La
Librería de Alarifes
Tombooktu Ediciones con la pluma de
Carlos Lázaro Ávila ha sacado a la luz un libro excelente desde la aeronáutica,
acercándose esta vez al mundo mágico de los dirigibles.
Reseña:
Este libro nos hará conocer la evolución histórica del dirigible, desde
su empleo inicial como medio bélico aéreo hasta su actual papel como aeronave
que puede asumir facetas complementarias de la aviación y nos invita,
inevitablemente a acercarnos a la historia de los dirigibles, globos con
capacidad de propulsión y dirección, asociados al invento del noble alemán Ferdinand Von Zeppelin.
Estas aeronaves, junto con los submarinos, se convirtieron en armas disuasorias
en la Primera Guerra Mundial. Descubre la rutina de una tripulación de combate
durante una misión de bombardeo y sus efectos psicológicos sobre la población
que nunca creyó que la muerte podía provenir del cielo.
El libro no nos libra de ciertas sorpresas; así nos aproximaremos con la
lectura entretenida desde la pluma de Carlos Lázaro, con las razones del
desastre del Hindenburg, a partir del cual los
dirigibles dejaron de considerarse como medios de transporte seguros…..algo así
como la historia del Titanic
Sobre el autor, Carlos Lázaro….
Carlos Lázaro es Doctor en Antropología de América. Es especialista en
tecnología aeronáutica, ámbito que es objeto de su estudio desde el año 1995.
Entre sus publicaciones figuran títulos como Descubrir las mujeres en la
aeronáutica (Aena, 2009) o La aerostación
militar en España (Ministerio de Defensa, 1995). Ha sido comisario de
varias exposiciones dedicadas a la aerostación y publicado en revistas
especializadas. Ha publicado además otros títulos: Las fronteras de América
y los Flandes Indianos y Diplomacia fronteriza con los indios americanos.
El libro…
Colosos
del aire consta de tres amplios capítulos, todos inflados de los andares de la historia:
ayer, hoy y mañana en torno al mundo de estos gigantes hinchados….. presuntuosos
y casi de aspecto invencible. Así entre estas páginas podremos gozar de los
primeros aerostáticos y dirigibles; de las disputas técnicas; de cómo los
conflictos bélicos influyeron en este particular mundo…. Carlos Lázaro se
acerca, también, a la época dorada de los dirigibles; al particular mundo del
L-59: a la propuesta, casi hazaña, del dirigible español transatlántico; al
desarrollo de posguerra; a las tragedias de algún proyecto; a los “verdaderos
colosos del aire” Graf Zeppelin y Hinderburg
o al triste, pero real peso de la esvástica. Reposa el capítulo tres en los
dirigibles de hoy y de los que surcarán el cielo en el futuro en los campos de
la seguridad, la defensa y las aplicaciones civiles. Muy apasionante es el
capítulo del dirigible y la cultura occidental.
Si os gusta el tema de la aeronáutica no os podéis perder el capítulo en
que el autor se acerca a la bibliografía y a la webs de que se ha valido para
escribir este apasionante libro en que COLOSOS DEL AIRE se aprisionan entre
nosotros…todo un mundo por descubrir porque nunca es tarde para aprender y la
lectura es la mejor de las formas.
Cazarabet conversa con Carlos Lázaro autor de
Colosos del aire:
-Carlos, ¿por qué y de qué
manera te fuiste acercando al mundo de la aeronáutica?
-Bueno yo lo achaco al hecho de que me críe frente al
Aeroclub de Cuatro Vientos y que, como la mayoría de los aficionados a la
aeronáutica, practicara el modelismo estático. A partir de aquí, el interés en
mejorar la veracidad histórica de los modelos me llevó a introducirme en el
mundo de la investigación de la mano de la Asociación de Amigos del Museo del
Aire y, fundamentalmente, con mi vinculación a la Asociación de Aviadores de la
República (ADAR).
-Tu formación y profesión
(eres antropólogo y realizaste, según tengo entendido, tu tesis sobre pueblos y
tribus americanas…) está lejos del estudio de la aeronáutica, pero el “modus
operandi” de la manera de investigar y demás seguramente que lo has podido
incorporar a tus estudios en torno a la aeronáutica. Cuéntanos.
