemente, las sotanas iban estirando y aflojando… Las mujeres, ya a principios
y conforme avanzaba el siglo XX fueron quitándose esos lastres: querían
estudiar y muchas lucharon por ello, querían emanciparse del tradicionalismo
anquilosado de la sociedad y algunas lo consiguieron, quisieron ser libres y
lucharon por ello….Así muchas, apoyaron, más o menos directamente, la causa
republicana, la causa de los más desvalidos, la suya propia tan dejada y
abandonada…..algunas vieron que detrás de una mujer había mucho más….y algunas
empezaron a tomar partido de una sociedad como elementos mucho más dinámicos:
mujeres dedicadas a la educación(fueron las más), enfermeras, cuidadoras,
sirvientas( ya no tan sometidas), amas de casa con un criterio que empezó a
poner a su marido en su sitio….y vino la República y el voto y tiempos convulsos
y la Guerra y la mujer no se amilanó y estuvo allí…para, luego, pagarlo…pero
estuvo allí y eso nos enorgullece a las que hoy caminamos con el orgullo de ser
mujeres libres, de mente librepensadora…sin ellas esto no hubiese sido
posible….jamás olvidaremos y este libro es una buena lectura para reconocerlas
y rendirles un sentido y emotivo homenaje porque Manuel García Muños nos las
presenta de una manera tan emotiva como edificante.
Lo que
nos dice Editorial de La Librería sobre el libro…
Ochenta
Mujeres es un libro sobre las mujeres que durante los primeros años de
posguerra 1939-1943 fueron procesadas por los Tribunales de la Capitanía de la
Primera Región Militar acusadas de distintos delitos por los cuales fueron
juzgadas, condenadas a muerte y fusiladas en el cementerio madrileño de la
Almudena, conocido anteriormente como el cementerio del Este.
Durante
mucho tiempo las circunstancias de aquellas muertes estuvieron envueltas en la
bruma del silencio, en unos casos, o desvirtuadas por el mito del martirio en
otros. De ellas trata este libro. Quise saber quiénes fueron estas ochenta
mujeres y, sobretodo, de que hechos pudieron ser acusadas para ser condenadas a
tan terrible pena e investigar si, en aquellos momentos, en los medios de que
disponían la policía y los tribunales militares y con la abrumadora carga de
perjuicios que sus miembros mantenían respecto a estas procesadas, por ser
“mujeres” y “rojas”, eran posible juicios justos.
Todo esto
con el ánimo de poder entender qué locura colectiva llevó a algunos españoles a
querer matarse los unos a los otros y, además, llevarlo a cabo durante tanto
tiempo. Incluso una vez terminada la guerra.
El autor,
Manuel García Muñoz.
http://www.esferalibros.com/autor/manuel-garcia-munoz/
Cazarabet conversa con Manuel García Muñoz.
-Manuel,
yo todavía estoy con la lectura del libro que me está desvelando muchas cosas y
me parece de un estudio muy, muy minuciosos y concienzudo, pero para aquel lector/a
de El Sueño Igualitario y el Cazarabet conversa con….¿nos puedes presentar, un
poco la idiosincrasia de estas Ochenta mujeres….ya sabemos que venían y tenían
perfiles bien diferentes, pero todas llegaron a ser represaliadas de la peor
manera por el franquismo?
-Para los vencedores, para los militares que las
juzgaron, independientemente de sus circunstancias personales, estas mujeres
tenían algo en común, algo que las hacía completamente repulsivas y rechazables
para su moral: estas mujeres eran “rojas”. Si indagamos un poco más y
quisiéramos saber lo que ellas pensaban de sí mismas y si existió alguna
palabra con la que ellas se sintieran identificadas con orgullo, esta palabra
fue “roja”. Lo tremendo de aquellos tiempos es que la sociedad estaba dividida
hasta en el lenguaje: lo que para unos significaba lo peor de lo peor, para
otros significaba liberación femenina, progresismo, libertad de cultos,
igualdad, etc…
-La
política del escarmiento que en estos conversas hablamos muy a menudo por contar
entre nosotros Miguel Sánchez Ostiz, autor de El
escarmiento, La sombra del Escarmiento de Pamiela
(entre otras muchas publicaciones), se impuso como una de las principales
herramientas, instrumentos o aras , después y durante la guerra, según los
franquistas iban ganando tierras…?
