La Librería de El Sueño Igualitario

Cazarabet conversa con...   Francisco Espinosa Maestre, uno de los coordinadores del libro "El caso Rocío. La historia de una película secuestrada por la transición" (Aconcagua)

 

rocio (2).jpgEditorial Aconcagua recupera una película de la censura de la transición.

Aconcagua es una editorial, afincada en Sevilla, que “rescata” casi del pozo de la saciedad del olvido una película que fue víctima de la “mordaza” de la transición. El editor Ángel del Pozo con las firmas y la creatividad de Ángel del Río, Francisco Espinosa y José Luis Tirado( éste realizador de un documental sobre la película-documental de Fernando Ruíz) , sacan a la luz la historia que rodeó a esta película y de cómo fue víctima de la censura de la transición, particular manera de dar tijeretazos a los fotogramas….como en tiempos más pretéritos. En esta edición de Aconcagua podemos ver la película de 1980, de Fernando Ruiz Vergara , Rocío.; pero también podemos ver el documental de José Luis Tirado y la colaboración de firmas y estudiosos de la historia que rodeó a este film  como Francisco Espinosa y Ángel del Río... Gracias a Aconcagua nos lo encontramos, como en un hatillo, todo en uno: la película, el documental y la analítica con la expresión escrita. Aconcagua ha vuelto a apostar fuerte y ha dado en el blanco.
Pero en esta exitosa edición, también participan, además de los anteriormente mencionados: Alejandro Alvarado,  Pura Sánchez, Juan José Vázquez Avellaneda y Antonio Orihuela.


¿Qué se nos explica desde la propia editorial?
EL CASO ROCÍO. La historia de una película secuestrada por la transición
ROCÍO ha pasado a la historia como la primera película secuestrada judicialmente en el Estado español tras la derogación de la censura cinematográfica en 1977. Dirigida por Fernando Ruiz Vergara y estrenada en 1980, a día de hoy continúa censurada por la sentencia del Tribunal Supremo en 1984, que condenaba a su autor por delitos de injurias a quien la película apuntaba como cabecilla de la brutal represión en el pueblo de Almonte, cuna de la romería del Rocío, durante el golpe militar de 1936.

ROCÍO fue también una importante aportación desde la periférica Andalucía a los largometrajes documentales que emergieron en la transición para alimentar un discurso crítico y de recuperación de la memoria perdida durante el franquismo.

La persecución judicial de la película supuso el final de la trayectoria del director, que se auto-exilió en Portugal, lugar en el que vivió hasta su fallecimiento en 2011. De una calidad cinematográfica extraordinaria, ROCÍO es un referente en la historia del cine documental en el Estado español.

EL CASO ROCÍO tiene como protagonista a la película Rocío. Está estructurado como una narración brechtiana, a cargo de un coro compuesto por los autores de la película, los que participaron en su realización, los amigos y colaboradores cercanos, y de un corifeo formado por historiadores, cineastas, antropólogos, artistas y activistas que han tenido como sujeto y objeto de sus trabajos la película de Fernando Ruiz Vergara.

EL CASO ROCÍO lleva necesariamente a reflexionar, entre otros temas, sobre la construcción de las tradiciones, la censura cinematográfica, el papel de las mujeres en los ritos festivos y lo que ha significado la transición respecto a derechos civiles como la libertad de expresión o la memoria democrática.
Esta edición en formato libro+vídeo, que recoge estudios difícilmente abarcables en una producción audiovisual sometida a un límite de tiempo, incluye 2 DVD, con los documentales ROCÍO (versión íntegra) de Fernando Ruiz Vergara, (1980) y EL CASO ROCÍO de José Luis Tirado (2013).


405165_198445293626407_261729821_n.jpgaconcagualibreria.jpgLA EDITORIAL

Aconcagua Libros. Editorial formada en 1995 en Andalucía. De vocación americanista y abierta a temáticas sociales con fundamento en el pensamiento crítico. Especializada en publicaciones universitarias multidisciplinares (Antropología, Historia, Sociología, Trabajo Social, Derecho, Ciencias Políticas). Cuenta con diversas colecciones, entre ellas El Pasado Oculto sobre la represión franquista.