-Efectivamente, me licencié en Geografía e Historia y
me doctoré con una tesis de etnohistoria sobre los mapuches en el siglo XVII,
uno de los pueblos que resistieron con éxito a la colonización española en
América. Como señalas, el método de trabajo es muy similar para la
investigación histórica aeronáutica e, incluso, te ayuda en el planteamiento y
tratamiento de las fuentes orales.
-¿Cómo ha sido y cuál ha
sido tu camino con la investigación aeronáutica?
-Mira, en realidad, “Colosos del aire” ha sido como
una vuelta a los orígenes, porque mis primeros trabajos sobre aeronáutica
versaron sobre los globos y dirigibles españoles, permitiéndome conocer a
figuras como Herrera, Torres Quevedo, Loring, etc.,
así como el papel jugado por Guadalajara, los ingenieros militares y el Parque
de Aerostación en el inicio de la aeronáutica de nuestro país. Posteriormente,
mi implicación con ADAR me supuso entrar en contacto con aviadores de la historia
contemporánea española que, aparte de la faceta humana, me abrieron paso a la
campaña aérea de Marruecos y a las Fuerzas Aéreas de la República. La mayoría
de ellos ya no está con nosotros, pero reconozco que dejaron una gran huella en
mí.
-¿Queda
mucho por estudiar en torno a la aeronáutica y su historia?
-Afortunadamente, sí. Se ha insistido mucho –casi
hasta la saciedad- de temas muy manidos (Grandes Vuelos, la Guerra Civil), o
nos hemos conformado con versiones de la historia que, a veces no han soportado
el “empujón” que otro investigador le ha dado con un estudio más serio o
reciente. Un aspecto crucial ha sido el acceso por parte de numerosos
investigadores a las fuentes documentales de los archivos militares y civiles
españoles, lo cual ha multiplicado el número de “miradas” y opiniones sobre lo
que pudo haber ocurrido en nuestro pasado aeronáutico.
-¿Cuáles son “los flancos”
que quedan un poco más opacos de la historia de la aeronáutica?
-Hoy en día podemos, a la vista de los nuevos trabajos
e investigadores, podemos decir que se ha dado un gran paso pero, para
completar nuestra visión del pasado, debemos abordar nuestra asignatura
pendiente: el análisis de la documentación de archivos extranjeros que, por
razones logísticas, queda al alcance de pocos investigadores. Además, todavía
tenemos que rescatar del olvido a muchísimos miembros de la comunidad
aeronáutica (civiles y militares) que solemos reducir al capítulo de los
pilotos e ingenieros. Hubo más oficios y personajes vinculados a la aeronáutica
que, por razones obvias, han quedado postergados por la personas que tripularon
o diseñaron una aeronave. En el Diccionario Biográfico Español editado por la
Real Academia de la Historia se ha hecho un notable esfuerzo, pero habría que
insistir más en la tarea de investigación y divulgación de la aeronáutica entre
el gran público.
-¿En qué estudios estás,
ahora mismo, sumergido, amigo Carlos?
-Bueno, ahora estoy escribiendo el texto de un
personaje muy desconocido, el comandante Isidoro Giménez García. Este aviador,
entre otros destinos (jefe Escuadrilla Alas Rojas, Oficial acompañante de la 1ª
Expedición de Kirovabad, Jefe Escuadrilla 50 Natachas, Jefe de Escuela de Vuelo de El Carmolí..) , desempeñó el puesto de Jefe de la Escuadra de
Caza de las Fuerzas Aéreas de la República en la batalla del Ebro. En la
posguerra jugó un papel importante en la hermandad de aviadores de la
República. Fue un hombre competente y modesto con una biografía, desde mi punto
de vista, extraordinaria y desconocida.
-Con el libro que nos ocupa
hoy, COLOSOS DEL AIRE, te diriges, nunca mejor dicho al mundo de los dirigibles
y los calificas de “colosos” del aire. Háblanos y explícanos, ¿por qué
escogiste este calificativo?
-Pues elegí el título por las enormes dimensiones que
alcanzaron estas aeronaves (mayores que los reactores de pasajeros más
modernos) consecuencia del “gigantismo” presente en la actuación del ser
humano. Además, en el caso del “Graf Zeppelin” y el “Hindenburg” su longitud y volumen hacían que se concentraran
en ellos todas las miradas. Los proyectos de posguerra no eran tan
impresionantes en tamaño, pero sí en tecnología.
