La
Librería de El Sueño Igualitario
Gemma Massip
vuelve a publicar el libro que editaba con
Descontrol en lengua catalana, De
Gandesa a Grossbeeren, pero ahora lo hace en
castellano.
Un libro
para Descontrol Editorial desde la pluma de Gemma Masip Bonet que nos cuenta el periplo vital de un joven
catalán defensor de los valores de la República que acabó en un campo de
concentración nazi.
Lo que
nos cuenta el libro de la editorial:
El libro cuenta
la historia de un joven republicano catalán que luchó en la batalla del Ebro y
que más tarde fue a trabajar en Alemania sin saber que le tocaría pagar la
deuda que el régimen franquista había contraído con la Alemania nazi. Fue
encerrado en un campo de concentración y condenado a trabajos forzados. Se
salió de milagro.
Gema Masip, la
autora de la novela, es también la hija del protagonista. Masip
ha rehecho la historia de su padre a partir de los escritos que dejó
anotados en su diario personal. Ha hecho
falta mucho tiempo para completar espacios donde no había información, ya que
los capítulos de la detención y el internamiento en el Campo de Concentración
nunca fueron escritos por la angustia que suponía revivir aquellos momentos. La
autora rehacer los pasos de su padre, viajando en tren en Alemania para
recorrer físicamente los espacios que se relataban en el diario.
La autora narra
y se adentra dentro de la vida y la aventura de su padre, Manuel Masip: un obrero catalán que vivió en primera persona los
acontecimientos europeos más cruciales del siglo XX. A los 16 años Masip se alistó como voluntario para ir a defender la
República. Fue herido en el frente del Ebro. Una vez finalizada la guerra, y
cansado de no encontrar trabajo, se fue a trabajar a Alemania. Ignoraba, sin
embargo, que en realidad terminaría trabajando para el régimen de Hitler. Este
libro ha sido posible gracias a que Manuel Masip dejó
escritas sus memorias y éstas, después de su muerte, fueron encontradas por sus
hijos y, entonces, de alguna manera “utilizadas” para descubrir a su padre.
Cazarabet conversa con Gemma Massip:
-Gemma, como ha sido mirar atrás y recorre el periplo vital
de tu padre?
-Emocionalmente
fuerte, pues te pones en contacto con la relación que tenía con el padre y me
daba cuenta de la vida tan dura que le tocó vivir y cómo se esforzó para que
nosotros, los hijos, tuviéramos una vida más sencilla.
-¿Has descubierto cosas o rasgos que no sabías?
-No, porque era una persona muy transparente y
no ocultaba nada. Quizás el miedo que pasó y que le producía el rememorarlo y
que a mí se me hacía raro porque veía el padre como un hombre fuerte, optimista
y sin miedo a nada.
-¿Cómo fue descubrir las memorias que dejó escritas él y qué
te hizo salir adelante y escribir este libro, De Gandesa en Großbeeren?
-De hecho el
padre, cuando éramos pequeños, siempre nos contaba sus aventuras, pero nosotros
las tomábamos como una peli y no éramos nada conscientes de que lo que nos
estaba contando era real. Después al hacerte mayor te das cuenta que de peli
nada, que detrás aquellas "aventuras" había mucho sufrimiento.
-Gandesa fue un
pueblo protagonista de la guerra española, un pueblo protagonista de la Batalla
del Ebro y eso aún se recuerda en aquellas tierras y territorio. ¿Qué nos
puedes decir desde la perspectiva de lo que dejó en memoria tu padre o que, a
lo mejor, os podía contar?
-Precisamente el día 27 de este mes fui a
presentar el libro en el Centro de Estudios de la Batalla del Ebro (CEBE) de
Gandesa en los actos de conmemoración de la Batalla del Ebro. El título del
libro lleva el nombre de esta población porque fue precisamente, en estas tierras, donde lo hirieron cuando participaba en la
Batalla del Ebro luchando a favor de la República. Lo que encontramos en los
manuscritos y que nos explicó, es una
experiencia de juventud (adolescente) muy traumática y difícil de digerir,
aunque era muy 
consciente porque luchaba.
-Como de
idealista era tu padre?. Le recuerdas ellos rasgos
idealistas?
-Sí, había sido muy idealista, era una persona
de clase obrera que descubrió todo un mundo para que a Sants
(Barcelona), el barrio donde vivía, había un movimiento obrero que había
trabajado mucho para conseguir mejoras para las clases populares y él estaba
convencido y era fiel a estas ideas. También defendía mucho la República,
siempre decía que había hecho mucho—se refiere a la República--- con escuelas gratuitas y de calidad para todos y
esto lo repetía constantemente, pero le daba mucho miedo que a los hijos “nos
envolviesen” en política, pues había vivido una represión tan sangrienta que
tenía mucho miedo.
-¿Todo el ideal,
como persona, le llevó de voluntario para Defender la República a la batalla
del Ebro?
-El ideal que él tenía lo vio reflejado con el
que la República hacía para mejorar las condiciones de la clase trabajadora y
eso fue lo que hizo que se alistase como voluntario.
-Él defendía la República por muchas cosas, pero
sobre todo porque estudió en una escuela de la República, ¿no?; ¿qué nos puedes
decir?
-Siempre
contaba que pudo ir a la escuela gracias a que la República había hecho
escuelas para todos y esto lo valoraba mucho. Fueron pocos años, los que pudo
ir a la escuela, pero le inculcaron unos valores que nunca olvidó. Decía:
"Los maestros eran personas rectas, pero muy cuidadoras y enseñaban sin
castigar..."