-Madrid se entregó, finalmente, después de casi
tres años de asedio. En ese momento los militares ya llevaban tiempo diseñando
su política represiva estructurada alrededor de denuncias-detenciones-
procesamientos-cumplimiento de penas. Este esquema, aplicado a todas las
mujeres denunciadas, dio lugar a un gigantesco caos: innumerables denuncias con
muy escasos elementos acusatorios (habían pasado años desde que ocurrieron los
sucesos denunciados, habían desaparecidos testigos y pruebas y gran parte
de las denuncias se basaban en rumores: “se decía en el barrio…”). Tengo que
insistir en que si bien los sucesos denunciados eran ciertos en su inmensa
mayoría (en Madrid, durante la guerra, hubo miles de asesinatos de personas de “derechas”)
en muy pocos hubo testigos, como consta en las denuncias. Los cargos que se
hicieron contra estas mujeres fueron obtenidos por métodos que hoy día
calificaríamos de ilegítimos y carecen de la más mínima credibilidad.
-La
mujer, ya desde principios de siglo, empezó a tomar fuerza haciéndose un lugar
en la sociedad y en todos los eslabones y ámbitos….Manuel, tú que has estudiado
y analizado tanto la influencia de la mujer, su evolución, la toma de
decisiones, la entrada en los ámbitos de decisión y demás. ¿qué piensas sobre
el debate que se levantó en torno al voto entre Victoria Kent y Clara
Campoamor…?.¿Nos puedes hacer una reflexión?
-Las decisiones políticas correctas escapan al
corto-placismo de los políticos. Algunos
congresistas, ellos y ellas, tenían sus razones para oponerse al voto. Pero,
independientemente de las leyes, lo que era una realidad en aquella sociedad
era ya la presencia femenina, por primera vez en la historia, en la cultura, en
el trabajo y en la política. Con las limitaciones de una sociedad aún
tremendamente machista.
-De
votar, la mujer pasa a ser, también, una miliciana ¿qué misiones desempeñaron
las mujeres milicianas en el Madrid de la Guerra Civil?
-Este es un tema delicado sobre el que hay una
gran división de opiniones. Lo que en un primer momento, a través de la
propaganda que fotografiaba a mujeres armadas con fusiles y vestidas con “mono”
y pistola, parecía ser la incorporación de la mujer a la guerra, en igualdad de
condiciones a los hombres, se fue transformando, a través de lemas como “los
hombres al frente, las mujeres a retaguardia”, en una situación más
convencional. El papel de la mujer consistió en proteger a los miembros de la
familia, en obtener recursos con su trabajo, en elaborar prendas para los
milicianos del frente, en ocupar puestos de trabajo sustituyendo a los hombres
y en servicios auxiliares en el ejército( lavandería y cocina). La presencia de
la mujer miliciana fue más real en la prensa que efectiva. No obstante, algunas
de ellas tomaron parte, en un papel secundario, en la represión.
-Cuando
empezó la II República a perder la guerra…yo creo que las mujeres como en
muchas otras facetas de la vida, lo van como pagando por partida doble….el sufrimiento
es como por su piel y por la de los seres más allegados….siempre da la
sensación que la mujer, por eso de ser madre y mujer, como que lo puede ser (lo
bueno y lo malo) por muchos lados (perdona, quizás sea una percepción,
solamente mía), pero tú cómo ves el hecho de empezar a encajar la derrota por
parte de la mujer?
-Mi opinión es que las mujeres sí se dieron
cuenta, a pesar de que no sabían toda la verdad de lo que ocurría, de que la
guerra se estaba perdiendo. Lo veían en el deterioro de la ropa de los
soldados, en las colas para adquirir productos alimenticios, en la
escasez de aviones que atacaran a los bombarderos nacionales, en las
condiciones penosas en que transcurría la vida cotidiana y en las ambiguas
cartas de sus hijos y novios desde el frente. Pero después llegaban a casa las
chicas, afiliadas a las JSU y al SRI, contentas, eufóricas: habían dado varios
mítines por barrios de Madrid y por los pueblos y la consigna era
“resistir es vencer”. Debió ser terrible para las madres…
-Se produjeron muchas denuncias y se señalaron a
muchas mujeres: muchas de ellas estaban muy implicadas en la causa republicana,
otras eran milicianas y activistas, otras mujeres, novias, madres, e hijas de
republicanos, izquierdistas…etc…pero el final para todas,
en algunos casos, fue el mismo…¿qué nos puedes comentar respecto y partiendo
del hecho y de la importancia de las delaciones y denuncias?