-Carlos,
este libro “engaña” un poco porque parece que, de entrada, si no eres
aficionado a la aeronáutica no puedas hacerte con su lectura. Pero no es así
porque es muy entretenido y se acerca a todo un mundo bien especial y a
historias, anécdotas…es un libro “engrescador”,
aunque no se sea “presto” en materia. ¿Es éste tu propósito tanto con COLOSOS
DEL AIRE como con el resto de tus libros….acercar al lector a la aeronáutica
con un lenguaje coloquial y un estilo ameno?
-Creo que has sintetizado perfectamente el contenido y
alcance del libro. Como os decía antes, hay que divulgar –con seriedad- la
aeronáutica y se puede hacer sin la necesidad de acceder a este campo a través
de “mamotretos” que echan hacia atrás a los recién llegados aunque, que por
otra parte, son necesarios para ir profundizando y aclarando facetas de la
historia aeronáutica. Creo que tenemos que “enganchar” al aficionado para
hacerle ver que algo tan técnico como la aeronáutica tiene una faceta humana
intrínseca y que, al final, es el eslabón que la comunica con otras obras de la
Humanidad.
-Háblanos, Carlos, un poco
del resto de tu obra.
-“Colosos del aire” ha supuesto un reencuentro con mi
primera incursión en el mundo de los libros aeronáuticos allá por 1995, y es un
capítulo abierto por los pequeños pero interesantes aportes que van surgiendo.
Es cierto que me he centrado más en la aviación y personajes concretos de las
Fuerzas Aéreas de la República dada mi vinculación con ADAR (como el prólogo
que hice junto a D. Íñiguez de las memorias de J. Ramoneda,
el estudio sobre los jefes de la primera escuadrilla española de Polikarpov I-16 o mi asesoría en los documentales sobre V. Leret e Ignacio Hidalgo de Cisneros), pero también le
dedico tiempo a otro personajes y temas de preguerra, como la campaña aérea de
Marruecos, que es el origen de la aeronáutica moderna de preguerra.
-Dedicas un libro, le haces
“un guiño”, a la mujer en la aeronáutica ¿Qué nos puedes decir de su paso?
-Pues sí, tanto en “Colosos del aire” como en un libro
general que hice con C. Yusta sobre el papel jugado
por la mujer en la aeronáutica, las mujeres han sido tratadas como un “elemento
decorativo”, obviando que, en numerosas ocasiones, tuvieron que esforzarse
mucho no sólo para acceder a la cabina de un globo, dirigible o avión, sino
también para que se le reconocieran los mismos –o mayores- méritos que a sus
homólogos varones. En el caso de los dirigibles hay dos que brillan con luz
propia: Gaby Morlay, la primera mujer piloto de
dirigible, y la periodista Lady Grace Drummond Hay,
periodista que se convirtió en la primera mujer que atravesó el Atlántico y
circunnavegó el globo en dirigible.
-¿Estamos
equivocados, Carlos, si pensamos o relacionamos de inmediato, el mundo de la
aeronáutica con las guerra en el aire, (o sea, más que nada con “lo bélico”)?
-La verdad es que es la tendencia general y la faceta
que, por múltiples razones, atrae inicialmente a más aficionados.
Posteriormente, surge la empatía con otros aspectos menos violentos de la
aeronáutica, o donde existe una rivalidad técnica o comercial. En el caso de
los globos y dirigibles, una vez olvidada su faceta bélica a partir de la
Primera Guerra Mundial, tienen el atractivo de haber sido los primeros en abrir
el espacio aéreo al mundo comercial, a las misiones científicas y, por último,
al placer de viajar menos ruidosamente –para aquella época- que en un avión
comercial. Tampoco podemos olvidar las competiciones deportivas o la parte
artística (como ocurre hoy en día con los Tiger Meet).
-Bueno, sabrás que EL SUEÑO
IGUALITARIO es una publicación de Memoria Histórica. Así que, cuéntanos, ¿cómo
fue la guerra en el aire en la Guerra Civil Española? ¿Tanta diferencia hubo,
como parece, entre los dos bandos?