COORDINADORES DEL LIBRO

ÁNGEL DEL RÍO SÁNCHEZ
Profesor de Antropología de la Universidad Pablo de Olavide. Pertenece al Grupo de Investigación Social de Acción Participativa. Es coautor, entre otros, de los libros El Canal de los Presos (1940-1962). Trabajos forzados: de la represión política a la explotación económica (2004), Andaluces en los campos de Mauthausen (2006) y La recuperación de la memoria histórica: una perspectiva transversal desde las ciencias sociales (2007) y del documental Memoria de las cenizas (2012). Es investigador del Proyecto multidisciplinar de I+D del CSIC “Las políticas de la memoria: balance de una década de exhumaciones en España”.

FRANCISCO ESPINOSA MAESTRE
Villafranca de los Barros (Badajoz, 1954). Historiador y Doctor en Historia (Premio Extraordinario). Coordinador científico del proyecto TODOS LOS NOMBRES. Autor del Informe sobre la represión franquista que se unió a la causa abierta por el juez Garzón y miembro de la comisión que le asesoró. Sus investigaciones se han centrado en la II República y en las consecuencias del golpe militar de julio de 1936 en el suroeste español. Entre sus obras cabe destacar Sevilla, 1936 (1990), La guerra civil en Huelva (1996), La justicia de Queipo (2000), La columna de la muerte. El avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz (2003), Contra el olvido. Historia y memoria de la guerra civil (2006), La primavera del Frente Popular. Los campesinos de Badajoz y el origen de la guerra civil (marzo- julio de 1936) (2007), Callar al mensajero. La represión franquista, entre la libertad de información y el derecho al honor (2009) y Violencia roja y azul. España, 1936-1950 (2010).

JOSÉ LUIS TIRADO
José Luis Tirado (Sevilla, 1954). Artista y cineasta independiente, ha realizado diversos documentales sobre migración, precariedad laboral, medio ambiente y memoria histórica, entre otros: Parelelo 36 (2004), La liga de los olvidados (2007), Donde hay patrón… (2007),  Paisaje del retroprogreso (2010) y Fuentes de la memoria (2011); también cortometrajes como Global Zoo (2002), Margaritas (2003), Rehenes (2003), El Estrecho (2003), Teoría de las naciones (2004) o Ali Salem, arquitecto de la resistencia (2009).  El caso Rocío (2013) es su último largometraje.

OTROS AUTORES DEL LIBRO

Antonio Orihuela (Moguer, Huelva, 1965). Doctor en Prehistoria y Arqueología por la Universidad de Sevilla. Profesor, escritor, investigador miembro del Proyecto Odiel, y del Grupo de Investigación Arqueológico sobre el Patrimonio del Suroeste (G.I.A.P.S.) de la Facultad de Humanidades de Huelva.

Pura Sánchez (Benalúa, Granada, 1956). Profesora de Lengua Castellana y Literatura en el IES Velázquez de Sevilla. Sus investigaciones y publicaciones se centran en la represión franquista sobre las mujeres en Andalucía. Premio Andalucía de Memoria Histórica en 2010.

Juan José Vázquez Avellaneda (Melilla, 1957). Doctor Arquitecto. Profesor del Departamento de Proyectos Arquitectónicos en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla. Miembro del Instituto de Estudos do Modernismo Portugués. Director de la revista eDap. Documentos de Arquitectura y Patrimonio. Es autor de proyectos y escritos de arquitectura, urbanismo, patrimonio, ciudad y literatura.

Alejandro Alvarado (Málaga, 1975). Cineasta y profesor del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad de Málaga. En el ámbito académico sus investigaciones abordan el cine documental y la censura. Su última película es Pepe el andaluz (2012), co-dirigida junto a Concha Barquero.

 

 

casorocio (2).jpgCazarabet conversa con Francisco Espinosa

-Francisco, ¿cómo es y por qué te animas a participar en este proyecto sobre la película-documental Rocío?