-Unas 12000 mujeres fueron procesadas en Madrid
al terminar la guerra. De ellas 80 mujeres, las que aparecen en mi libro,
fueron fusiladas. Cerca de 500 fueron condenadas a muerte e indultadas. El
resto fueron absueltas o condenadas a diversas penas que fueron reduciéndose
por los distintos indultos. En el año 1943 quedaban muy pocas mujeres en las
cárceles acusadas de delitos cometidos durante la guerra civil. Pero a partir
de ese año muchas de las mujeres que habían sido puestas en libertad
condicional volvieron a las cárceles acusadas de militancia e intento de
reconstrucción del PCE, iniciándose una nueva fase de detenciones,
interrogatorios, juicios y cumplimiento de penas bastante más largas en años de
prisión. No me siento capaz de evaluar el número de las que fueron detenidas en
este segundo periodo pero debió ser un porcentaje pequeño (alrededor de
un 10%) del total de mujeres procesadas. De manera que no todas las mujeres
corrieron la misma suerte en relación a las penas que tuvieron que asumir. Pero
todas, por ser madres, hermanas, hijas o novias de hombres presos, soportaron
idéntico rechazo social y condiciones de vida aún más duras que el resto de sus
conciudadanas.
-¿Fue la
venganza y la envidia, por motivos mucho más ajenos a la política, a
la lucha y reivindicación social otra forma que llevó a no pocas mujeres a ser
denunciadas y a acabar en una tapia y en muchas cunetas?
No. Fue la guerra y sus terribles consecuencias.
La muerte llama a la muerte en un proceso que se abastece, inagotablemente, de
más víctimas. Sin guerra ninguna de aquellas muertes habría existido y sin
guerra no hubiera tenido lugar la terrible posguerra. Los denunciantes nunca
conocieron, salvo casos aislados, el resultado de sus denuncias a las que
fueron obligados por los bandos militares.
-¿Qué
características, volvamos más concretamente al grupo de mujeres que has
estudiado, agrupaban que las hace como diferentes…les unía algo en
especial?
-En una ciudad enorme para su época, como lo era
Madrid, la gente no se conocía salvo que se fuese una persona pública o se
perteneciera a un partido político o a un sindicato. En estos se establecía una
amistad y sus miembros se llamaban camaradas. Casi todas las jóvenes conocidas
como las “13 Rosas” se conocían por sus actividades militantes dentro de las
JSU. Sin embargo, en los pueblos la gente se conocía y muchas de las mujeres
fusiladas con estas características, fueron procesadas acusadas de los mismos
hechos. De manera que lo que les unía fue su condición de personas de
clase modesta, con muchos parientes procesados y algunos fusilados.
-¿Qué
papel jugó en todo esto el ser en aquello tiempos una mujer que había
renunciado a la religión, a la Iglesia…aquello que llamaban:”una sin
Dios”?
-Siempre fue un agravante. Y se cita
textualmente en las sentencias: “mujer de malas costumbres, mal hablada, vociferante,
participó en la quema de la iglesia, se hizo una falda con un manto de la
virgen…” Pero a ninguna la fusilaron por este motivo. Incluso a cuatro
mujeres que procesaron por haber intervenido en el fusilamiento al “Corazón de
Jesús” en el cerro de los Ángeles, les conmutaron la pena por la de 30 años.
(No hay que olvidar que 30 años significaba vida. Así lo veían los condenados…y
yo creo que, también, los jueces.
-Llegar a
escribir este libro parte de más de una circunstancia(o estímulo), pero tiene
su importancia aquí tu libro Los fusilamientos de La Almudena, cuéntanos….