-Es difícil responderos a esta pregunta brevemente,
pero desde el punto de vista la Memoria Histórica creo que aún queda mucho por
descubrir y que no podemos dejar que los testimonios de quienes la vivieron
queden en el olvido. Creo que fue Javier Tussell, el
catedrático de Historia Contemporánea, quien afirmó que hasta que no
desaparezcan la generación que hizo la guerra, así como la de sus hijos y
nietos, no podremos abordarla sin la crispación que impera actualmente.
Independientemente de que se esté de acuerdo o no, creo que hay trabajo por
hacer y revisar (sobre todo los archivos extranjeros). Además los datos y
libros que van surgiendo apunta a, parafraseando a Andrés García Calle (el
piloto republicano conocido como “Lacalle”) que, en ambos bandos, todavía hay
muchos Mitos por desenmascarar y que tienen que aflorar bastantes Verdades. La
guerra civil en el aire, pese a que, por razones obvias, no supuso el
enfrentamiento de grandes contingentes humanos, no fue por ello menos trágica.
Respecto a las diferencias, no voy a entrar en la
manida guerra de cifras, pero las evidencias apuntan a que las Fuerzas Aéreas
de la República adolecieron de una notoria diferencia cualitativa, técnica y
humanamente hablando. Por ejemplo, yo me inicié en la investigación aeronáutica
de la guerra bajo la sombra de un mito aéreo: que en la batalla del Ebro, el Polikarpov I-16 Tipo 10 fue técnicamente equiparable al Messerschmitt Bf.109, algo que, según estudios que
aparecerán en breve se están encargando de rebatir (el I-16 era inferior. En
este caso, fue el componente humano republicano –en definitiva, la habilidad de
algunos pilotos- lo que le permitía salir indemne o airoso del combate, porque,
además, sus ametralladoras Shkás eran inservibles
ante al armamento alemán. Y eso ya lo sabían en Moscú desde el año 1937…
-Háblanos
de personajes de la aeronáutica que te hayan sorprendido.
-Singularizar a algunos de ellos es, obviamente, algo
subjetivo e iría en demérito de tantos otros aeronautas con vidas fascinantes;
además, hay figuras atractivas por sus hechos y contradicciones personales. En
el primer grupo señalaría a Isidoro Giménez, Emilio Herrera, Alejandro Gómez
Spencer, Antonio Arias, Carlos de Haya, Leonardo Torres Quevedo, Jorge Loring, María Bernaldo de Quirós, Virgilio Leret, Mari Pepa
Colomer, Raimunda Elíes,
Juan de la Cierva y tantos otros aeronautas no tan conocidos que, un momento
dado de sus vidas, brillaron con luz propia por sus hechos o convicciones.
Conocer o investigar a alguno de ellos siempre me ha aportado algún elemento
valioso. En el segundo caso me atraen Ramón Franco e Ignacio Hidalgo de
Cisneros, personajes muy atractivos por sus hechos y, a la vez, complejos.
-Vamos y venimos, en esta
conversación, con COLOSOS DEL AIRE. ¿Cómo es la historia de estos atractivos
viajeros del aire en España?
-Pues realmente poco conocida. Cuando hablamos de
dirigibles españoles nos centramos en el “España”, aeronave francesa comprada a
principios del siglo XX para sustituir a los muy superiores Torres Quevedo y
desconocemos que hubo muchos proyectos en el XIX (por no hablar de las
propuestas de Herrera y Sanchís). Además, hubo otros
dirigibles en servicio como los modelos italianos de la Aeronáutica Naval o el
“Reina María Cristina”. Es cierto que fueron rápidamente superados por la
aviación, pero en su corta historia nos depararon imágenes muy bonitas y, por
lo general, con poco matiz bélico
-¿Por qué te orientaste,
hoy y ahora, hacia un libro sobre los dirigibles?. ¿Qué fue lo que te llamó la
atención?