Mi relación con Rocío viene de lejos. A comienzos de los ochenta seguí por la prensa los avatares del documental tras la denuncia de la familia Reales. Unos años después, sobre el 85, vi en cine la versión censurada cuando por fin se pudo ver tras estar prohibida un tiempo en Huelva, Sevilla y Cádiz.

El documental en su conjunto tenía una fuerza increíble, pero a mí me interesó especialmente el espacio que dedicaba a la República y a las consecuencias del golpe militar en Almonte. Yo estaba ya entonces investigando la guerra civil en Huelva y era consciente del valor de la información que proporcionaba aquel documental. De hecho, cuando pude grabarla por televisión, extraje los nombres y apodos de víctimas y los incorporé al libro.

-¿Qué sientes al ver Rocío y cómo crees que se sintió su director Fernando Ruiz Vergara, con las reacciones posteriores y demás,  porque recordemos que todo ello le llevó a un autoexilio a Portugal donde murió en el 2011?

En aquel momento intenté localizar a Fernando Ruiz Vergara, pero lo único que conseguí fue enterarme de que se había ido a vivir a Portugal. Por desgracia –-y digo esto por el testimonio y el material que pudo aportarme en ese momento– no lo conocí hasta muchos años después por mediación de un amigo que logró dar con él en Vila do Bispo, un precioso pueblito del Algarbe portugués que se adentra en el Atlántico. A pesar de las veces que la he visto, Rocío me sigue enganchando por la fuerza y belleza de sus imágenes, por la pasión con que está hecha, por el deseo de reflejar realmente ese mundo de la romería y por su sentido del humor.

A Fernando le cambió la vida aquel embrollo. Fueron varios años de recursos judiciales que lo agotaron y lo decidieron a irse de este país. Le gustaba Portugal, lo conocía bien por haber vivido allí unos años antes, y decidió iniciar una nueva vida. Vida llena de dificultades y carencias pero que llevó con dignidad hasta el final.

-¿Son, amigo Francisco, los autoexilios en tiempos “supuestamente libres” mucho más dolorosos porque se acompañan de la traición, la decepción, el desengaño…?

Supongo que había mucho de eso, pero Fernando era un hombre optimista que supo hacer frente a la vida con gran imaginación. El paso a Portugal fue el inicio de una nueva vida y significó su “adiós a todo eso”. Se encontraba muy a gusto allí, apreciaba mucho el carácter tranquilo y amable de los portugueses, y contaba con buenos amigos que siempre lo ayudaron. Quizás por aquel corte brusco en su vida, Fernando siempre conservó el espíritu rebelde de los sesenta y setenta.

-En aquellos tiempos, ¿cómo viviste estas circunstancias, este episodio de “corte de mangas” a la libertad?

Lo viví mal. Aquello era una vergüenza. No hay que olvidar que la demanda se presentó en la mañana del 23 de febrero de 1981. Y por la tarde el golpe, un espectáculo bochornoso, igual que la pantomima de juicio a algunos de los responsables. Aunque lo cierto es que, para los que vivimos la transición de una manera crítica, sin dejar de percibir el apaño que representó, no resultó extraño ni el golpe militar ni el ataque al documental Rocío. Los aparatos del poder franquista estaban intactos y no iban a cambiar de la noche a la mañana. Y los partidos procedentes de la izquierda que habían tomado parte en el apaño de la transición bastante tenían con irse preparando para el acceso al poder, donde tantos de ellos se han jubilado.

Solo en este contexto se explica un caso como el de Rocío. Lo raro no es que hubiera una familia franquista que pusiera una demanda. No, lo raro es que ya antes de la Constitución se aprobase una Ley de Amnistía que borraba los crímenes de la dictadura o que el aparato judicial siguiera en manos de franquistas. El PSOE llegó al poder en 1982, en pleno apogeo del proceso contra Rocío, pero todo siguió su curso, como si nada hubiera cambiado. Daba igual que el ministro fuera Pío Cabanillas que Fernando Ledesma.  