-Entre 1939 y 1943, cerca de 3000 personas
fueron fusiladas o ejecutadas a garrote vil y enterradas en el cementerio
de la Almudena (antiguamente conocido como cementerio del Este). El
listado de nombres, extraído de los libros de registro de enterramientos del
cementerio, estaba publicado desde hacía unos años pero ni sabíamos quienes
habían sido aquellas personas ni de qué hechos fueron acusados y condenados. A
despejar, en cierta medida, estos interrogantes dediqué mi trabajo de
investigación durante bastante tiempo. Con información procedente del registro
civil, del Ministerio del Interior y de mis visitas al archivo judicial de la
1ª Región Militar pude analizar los sumarios por los que aquellas
personas fueron condenadas. Todo esto aparece reflejado en el libro pues
yo creo que ya es hora de que estos asuntos dejen de pertenecer a la mitología
(innumerables los bulos que han corrido sobre este asunto) y a los familiares y
pasen a ser conocidos por todos. Y como ya somos adultos hay que confiar en que
cada cual saque las reflexiones apropiadas. Al trabajar sobre el listado
quedaron establecidos los nombres de ochenta mujeres (en el listado había
errores de nombres) y observé que las mujeres, al contrario que en los casos de
los hombres, no solían ser acusadas de delitos de sangre sino de otro tipo de
delitos. Me interesó conocer en profundidad estos casos y pensé que podían ser
un buen motivo de interés para el público. De manera que ahí tienes el
origen de “80 mujeres”.
-Bueno,
es conocido que la mujer actuó en todos los frentes: desde enfermeras, a formar
parte de las milicias, pero lo que quizás conozcamos menos es “ a la mujer
espía”…como era ella?
-Varias de las mujeres que aparecen en mi libro
fueron acusadas, efectivamente, de espionaje. Quizás la acusación más compleja
de todas. Estas mujeres, sobre todo las enfermeras, ayudaron a presos
derechistas detenidos. Incluso se hicieron casi “novios”. La realidad es que lograron
salvar las vidas de los que después las denunciaron…En los grandes procesos que
los tribunales populares llevaron a cabo contra los miembros de la llamada 5ª
Columna y la falange clandestina, aparecen nombres de mujeres que eran
colaboradoras del SIM, el servicio secreto republicano, al que pasaban
información. Se las acusó de prestar su cuerpo para obtener información o para
atraer a los hombres a las falsas embajadas que “montaron” algunos miembros de
partidos republicanos.
-Después
de toda la represión que fueron sufriendo las mujeres, además como una
represión a lo desangrar…me explico: una represión prolongada y dolorosa…para
que durase más en el tiempo…para que el sufrimiento durase más y así más el
escarmiento y el miedo…después de todo esto ¿Qué quedó…qué ha ido quedando y
qué todavía, entre la sociedad civil “notas “que está como remanente? ¿Y, en
particular, en el colectivo de las mujeres?
-Las mujeres jugaron un papel fundamental en el
mantenimiento de las familias con alguno de sus miembros en prisión. Su
trabajo fue, en muchos casos, la única fuente de ingresos. Con el
marido preso tuvieron que hacer de todo para poder recoger semanalmente
la ropa sucia, darles tabaco y algunos alimentos y mantener a los
hijos. Muchas tuvieron que ejercer la prostitución. Este es un asunto del
que no se habla por su dureza y porque algunos hijos y maridos nunca lo
supieron. Pero es la verdad. Así fue la posguerra para algunas
mujeres. Mientras, los hombres fumaban y discutían de política en Porlier…
-La mujer,
la de izquierdas (sobretodo), ¿es consciente del esfuerzo de otras
muchas mujeres que fueron determinando lo que pueden ser ellas, hoy y ahora?
-Afortunadamente nada tenemos en común con
aquella sociedad que hizo la guerra. Durante la posguerra fue iniciándose un
largo proceso de asunción de responsabilidades, de búsqueda de vías no
violentas y elaborándose los cimientos sobre los que se construiría una
sociedad más solidaria que acabará rechazando el rencor y la
desmemoria. Eso se ha ido haciendo, en gran parte, en base al trabajo
silencioso pero eficaz, del día a día, de las mujeres españolas.
-Manuel
se ha hablado mucho de aquellas “trece rosas” que, en realidad, fueron catorce
¿Qué tenían de particular?; ¿Por qué tenían ,retienen y tienen esa fuera que ha
transcendido en el tiempo?
-En la clasificación temporal he
clasificado los hechos por los que estas mujeres fueron acusadas en sucesos
ocurridos antes, durante y después de la guerra. En sus juicios los
militares fueron especialmente duros en las penas que siguieron a los delitos
cometidos después de la guerra. No estamos hablando ya de denuncias ni de
hechos supuestos sino de sucesos terribles que conmocionaron a toda la
sociedad. Pero como siempre ocurrió con el franquismo, para justificar sus
propios horrores, no dudaron en adjudicar a aquel grupo de jóvenes, chicos y
chicas, crímenes de los que la mayor parte de ellos eran completamente
ignorantes y ajenos.