-La verdad es que no había ningún trabajo de conjunto
en español (cosa que no ocurre en otras lenguas). Por eso, aprovechando que en
noviembre de 2013 se conmemoraba el 85º aniversario de la botadura del “Graf Zeppelin” y que tenía bastante documentación sobre la
evolución de los nuevos dirigibles “híbridos” (que mezclan elementos rígidos de
dirección con la sustentación proporcionada por una envuelta de helio), decidí
publicar un trabajo que presentara una historia atractiva de estas aeronaves,
haciendo énfasis en otros aspectos menos bélicos (el viaje a los Polos, la
gesta del L.59 a África, la circunnavegación de la tierra). Después de analizar
su trayectoria histórica puede decirse que el dirigible es un icono muy
arraigado en la cultura del siglo XX.
-Háblanos de la figura de
Leonardo Torres Quevedo precursor de los dirigibles aquí en España.
-El ingeniero cántabro Torres Quevedo es un genio
bastante desconocido aún hoy en día. Tuve ocasión de conocer parte de su obra
con motivo del proyecto de dirigible trasatlántico de Herrera (que a pesar de
contar con un diseño propio, escogió el modelo de Torres Quevedo). Gracias a
los profesores González de Posada y González Redondo he sabido más cosas sobre
este inventor que no solo cuenta en su haber con desconocidos proyectos e
inventos para la aerostación, sino que es
revolucionario en el mundo de los transbordadores (como el del Niágara,
obra suya), las máquinas analógicas de cálculo o el radio-control (telekino), por citar lo más señero.
-¿Cómo fue eso de pretender
cruzar el Atlántico con estas preciosas infraestructuras en el aire….la verdad,
aunque desde la más absoluta ignorancia, es que me ha sorprendido mucho la
iniciativa.
-Aunque tenía un objetivo eminentemente comercial, fue
una verdadera aventura aérea, porque el reto era establecer una línea aérea
entre dos continentes que fuera rentable económicamente. En esos momentos, por
capacidad de carga y desarrollo, los dirigibles eran las únicas aeronaves que
podían afrontar ese vuelo. En ese sentido, la propuesta española comercial
(Transaérea Colón) era innovadora técnicamente hablando, lo que pasa es quedó
inmersa en el fascinante y complejo entramado político/comercial que Alemania y
Francia mantenían por controlar el tráfico aéreo entre los dos continentes. Al
final, Alemania se alzó con el triunfo gracias al “Graf Zeppelin”
un proyecto aéreo fruto de la voluntad de H. Eckener,
un luchador tenaz que no pudo hacer frente a una amenaza mundial: el nazismo.
-Háblanos
del papel de los dirigibles, si lo hubo o si lo hubiese podido haber, en la
Guerra Civil Española.
-Tuvieron un papel efímero pero curioso: los
dirigibles navales y el último dirigible de la aerostación militar (“Reina
María Cristina”) fueron empleados por los defensores republicanos de Madrid
como globos-barrera. Los cazas Fiat CR.32 tripulados por españoles los
destruyeron sin dificultad, pero luego se comentó que eran dirigibles rusos…Te
comento también que, en 1937, un dirigible alemán sobrevoló el golfo de Rosas
(zona de desembarco de suministros para la República) y tuvo que ser ahuyentado
por un avión republicano. Aunque seguía una ruta comercial, se sabía que los
dirigibles alemanes las aprovechaban para obtener información y sacar fotos de
zonas estratégicas.
-Cuéntanos qué importancia
tuvo en la Gran Guerra y en la II Guerra Mundial….
-En la Gran Guerra brillan con luz propia los
dirigibles alemanes, pero se olvida con frecuencia al mejor papel realizado por
las aeronaves aliadas, sobre todo los Astra-Torres.
Hay consenso a la hora de afirmar que los alemanes fueron mal empleados; Eckener consideraba que tenían que haber jugado un papel
más estratégico sobre todo, apoyando a
la flota alemana, porque su efectividad material –como describo en el libro-
fue muy baja. De lo que no cabe la menor duda es que, junto a los submarinos,
fueron un arma de terror psicológica que distrajo efectivos humanos y materiales
importantes del Frente Occidental para concentrarlos en la defensa de
Inglaterra. Ahora bien, el progreso técnico que se alcanzó permitió desarrollar
maravillas aéreas como el “Graf Zeppelin” y el “Hindenburg”.