-¿Cómo analizas, ahora con paso del tiempo, la transición con todo lo que hubo de presiones y demás desde el estamento militar a la jerarquía de la Iglesia, pasando por los monárquicos y los no tan monárquicos? ¿Cómo influyó, o crees que pudo influir, en esto de la libertad de expresión?

El peso del Ejército, la Iglesia y, en general, la derecha permanente fue enorme en aquel proceso. El ejército, que representó siempre una amenaza, imponía su voluntad en todo aquello que le apetecía. Un ejemplo claro sería la negativa a rehabilitar e integrar a los miembros de la UMD, el grupo de militares que trabajó por la democratización del Ejército y fueron juzgados y condenados en 1976. No hay que olvidar tampoco que los militares impusieron algunos artículos de la Constitución.

Por su parte la Iglesia renovó el concordato igualmente antes de que se aprobara la Constitución y tras unos años en que simuló que se amoldaba a los nuevos tiempos volvió a su natural: una institución untrarreaccionaria subvencionada con dinero público que no deja de interferir en la vida social y política del país. El concordato había que haberlo revisado ya hace años, pero nadie se atreve a plantearlo.

Todo esto, junto con la presión constante de la derecha permanente para que, por más que todo cambiara, lo fundamental permaneciera (puro gatopardismo), dio lugar a un país donde la libertad de expresión siempre fue muy limitada. El caso de Rocío y otros que vinieron después disiparon cualquier duda sobre la prevalencia del derecho al honor sobre el de expresión. Sirva el ejemplo de Ruiz Vergara: lo que contaba sobre la represión fascista en Almonte era verdad, pero la justicia dio la razón a la familia que puso la demanda.

casorocio (1).jpg-Para los lectores de EL SUEÑO IGUALITARIO que no hayan visto Rocío, esta peli-documental, ¿qué les explicarías para que se acercasen a esta edición excepcional, completísima, por parte de Aconcagua?

El libro-disco que ahora se edita es el resultado del trabajo de un grupo de gente relacionada con Fernando Ruiz Vergara y que comenzó a preparar este homenaje cuando aún vivía. Todos estamos convencidos de la excepcionalidad del documental. Hasta los rocieros saben que la película contiene escenas irrepetibles que nunca podrán volver a rodarse y también entrevistas únicas. De hecho, parece evidente que Ruiz Vergara aprovechó un momento en que aún no existían las trabas que luego se impusieron en relación con la romería.

El mundo rociero y el religioso en general han rechazado siempre el documental Rocío. No les gusta nada la manera en que Fernando reflejó aquel  espectáculo. La suya es una mirada curiosa y objetiva que muestra la realidad de la romería en un momento clave, en plena transición (1977), años de desencanto político y de cierto sano desmadre vital que también se deja ver en Rocío. El otro documental incluido en el libro, El caso Rocío, de José Luis Tirado, muestra la cara oculta de Rocío: la visión de Fernando y de los que le acompañaron en la aventura.

-En 1980 Fernando Ruiz Vergara, después de dirigirla, estrena Rocío….y se la censura y todavía hoy permanece condenada por una sentencia del Tribunal Supremo en 1984. En un Estado que se supone democrático, ¿cómo “se come” esto?

En 2005 se le hizo un homenaje a Fernando Ruiz Vergara en Huelva dentro de unas jornadas allí celebradas. Se iba a emitir la versión original, pero las presiones de la familia Reales sobre los responsables de la sala donde tenían lugar las jornadas (Cajasol) y la campaña montada en la prensa por el Partido Andalucista aconsejaron emitir la versión censurada. En la clausura intervino la consejera de Justicia de la Junta de Andalucía, a la que se pidió que se solicitase la revisión y anulación de la sentencia de 1984. La consejera dijo que se preocuparía del asunto, pero nunca más se supo.