Estos crímenes del franquismo sí constituyeron
una venganza así como una advertencia a los que habrían querido mantener
su militancia política. De manera que solamente algunos, los muy militantes,
decidieron continuar. La mayor parte decidió que habían perdido la guerra pero
que la vida tenía que seguir su curso. Aurora Bautista fue una de las
jóvenes que así lo vio. Y, pasados tantos años, a todos tenemos que
entenderlos…
18231
Ochenta mujeres. Las mujeres fusiladas
en el Madrid de la posguerra. Manuel
García Muñoz
256 páginas 14 x 21 cms.
11.90 euros
La Librería
"Ochenta mujeres" es un libro sobre
las mujeres que durante los primeros años de la posguerra (1939-1943) fueron
procesadas por los tribunales de la Capitanía de la 1ª Región Militar acusadas
de distintos delitos por los cuales fueron juzgadas, condenadas a muerte y
fusiladas en el cementerio madrileño de la Almudena, conocido anteriormente
como cementerio del Este. Durante mucho tiempo las circunstancias de aquellas
muertes estuvieron envueltas en la bruma del silencio, en unos casos, o
desvirtuadas por el mito del martirio, en otros. De ellas trata este libro.
Índice y prólogo:
http://www.edicioneslalibreria.es/tienda/index.php?controller=attachment&id_attachment=515
AGRADECIMIENTOS
..............................................................................
7
PRÓLOGO ..........................................................................................
9
INTRODUCCIÓN
..................................................................................
15
I. LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES EN LOS AÑOS TREINTA. LA MUJER MILICIANA . 21
1.1. Madrid, a media mañana del 28 de abril de 1939, comienzan las
detenciones
...................................................................................
27
II. LA SUERTE QUE CORRIERON LAS MUJERES REPUBLICANAS DENUNCIADAS ....... 35
III. ¿QUIÉNES FUERON ESTAS MUJERES?
................................................... 41
IV. MUJERES CONDENADAS POR SUCESOS OCURRIDOS EN MADRID ANTES DEL
COMIENZO DE LA GUERRA
............................................................... 53
4.1. Los sucesos del café de Orejón de Vallecas
................................... 55
4.2. El bulo de los caramelos envenenados
......................................... 58
V. HECHOS OCURRIDOS DURANTE LA GUERRA
............................................ 67
5.1. Antirreligiosos .............................................................................
67
5.2. Denuncias: sirvientas, porteras y otros casos
............................... 76
Sirvientas (empleadas de hogar)
.................................................... 77
Porteras .........................................................................................
88
Otros casos
...................................................................................
98
5.3. Mujeres miembros y colaboradoras de los comités del Frente
Popular de los pueblos de Madrid y Toledo ................................. 111
5.5. Checas y tiros de gracia
............................................................... 145
5.6. El tren de Jaén, «el tren de la muerte»
......................................... 160
5.7. Asistencia a ejecuciones en la Pradera de San Isidro y otros lugares.
Vejaciones a los cadáveres
............................................................. 166
5.8. Rojas: bebida e inmoralidad
......................................................... 169
5.9. Enfermeras
...................................................................................
178
5.10. Funcionarias
..............................................................................
184
5.11. Espionaje ....................................................................................
189
VI. HECHOS OCURRIDOS DESPUÉS DE TERMINADA LA GUERRA ....................... 193
6.1. Las catorce rosas
.......................................................................... 193
6.2. El caso Gabaldón
......................................................................... 208
6.3. Los anarquistas del Puente de Vallecas
........................................ 211
6.4. Atracos .........................................................................................
215
6.5. Masonería
....................................................................................
218
VII. CASOS SIN DETERMINAR
................................................................. 223
VIII. CAPITANES GENERALES, ASESORÍA JURÍDICA, JUECES, MILITARES,
POLICÍAS Y FUNCIONARIOS
............................................................. 227
8.1. Jueces militares
............................................................................
229
8.2. Policías ........................................................................................
231
IX. LOS ÚLTIMOS MOMENTOS
................................................................ 235
X. EL PASO DEL TIEMPO .......................................................................
241
EPÍLOGO
...........................................................................................
245
BIBLIOGRAFÍA
.....................................................................................
251
ÍNDICE ONOMÁSTICO
........................................................................... 253
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