En la Segunda Guerra Mundial, si exceptuamos a los
dirigibles de la US Navy que actuaron con efectividad
en la lucha antisubmarina, ya no jugaron ningún papel bélico. Los alemanes
emplearon al Graf Zeppelin como plataforma de guerra
electrónica para descubrir la efectividad del radar británico, pero luego
desguazaron sus aeronaves para emplear el aluminio en la producción
aeronáutica. Por último, los soviéticos, gracias a los modelos desarrollados
por Nobile durante su exilio, los emplearon como
aeronaves de carga.
-Los globos y los
dirigibles, dentro del amplio aparataje del mundo de la aeronáutica, es de los
que más asombro, admiración y atractivo levantan, ¿por qué?
-Pues porque debido a sus dimensiones, colores y
velocidades, pueden ser observados desde tierra gracias a sus lentos
desplazamientos. Además, la perspectiva de las vistas aéreas deben ser muy
gratificantes (la Zeppelin NT oferta vuelos sobre las
cataratas del Rin) e indudablemente, es una forma diferente de volar, sobre
todo en globo, los verdaderos reyes del vuelo en silencio o arrullados por el
sonido del viento.
-¿Alguno de tus próximos
trabajos tendrá que ver con el mundo de los globos?
-Pues estoy recopilando información para hacer en el
futuro hacer un trabajo sobre los dirigibles españoles (proyectos y aeronaves
en servicio), que es un tema desconocido y, gráficamente hablando, muy
agradecido.
-He alucinado con algunos
proyectos de futuro en torno al mundo del dirigible. De todo lo que relatas
¿qué crees tiene más futuro real, a priori?
-Sinceramente, hoy por hoy, creo que el futuro de los
dirigibles (sobre todo los híbridos) reside en su capacidad de convertirse en
transportes de elementos y mercancías de gran volumen, dada su capacidad de
aterrizaje en cualquier tipo de superficie (su mayor peligro son los fuertes
vientos) o en territorios con dificultades logísticas. Pese a todo, he
comprobado que el mundo militar sigue adjudicándoles un papel bélico (como
naves nodrizas de drones) y, que tienen un papel
asegurado como aeronave no tripulada (UAV) en la seguridad privada. Sin
embargo, lo que resulta más gratificante es que, gracias a las nuevas
tecnologías de materiales y motores, el mundo científico y las asociaciones
humanitarias, lejos de considerarlos un artefacto obsoleto, creen que los
dirigibles aún tienen mucho que aportar en el mundo del siglo XXI.
13964
Colosos del aire.
Historia de los dirigibles. Carlos Lázaro Ávila
240 páginas 13 x 20 cms.
10,95 euros
Tombooktu
Conozca la evolución histórica
del dirigible, desde su empleo inicial como medio bélico aéreo hasta su actual
papel como aeronave que puede asumir facetas complementarias de la aviación
Acércate a la historia de los dirigibles, globos con capacidad de propulsión y
dirección, asociados al invento del noble alemán Ferdinand
Von Zeppelin.
Estas aeronaves, junto con los submarinos, se convirtieron en armas disuasorias
en la Primera
Guerra Mundial. Descubre la rutina de una tripulación de combate durante una
misión de
bombardeo y sus efectos psicológicos sobre la población que nunca creyó que la
muerte podía provenir del cielo.
Sorpréndete asímismo con las razones del desastre del
Hindenburg, a par tir del
cual los dirigibles dejaron de considerarse como medios de transporte seguros.
Fragmento de la obra
Carlos Lázaro es Doctor en Antropología de América. Es especialista en
tecnología aeronáutica, ámbito que es objeto de su estudio desde el año 1995.
Entre sus publicaciones figuran títulos como Descubrir las mujeres en la
aeronáutica (Aena, 2009) o La aerostación
militar en España
(Ministerio de Defensa, 1995). Ha sido comisario de varias exposiciones
dedicadas a la aerostación y publicado en revistas especializadas. Ha publicado
además otros títulos: Las fronteras de América y los Flandes Indianos y Diplomacia
fronteriza con los indios americanos.
_____________________________________________________________________
LA LIBRERÍA DE CAZARABET - CASA SORO (Turismo cultural)
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069
http://www.cazarabet.com/lalibreria
https://www.facebook.com/javier.diazsoro
https://www.facebook.com/sussanna.anglesquerol