Por este y otros casos parecidos da la sensación de que hay un principio no escrito por el que ninguna decisión judicial actual puede alterar decisiones judiciales anteriores, igual da que sean del franquismo como de la transición. Tampoco sirve que exista jurisprudencia que evidencie la prevalencia del derecho a la información o a la libertad de expresión sobre el derecho al honor. Ahí está la sentencia ejemplar del proceso contra Dolors Genovés por su documental sobre Carrasco i Formiguera, de la que fue ponente María Emilia Casas Bahamonde, y ahí sigue Alfredo Grimaldos intentado salir del laberinto judicial en que los Rosón lo tienen metido hace ya años. Y todo porque existen dos sentencias de principios de los años 80.  

-Francisco, si todavía está vigente la sentencia, ¿cómo es que se ha conseguido que el documental vea la luz?

El homenaje a Rocío y a su director, a más de treinta años de la querella de los Reales, exigía recuperar la versión íntegra con los minutos que le fueron robados. De no ser así, no hubiera valido la pena. La sentencia ya está superada por el tiempo y, lo que es más importante, por la propia investigación histórica. La desconfianza natural en la justicia española nos llevó a consultar el asunto con algunos juristas, los cuales nos animaron a seguir adelante.

Ya no tiene sentido plantear que esto se trata de un ataque a una persona de Almonte. El homenaje a Ruiz Vergara exigía la recuperación del documental y un acercamiento multidisciplinar alejado por completo del deseo de ir contra alguien. Por otra parte hoy conocemos suficientemente las consecuencias del golpe militar en Huelva y sabemos cómo se desarrollaron los hechos en toda la provincia, hechos que, por lo que sabemos hasta ahora, acarrearon la desaparición de más de seis mil personas. La represión la dirigen y coordinan  militares y guardias civiles, con los que colaboran orientando su actuación las oligarquías locales. Digamos que esto pertenece ya a la categoría de hechos probados.

-¿Cuéntanos, por qué se condena tal “vilmente” a este film-documental?

El rechazo a Rocío por parte de los sectores más reaccionarios, con la Iglesia en cabeza, fue general. Su poder era tal que en Andalucía consiguieron que no se exhibiera en ningún cine durante varios años. Pero el verdadero problema fue la querella de la familia Reales. Dos testimonios orales recogidos en el documental de personas que vivieron los hechos señalaban a José María Reales Carrasco, gran propietario y alcalde durante la dictadura de Primo de Rivera, como uno de los principales responsables de la represión que se llevó por delante a cien personas en un pueblo de ocho mil habitantes.

Los testimonios que Ruiz Vergara reunió en aquel momento en que aún vivían muchos testigos de los hechos le permitieron recomponer la lista de todo el personal –unas ochenta o noventa personas– que tomó parte de una u otra forma en aquella carnicería. La responsabilidad de Reales estaba en la memoria del pueblo. Piénsese que cuando el proceso estaba ya en la Audiencia de Sevilla, se desplazaron allí 17 vecinos de Almonte, que habían vivido los hechos, para confirmar ante el juez lo que habían contado los dos testigos que colaboraron en el documental. Pero el juez puso una excusa para impedir su declaración.

Fernando era consciente del material con que estaba tratando, entre otras cosas porque había gente a su alrededor que no paraba de decirle que no se metiera en esas historias. Dejó mucho fuera –los rostros de los asesinos, por ejemplo– porque sabía el peligro que tenía, pero mantuvo los dos testimonios y la referencia a Reales, a quien se ve con una banda negra tapándole los ojos. Y, sobre todo, mostró fotografías y dio los nombres y apodos de muchas de las personas asesinadas.

Si hechos como este han estado causando problemas a quienes los hacían públicos hasta hace solo unos años, podemos imaginar el impacto que debieron causar en 1980. Fernando sabía que aquello era importante y no dudó en desviarse un poco del hilo principal para recordar aquellas historias que la gente conservaba tan vivas. Se creyó en la obligación de hacerlo.

-¿Cómo ha sido el trabajo de coordinación con el resto de colaboradores?

El trabajo de coordinación ha sido llevado por José Luis Tirado, Ángel del Río y yo mismo. Ha sido fácil porque, salvo algún caso, todos estábamos relacionados con Ruiz Vergara y queríamos recuperar Rocío y ofrecer a su director el homenaje que merecía.