-Tu
padre cayó herido en esta batalla. ¿Cómo
fueron los últimos días de esta guerra para él?
-El 18 de agosto lo enviaron
a llevar un mensaje a la otra punta de la trinchera. A la vuelta las tropas
franquistas habían roto el frente, dividiendo al ejército republicano. Se encontró en medio, delante
tenía las tropas franquistas y detrás las republicanas, había un gran desorden,
se quedó resguardado en un margen esperando órdenes y ya no se dio cuenta de
nada más, la metralla de una bomba le hirió.
-Lo
que me sorprende es dónde saca fuerzas
para ir a buscar trabajo a la boca del lobo... qué os contaba él de aquella
decisión que le hizo vivir un infierno en el Campo de Grossbeeren?
-El hambre, la miseria y la impotencia que debían
sentir la gente al terminar la guerra llevó a más de 10.000 hombres en
Alemania. Todos buscaban alguna solución para sacar la familia adelante y se
creyeron las promesas que el gobierno a través del Sindicato anunciaba. Cayeron
en una trampa, el gobierno utilizó estos hombres para pagar la deuda de una
guerra que Franco había contraído con el gobierno Alemán, gracias al cual, ganó
la guerra.
-¿Qué es lo que más contaba, después, tu padre?
-Él que vio y vivió en Alemania le impactó
mucho. Yo creo que no se pudo sacar nunca de la cabeza las imágenes de las
hileras de judíos y de prisioneros que veía a las estaciones del tren ni lo que
vivió en el campo de concentración. , yendo a enterrar a compañeros del campo a
la fosa común, cuando ni sabía de qué
morían. Esto lo repetía mucho.
-Gemma, ¿cómo fue el proceso de documentación, consultar
archivos, hemerotecas, bibliografías...?
-Todo comenzó por un viaje a
Berlín que hicimos con mi hermano; mi
padre lo explicaba en sus memorias y
de esta manera pudimos encontrar los escenarios donde él vivió. A partir
de eso todo fue rodado, una cosa llevó a la otra. Mi yerno, que es archivero e
historiador removió mucho por los archivos de Berlín donde encontró mucha
documentación que me hacía llegar. Yo leí muchísimas historias de hombres y
mujeres que vivieron situaciones similares, consulté datos a diferentes museos
(CEBE de Gandesa) y todos los papeles
que teníamos de mi padre, consultas a alguna hemeroteca, etc. Hasta
que fue cuadrando todo. Fueron muchos
años de investigación.
-Y
¿cómo fue el proceso de ordenar todo y llevar a cabo la metodología de trabajo
que ha dado a cabo este trabajo?
-Tenía todos los datos
ordenados y clasificados y empecé a escribir la historia, pero cuando la tuve
toda hecha, la lancé a la papelera porque no tenía calidad literaria. Así que
me matriculé en la Escuela de “Escritura del Ateneu Barcelonès” y allí aprendí a dar forma a la historia. Tenía
claro que no quería hacer un libro de memorias, yo quería contar la historia
con la visión de ahora, desde la mirada de las personas que vivimos ahora, como
vemos ahora todo lo que pasó en aquellos años. No sé si lo he conseguido, sé
que mi pretensión era grande. Mi mensaje es que hay que explicar estas
historias para ver si aprendemos y así contribuir a que no vuelva a pasar nunca
más. Desgraciadamente, estaba escribiendo estas palabras, cuando estalló el
problema de los refugiados de Siria y otros lugares. ¿Aprenderemos algún día?
-Amiga Gemma, ¿cómo te sientes, como parte indirecta, de la
historia de tu padre? - ¿Cómo ha sido este tipo de aventura, la de meterte a escribir una historia?
-Me he sentido muy bien escribiendo esto, como
el niño o niña que el lunes llega a la escuela con todos los deberes hechos.
Era una deuda que tenía con mi padre y los hombres que como él fueron tan mal tratados y luego ignorados. La aventura ha
sido tan gratificante que he comenzado una nueva, un nuevo reto.
26704
De Gandesa a Grossbeeren. De defender la República a los campos nazis. Gemma Masip
126 páginas 20 x 15 cms.
12,00 euros
Descontrol
Más de diez mil españoles
trabajaron en empresas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la
firma, en agosto de 1941, del Acuerdo Hispano-Alemán para el Empleo de
Trabajadores en Alemania, el gobierno del general Franco creó la Comisión
Interministerial Permanente para el Envío de Trabajadores a Alemania. Esta
comisión asumió el desarrollo del acuerdo, es decir, la recluta, contratos,
suministro de equipos, organización de los viajes y representación de los
trabajadores.
Aquellas personas, jóvenes en su mayoría, algunas menores de edad, como el caso
del protagonista de este libro, acudieron a rellenar los formularios para un
trabajo en Alemania engañadas por la propaganda puesta en circulación por el
Ministerio de Trabajo y la Delegación Nacional de Sindicatos del régimen de
Franco.
Entrevista a Gemma Masip,
la autora del libro:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/degandesa.htm
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Índice
Agradecimientos 7
Prólogo 11
I No es un adiós 17
II El primer tifus 23
III La guerra civil 29
IV La posguerra 37
V El viaje a alemania 45
VI El Primer Contrato 57
VII A la búsqueda de los escenarios 65
VIII Berlín 71
IX Hennigsdorf 77
X La detención 87
XI Grossbeeren 93
XII El campo de concentración 97
XIII El memorial 111
XIV La repatriación 113
XV Epílogo 119
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