Hay que tener en cuenta que la versión íntegra de Rocío nunca se emitió salvo en el estreno inicial del documental. Además, cuando se pasó por televisión, no solo se puso la versión censurada sino que se borró la huella de la censura eliminando los momentos en que se quedaba en negro la pantalla y salía el rótulo con el número de expediente de censura. Por si fuera poco la versión censurada pasó de la televisión a Youtube. De hecho, con motivo de la salida del libro-disco, no ha faltado en los comentarios de prensa el listo que advirtiera que la película podía verse en Youtube.

-¿Cómo ha sido la colaboración con Aconcagua? Ángel del Pozo ha apostado muy fuerte, con valentía, como todos vosotros, pero con los tiempos que corren…se la juega como editor. Haznos una valoración.

Ángel del Pozo se encontró con un material, ya preparado, que muchos hubiesen querido. Su mérito fue decir que sí a lo que otros hubieran puesto pegas diversas. En este sentido hay que destacar su valentía. Por otra parte, el caso Rocío ya había estado en el punto de mira de otros documentalistas. La originalidad del proyecto ha consistido en aunar la recuperación de la versión íntegra de Rocío con un documental sobre su historia y con diversos artículos que permiten hacerse una idea de su importancia y de las particularidades del  autor y su obra.

 

(Fotografías de Laura León y Georg Pichler)

 

 


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El caso Rocío. La historia de una película secuestrada por la transición. Ángel del Río Sánchez, Francisco Espinosa y José Luis Tirado (coords.)
112 páginas         17 x 20 cms.
DVD´S:
- ROCÍO. Fernando Ruiz Vergara, 1980.
- Documental EL CASO ROCÍO. José Luis Tirado, 2013.
25,00 euros
Aconcagua



Participan:
- Francisco Espinosa
- Ángel del Río
- Alejandro Alvarado
- Pura Sánchez
- Juan José Vázquez Avellaneda
- Antonio Orihuela
- José Luis Tirado


EL CASO ROCÍO. La historia de una película secuestrada por la transición


ROCÍO ha pasado a la historia como la primera película secuestrada judicialmente en el Estado español tras la derogación de la censura cinematográfica en 1977. Dirigida por Fernando Ruiz Vergara y estrenada en 1980, a día de hoy continúa censurada por la sentencia del Tribunal Supremo en 1984, que condenaba a su autor por delitos de injurias a quien la película apuntaba como cabecilla de la brutal represión en el pueblo de Almonte, cuna de la romería del Rocío, durante el golpe militar de 1936.

ROCÍO fue también una importante aportación desde la periférica Andalucía a los largometrajes documentales que emergieron en la transición para alimentar un discurso crítico y de recuperación de la memoria perdida durante el franquismo.

La persecución judicial de la película supuso el final de la trayectoria del director, que se auto-exilió en Portugal, lugar en el que vivió hasta su fallecimiento en 2011. De una calidad cinematográfica extraordinaria, ROCÍO es un referente en la historia del cine documental en el Estado español.

EL CASO ROCÍO tiene como protagonista a la película Rocío. Está estructurado como una narración brechtiana, a cargo de un coro compuesto por los autores de la película, los que participaron en su realización, los amigos y colaboradores cercanos, y de un corifeo formado por historiadores, cineastas, antropólogos, artistas y activistas que han tenido como sujeto y objeto de sus trabajos la película de Fernando Ruiz Vergara.

EL CASO ROCÍO lleva necesariamente a reflexionar, entre otros temas, sobre la construcción de las tradiciones, la censura cinematográfica, el papel de las mujeres en los ritos festivos y lo que ha significado la transición respecto a derechos civiles como la libertad de expresión o la memoria democrática.
Esta edición en formato libro+vídeo, que recoge estudios difícilmente abarcables en una producción audiovisual sometida a un límite de tiempo, incluye 2 DVD, con los documentales ROCÍO (versión íntegra) de Fernando Ruiz Vergara, (1980) y EL CASO ROCÍO de José Luis Tirado (2013).


LA EDITORIAL

Aconcagua Libros. Editorial formada en 1995 en Andalucía. De vocación americanista y abierta a temáticas sociales con fundamento en el pensamiento crítico. Especializada en publicaciones universitarias multidisciplinares (Antropología, Historia, Sociología, Trabajo Social, Derecho, Ciencias Políticas). Cuenta con diversas colecciones, entre ellas El Pasado Oculto sobre la represión franquista.

COORDINADORES DEL LIBRO

ÁNGEL DEL RÍO SÁNCHEZ
Profesor de Antropología de la Universidad Pablo de Olavide. Pertenece al Grupo de Investigación Social de Acción Participativa. Es coautor, entre otros, de los libros El Canal de los Presos (1940-1962). Trabajos forzados: de la represión política a la explotación económica (2004), Andaluces en los campos de Mauthausen (2006) y La recuperación de la memoria histórica: una perspectiva transversal desde las ciencias sociales (2007) y del documental Memoria de las cenizas (2012). Es investigador del Proyecto multidisciplinar de I+D del CSIC “Las políticas de la memoria: balance de una década de exhumaciones en España”.

FRANCISCO ESPINOSA MAESTRE
Villafranca de los Barros (Badajoz, 1954). Historiador y Doctor en Historia (Premio Extraordinario). Coordinador científico del proyecto TODOS LOS NOMBRES. Autor del Informe sobre la represión franquista que se unió a la causa abierta por el juez Garzón y miembro de la comisión que le asesoró. Sus investigaciones se han centrado en la II República y en las consecuencias del golpe militar de julio de 1936 en el suroeste español. Entre sus obras cabe destacar Sevilla, 1936 (1990), La guerra civil en Huelva (1996), La justicia de Queipo (2000), La columna de la muerte. El avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz (2003), Contra el olvido. Historia y memoria de la guerra civil (2006), La primavera del Frente Popular. Los campesinos de Badajoz y el origen de la guerra civil (marzo- julio de 1936) (2007), Callar al mensajero. La represión franquista, entre la libertad de información y el derecho al honor (2009) y Violencia roja y azul. España, 1936-1950 (2010).

JOSÉ LUIS TIRADO
José Luis Tirado (Sevilla, 1954). Artista y cineasta independiente, ha realizado diversos documentales sobre migración, precariedad laboral, medio ambiente y memoria histórica, entre otros: Parelelo 36 (2004), La liga de los olvidados (2007), Donde hay patrón… (2007),  Paisaje del retroprogreso (2010) y Fuentes de la memoria (2011); también cortometrajes como Global Zoo (2002), Margaritas (2003), Rehenes (2003), El Estrecho (2003), Teoría de las naciones (2004) o Ali Salem, arquitecto de la resistencia (2009).  El caso Rocío (2013) es su último largometraje.

OTROS AUTORES DEL LIBRO

Antonio Orihuela (Moguer, Huelva, 1965). Doctor en Prehistoria y Arqueología por la Universidad de Sevilla. Profesor, escritor, investigador miembro del Proyecto Odiel, y del Grupo de Investigación Arqueológico sobre el Patrimonio del Suroeste (G.I.A.P.S.) de la Facultad de Humanidades de Huelva.

Pura Sánchez (Benalúa, Granada, 1956). Profesora de Lengua Castellana y Literatura en el IES Velázquez de Sevilla. Sus investigaciones y publicaciones se centran en la represión franquista sobre las mujeres en Andalucía. Premio Andalucía de Memoria Histórica en 2010.

Juan José Vázquez Avellaneda (Melilla, 1957). Doctor Arquitecto. Profesor del Departamento de Proyectos Arquitectónicos en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla. Miembro del Instituto de Estudos do Modernismo Portugués. Director de la revista eDap. Documentos de Arquitectura y Patrimonio. Es autor de proyectos y escritos de arquitectura, urbanismo, patrimonio, ciudad y literatura.

Alejandro Alvarado (Málaga, 1975). Cineasta y profesor del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad de Málaga. En el ámbito académico sus investigaciones abordan el cine documental y la censura. Su última película es Pepe el andaluz (2012), co-dirigida junto a Concha Barquero.

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